El empresario que nació con la ferralla

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PEPA LOSADA

Juan Arias Serantes y su hijo Luis dirigen desde Viveiro una empresa de excavaciones y gestión de residuos, con 15 trabajadores y 1,4 millones de facturación que opera en el norte de Galicia y Asturias

06 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan Arias Serantes, de 53 años, tenía claro desde pequeño que los estudios no eran su fuerte y por eso pronto se puso a trabajar en la carnicería que regentaban sus padres en el centro histórico de Viveiro. Siendo todavía un chaval se inició «no mundo da ferralla», y en 1991 creó un negocio que se convertiría en el germen de la actual Arias & Casabella, una empresa de servicios de Viveiro que realiza trabajos de excavaciones, desguace, transporte y gestión de residuos en la zona norte de Galicia y en Asturias, y que prevé rematar el 2022 con una facturación próxima a los 1,4 millones de euros. Actualmente tiene en plantilla a 15 trabajadores y a principios del 2023 inaugurará una delegación de 4.000 metros cuadrados en Vilalba, en la carretera de Lanzós, desde la que mejorará la cobertura que brinda en el centro de la provincia de Lugo. «Traballamos moito, é certo. Paramos os domingos porque nos obrigan, pero a nosa maior afección é o traballo e a xente respóndenos moi ben, estamos moi agradecidos», comenta Juan, que codirige el negocio junto con su hijo Luis, de 26 años.

Padre e hijo disfrutan trabajando juntos en las obras, al aire libre, recogiendo enseres usados y chatarra... «Somos obreiros e o que máis nos gusta do noso traballo é que nunca facemos o mesmo, cada día é distinto. Aquí un día vas para A Coruña, outro para Asturias... Un día tócache facer un desmonte, outro tes que ir recoller chatarra... Non botas unha semana facendo o mesmo e iso encántanos», sonríe el vástago. «As oficinas témolas porque hai que telas [tienen dos empleados en el área de administración], pero o que verdadeiramente nos gusta é o noso traballo», añade el progenitor.

Una flota de 22 camiones

Desde 1997, la sede de Arias & Casabella se emplaza en la parroquia de Area, casi en el límite con el Concello de Xove y en una parcela cuya superficie ronda los 6.000 metros cuadrados. Juan recuerda con una combinación de orgullo y seriedad que comenzó a trabajar «cun camionciño Nissan» del que conserva varias fotos. «O primeiro mes que traballei facturei 9.000 pesetas e tiña 134.000 de gastos. Ben deitei de meus pais, que tiveron unha carnicería, e que me axudaron moito», reconoce el empresario, que es propietario de una flota de 22 camiones, además de grúas, contenedores y otro tipo de vehículos que continuamente se dejan ver o circulan por carreteras de las comarcas de A Mariña, Ortegal, Terra Chá y Lugo, o Asturias.

Uno de sus puntos fuertes hoy por hoy es el reciclaje de electrodomésticos, que guardan y clasifican en una nave industrial situada en Xove. Desde lavadoras y neveras a hornos y microondas, pasando por pequeños aparatos domésticos cuyos componentes son enviados al lugar correcto. «É un labor moi necesario e que polo xeral pasa desapercibido para a poboación», comenta Juan, que recuerda la época en la que en un municipio como Viveiro, por ejemplo, la gente se deshacía de este tipo de enseres en vertederos o escombreras como la que había en A Insua, y que suponían un importante foco de contaminación.

Crecimiento tras el 2008

La empresa Arias & Casabella, que durante un tiempo operó con un socio que posteriormente se desvinculó, fue testigo del auge del sector urbanístico de principios del siglo XXI, cuando por todas partes proliferaban los edificios en construcción, y de su posterior derrumbe tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en torno al 2008. «No noso caso medramos máis case desde que a construción parou porque nos enfocamos máis a outras cousas, como os residuos, as chatarras... Temos contedores para calquera empresa que os necesite para desentullos, ás veces mesmo facemos nós as demolicións... Xestionamos os residuos, como ladrillo, cemento, ferro, plásticos, madeira..., con empresas especializadas. Compramos chatarra, clasificámola e volvémola vender. Facemos moitas cousas», manifiesta el padre. Las más de tres décadas que lleva Juan en un sector tan complejo le aportan una visión interesante de su evolución. «A construción avanzou moito. Agora o formigón vén feito e un chalé faise cun camión de area cando antes tiñas que levar trinta ou corenta. Antes, o entullo sacábase con camións pequenos, e agora con contedores», cuenta.