AirCO2 o cómo compensar la huella de carbono localmente

Tamara Montero
T. Montero REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

RAMON LEIRO

La startup pontevedresa ha abierto el conocido como mercado de carbono a pequeños propietarios de masa forestal en Galicia y en Portugal

15 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«De una forma u otra siempre se ha hablado de monte en mi casa». De una forma u otra: la recogida de caucho en Manaos, la venta de muebles en México, las conversaciones familiares en Ourense sobre el abandono y la gestión deficiente. Así que aunque su formación no tenía que ver con el ámbito forestal, en el 2019, en la cabeza de Máximo Sánchez germinó aquella semilla.

Dos años después son una docena de empleados, una lista de espera de más de 100.000 hectáreas y más de una treintena de empresas las que conforman el ecosistema de AirCO2 FIntech S.L., una startup que podría definirse como la uberización del mercado de carbono.

La imagen que usa Sánchez Táboas, CEO de la empresa, viene a sintetizar el espíritu de una firma que ha nacido para abrir camino en un sector hasta ahora dominado por un oligopolio de grandes empresas que hunde sus raíces en la firma del protocolo de Kyoto y en los mecanismos de desarrollo limpio, como generar mercados de carbono, mediante los que las industrias más contaminantes pueden compensar en parte su huella de carbono. Es decir, quien contamina, paga, mientras que quienes tienen capacidad de absorción de gases de efectivo invernadero, pueden obtener liquidez.

«Hoy por hoy, hay un oligopolio de marcas internacionales que dominan quién puede registrar un proyecto y quién no. Han generado una burbuja de proyectos, deslocalizados en otros continentes, en países en vías de desarrollo», que deja fuera la masa forestal de cercanía, del pequeño y mediano propietario. Por eso, AirCO2 se puede definir como un agente democratizador de este mercado, pues es una plataforma que pone en contacto a empresas que buscan reducir huella de carbono con propietarios de monte, que pueden monetizar su masa forestal mientras, por ejemplo, que esperan el turno de corta.

«No somos disruptivos en cuanto a tecnología, pero sí conceptualmente», porque viene a abrir al pequeño propietario un mercado que hasta ahora le estaba vetado, y al mismo tiempo, fomenta la gestión del millón y medio de hectáreas arboladas que existen en Galicia. «Lo que hay es un polvorín, gestionémoslo», explica Máximo Sánchez.

AirCO2 es un marketplace. Una persona tiene al menos dos hectáreas de monte. AirCO2 lo verifica, calcula la capacidad de absorción que tiene y ofrece un contrato de un año.

«Le damos todas las herramientas al propietario para que se desenvuelva como quiera», incluso poniendo el precio a la tonelada. Eso sí, se le piden prácticas de silvicultura. La permanencia es de doce meses, durante los que debe gestionar el monte y no participar en ningún otro marketplace. Que actualmente no existe —AirCO2 solo tiene en este momento otro competidor americano— pero existirá. «Lo único que hacemos con las transacciones es retener una comisión. Nunca sale dinero del bolsillo del propietario».

La startup, con base en Pontevedra, también gestiona la otra parte, el demandante de créditos de carbono. Aunque por ley, de momento, las empresas obligadas a compensar son limitadas, es cierto que hay una presión regulatoria, pero también de mercado (solo hay que ver cómo grandes firmas deciden trabajar solo con proveedores neutros en emisiones) y también social, puesto que la responsabilidad ambiental cada vez tiene más peso.

Un potente algoritmo

Así que AirCO2 asesora a aquellas firmas que quieran acceder a los créditos de carbono, calculando su huella y dando acceso al marketplace para compensar. Ese cálculo está automatizado con un potente algoritmo, que utiliza inteligencia artificial y análisis transaccional bancario para hacer el cálculo.

Además de empresas privadas (la propuesta de AirCO2, que está en el mercado desde hace menos de un año) tiene una cartera de 25 firmas, el mercado de carbono también llega a las instituciones públicas.

En este momento, la startup da servicio a diez concellos. AirCO2 calcula la huella de un Ayuntamiento como organismo, pero han puesto en marcha un programa que tiene un componente de concienciación social: se abre la conversación con el sector comercial, con los centros educativos, con las empresas... para que el municipio se conviertan «en una isla de sostenibilidad» y que los diferentes sectores que son emisores de CO2 puedan hacer las compensaciones a través de masas forestales de propietarios de su propio concello. Una forma tangible de avanzar en el compromiso medioambiental.

Cierto es que las empresas pueden optar por comprar un paquete de toneladas en un bosque de Honduras, o de la India, o de cualquier otra parte del mundo para compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el trabajo con el entorno más próximo que caracteriza a AirCO2 es también una fortaleza: «Por lo que hablamos con nuestros clientes, lo que más se valora es tener créditos de carbono en el monte que se ve desde la oficina», explica Máximo Sánchez.

Compensar la huella de carbono a través de las fincas de un vecino que se conoce, «es más tangible, es más transparente y es incluso circular».

No solo eso, contribuye al desarrollo económico del entorno más próximo y a la gestión de la masa forestal de Galicia y Portugal. En definitiva, a revertir en el propio entorno.

«Creo que tiene más valor contribuir a que no se queme el monte cada verano». E incluso se puede ir a visitar el monte con el que se está compensando la huella de carbono. «No es especulativo, está ahí».