¿Se ahorra con el teletrabajo?

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Hasta 200 euros al mes calcula la OCU que puede gastarse un empleado en desplazamientos diarios

11 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una pandemia fue la responsable de que el 19,1 % de los españoles que trabajan lo hiciesen desde casa. Ahora, inmersos en una crisis inflacionista y energética, y a las puertas de un otoño marcado por el devenir del suministro de gas, el teletrabajo podría ser un salvavidas para reducir costes a final de mes.

La propia Agencia Internacional de la Energía (AIE), publicó el pasado marzo un informe de medidas para reducir la dependencia del petróleo ruso. Implantar tres días de teletrabajo en un país con una economía avanzada supondría reducir el consumo de crudo en 500.000 barriles diarios.

¿Se ahorra con el trabajo en remoto? Eso mismo se preguntó la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) en un reciente estudio que pretende cuantificar la posible ventaja económica que supone el teletrabajo a nivel individual. Según esos cálculos, ir en coche privado al lugar de trabajo supone, de media, 200 euros al mes. La misma cifra varía en función del vehículo, el carburante y por supuesto, la distancia a recorrer. Los que se decidan por el transporte público, una elección que dependerá de los servicios y conexiones del municipio de cada uno, gastará unos 50 euros mensuales.

Quedarse en casa tampoco sale gratis, según la misma OCU, los gastos de climatización, es decir, calefacción o refrigeración según la estación, suponen unos 2,4 euros por día a los precios de electricidad y gas actuales. Por su parte, el consumo eléctrico de ordenador en una jornada de ocho horas, asciende, como mucho, a cincuenta céntimos diarios. En conclusión, asegura la entidad, un empleado en remoto gastará cerca de tres euros al día, frente a los cinco que costaría desplazarse 25 kilómetros, ida y vuelta, en un coche de gasolina a un centro de trabajo.

Los cálculos tendrían que ser otros para las empresas que, sobre el papel, también podrían beneficiarse de reducir los costes energéticos de mantener a todos gas las oficinas. Aunque, eso sí, tendrían que seguir asumiendo las facturas derivadas de trabajar en casa. Sobre esto, la ley que regula el asunto desde octubre del 2020, dejó algunas cosas al azar. La norma obliga al empresario a hacerse cargo de aquellos gastos que no se generarían si el empleado acudiese a la oficina, pero no determina cómo deben cuantificarse. Además, a efectos normativos tan solo se considera trabajo a distancia cuando se supere el umbral del 30 % del tiempo, computado en un período de referencia de 3 meses, en remoto.

Por otro lado, la regulación de la mayoría de cuestiones relacionadas con el teletrabajo se remite a los convenios colectivos, que no se negocian de un día para otro. Uno de los motivos por los que su implantación en España ha bajado a la par que la incidencia del virus. Según el INE, en el segundo trimestre trabajaron regularmente desde casa un 6,9 % de los ocupados, casi tres puntos menos que en el 2021. Son casi los mismos los que realizan la jornada laboral ocasionalmente desde su domicilio, un 6,2 %. Una cifra que se ha mantenido más estable de un año a otro. Ahí parece estar la clave: el 85% de las empresas españolas tendrá un modelo híbrido de trabajo en el 2023, según un estudio elaborado por IDG Research.