No le duelen prendas en reconocer a su director general de Economía que la tarea que tiene por delante el BCE con su política monetaria es «entre difícil y muy difícil». Un otoño caliente el que se avecina, aunque suene, en este caso, a paradoja. No sería de extrañar que, presagiando lo que presagia, saque tiempo este verano Arce para descansar unos días y reponer fuerzas en su pueblo, Contreras, de apenas un centenar de habitantes, en la comarca de La Demanda, muy cerca de Santo Domingo de Silos y del cementerio ficticio de Sad Hill, el de la escena final de El bueno, el feo y el malo. A estas alturas, seguro que muchos ya tienen claro quién es el último.