TikTok, en el punto de mira

María Puerto

MERCADOS

ROMAN PILIPEY | EFE

La empresa propietaria, ByteDance, está sometida a constantes controles para poder verificar que los datos de los usuarios no los comparte con las autoridades del Gobierno chino

13 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiktok es la aplicación china de más éxito internacional y se ha convertido en todo un fenómeno en las redes sociales. Precisamente su triunfo mundial la ha convertido en una empresa vulnerable. ByteDance, la empresa propietaria, está sometida a intensos escrutinios para comprobar que los datos que recoge de sus usuarios no los comparte con el Gobierno chino.

El modelo de negocio de TikTok tiene todos los elementos de éxito: una gran base de usuarios dispuestos a producir contenido, junto a la capacidad de influir o dirigir la cultura juvenil hasta convertirse en un prescriptor de tendencias. Su éxito ha hecho que dé el salto a otros públicos y los vídeos de TikTok se han incorporado casi de forma imprescindible a la industria del entretenimiento, a la comunicación corporativa y al márketing político. Douyin, es como se conoce la versión china de TikTok, arrasa en las redes sociales del gigante asiático y tiene más de seiscientos millones de usuarios. Pero la versión internacional ha conseguido una aceptación mundial y se calcula que TikTok tiene más de mil millones de usuarios.

El problema está precisamente en su origen: ByteDance es una compañía con una estructura corporativa opaca con sede en China y aunque en el 2021 se reorganizó convirtiendo a TikTok en una unidad independiente, existen serias dudas de dónde se toman las decisiones y qué legislación respetan. En China todas las empresas, incluidas las tecnológicas, están obligadas por las leyes de seguridad a compartir los datos de sus usuarios o clientes con el Gobierno. Es decir que los datos que recoge la red Douyin pueden ser reclamados por cualquier departamento del Gobierno chino por ejemplo el Ministerio del Interior. Y la pregunta es si los datos de los usuarios en el extranjero, los de TikTok, están protegidos como exigen las leyes de protección de datos europeas o norteamericanas.

ByteDance siempre ha sostenido que nunca ha entregado datos de usuarios de TikTok al Gobierno chino. Estados Unidos ha sido el país más beligerante con TikTok y la ha sometido a continua investigación para buscar pruebas de vulneraciones o de que el Gobierno chino influye en la plataforma. Durante la administración Trump incluso se intentó cortar las relaciones de la filial de Estados Unidos con China y se propuso a ByteDance su venta a inversores norteamericanos. Fue el propio Gobierno de Pekín el que frustró la operación añadiendo los algoritmos que impulsan el crecimiento de TikTok a su lista de exportaciones prohibidas.

La Administración Biden ha optado por la investigación y desde 2021 ha lanzado una revisión de seguridad contra las injerencias extranjeras. Una red social que puede modelar los intereses de la juventud y captar datos puede ser una gran herramienta de propaganda y desinformación para el Gobierno chino. El último episodio han sido las acusaciones de un informe de Forbes en que denuncia que ByteDance puede rastrear la ubicación personal de los usuarios y planeaba monitorizar a «algunos ciudadanos estadounidenses específicos». Unos datos que pueden interesar a Pekín. ByteDance lo ha negado. También asegura que las bases de datos de usuarios estadounidenses las han traspasado a servidores de Oracle. Pero también reconocieron en junio, a preguntas de senadores republicanos, que los equipos de ingenieros en China tienen acceso a los datos que se generan en Estados Unidos por motivos técnicos. La prohibición de TikTok en un mercado como el estadounidense reduciría el valor y la viabilidad de una red social que fundamenta su éxito precisamente en la viralización de su contenido. Estados Unidos es posiblemente el país más combativo con TikTok, como parte de su enfrentamiento tecnológico con China, pero otros estados como Australia, el Reino Unido y la Unión Europea han expresado sus preocupaciones por las vinculaciones de la empresa con el Gobierno chino.