Miguel Álava: «El factor diferencial antes era el capital, ahora es el talento»

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RAFA MARTELL

La nube o «cloud» es ese territorio virtual en el que se almacenan las vidas digitales de media humanidad, pero también donde se ejecutan las aplicaciones que permiten crear negocios y hacen funcionar las industrias. Simbiosis de hardware y software, necesita una estructura de servidores y redes conectada como la que tiene AWS, que se prepara para poner en marcha su primera región de datos en España.

24 may 2022 . Actualizado a las 17:48 h.

AWS es la única línea de negocio de Amazon que tiene su propio CEO y reporta resultados de manera independiente. Supone ya un 16 % de las ventas de la compañía y sus beneficios oscilan entre el 20 % y el 30 %, superiores a los de la tienda, que son single digit. «Más del 75 % del Ibex 35 utiliza AWS —explica Miguel Álava, director general para España y Portugal—. Hablamos de empresas públicas como Renfe o el Ministerio de Agricultura, compañías como Acciona, Atresmedia, Banco Santander, BBVA o Barceló, startups como Cabify o Glovo, pymes como Bimba y Lola, Suavinex, Interflora...». Aunque tiene oficinas y diversa infraestructura en la Península desde el 2006, Amazon pondrá en marcha próximamente en Aragón su primera región de datos en España, en la que invertirá 2.500 millones en diez años y que supondrá la creación de 1.300 puestos de trabajo.

¿En qué consiste?

Cada región es un conjunto de lo que llamamos zonas de disponibilidad, que son uno o más centros de datos con un perfil de riesgo diferente. En Japón es importante el tema de terremotos, pero pueden ser inundaciones o un accidente aéreo. Estos data center están situados a una distancia de entre 20 y 100 kilómetros unos de otros. Así, si se cae una zona de disponibilidad, tú puedes seguir utilizando tu aplicación, no notarías nada; si se caen dos, verías una degradación de servicio, y si se caen las tres tendremos un problema más importante que la aplicación que está corriendo.

¿Por qué en Aragón?

Desde que empezamos en el 2006, cualquier cliente de AWS podía consumir los servicios desde cualquier lugar del mundo. Fue cuando vimos una demanda mayor de meter cargas de trabajo críticas cuando nos decidimos a abrir la oficina de Madrid, en el 2015; en el 2018 abrimos también en Lisboa y Barcelona, hemos tenido inversión en infraestructura durante todos estos años, tenemos dos edge locations en España y una en Portugal, tenemos decenas de miles de clientes activos… No era necesario tener este centro de datos en Aragón. Decidimos crear esta región por dos motivos: para tener residencia de datos locales cuando sea la preferencia del cliente o la reglamentación lo exija; y para tener cargas de latencia pequeñas. Una vez que tomamos esa decisión, miramos la conectividad, cuál es el acceso a energía renovable que tenemos, la capacidad de expansión (el suelo) y el talento existente. Viendo todas estas variables Aragón estaba muy bien posicionada, y el apoyo del Gobierno autonómico también ha sido muy importante.

Los centros incluyen parques eólicos. ¿Son solo para atender las necesidades de Amazon?

Hemos lanzado catorce proyectos de energía renovable en España, doce fotovoltaicos y dos eólicos, que van a dar una potencia de 1,4 gigavatios a la red nacional. Tenemos necesidad de que todas nuestras infraestructuras estén alimentadas por energía renovable y estamos comprometidos a conseguirlo en el 2025.

¿Por qué un centro de datos tiene un consumo tan elevado de energía?

Son infraestructuras grandes, que mutualizan muchos servidores o centros de datos de muchos clientes individuales. Un estudio publicado por 451 Research dice que las empresas en España pueden reducir el uso de energía en un 81% cuando ejecutan sus aplicaciones en la nube de AWS en lugar de operar sus propios centros de datos.

En el reciente AWS Summit celebrado en Madrid dijo que en nuestro país hay una desconexión entre el talento disponible y el demandado. ¿A qué se debe?

Y en Europa y en el mundo, no es un fenómeno único de España. Se debe a varias cosas. Primero, la adopción de tecnología avanzada para innovar, ser más ágiles, reinventar negocios, verticales, industria… está yendo mucho más rápido de lo que nadie podría esperar. Esto requiere de habilidades específicas. Segundo, a nivel social no todos los generadores de talento, centros educativos de todo tipo, han avanzado a la misma velocidad en el consumo y adopción de cloud, y eso ha hecho que haya un desfase relativamente grande. No hemos sido capaces como sociedad de producir el talento necesario. 

Nosotros estamos muy comprometidos con esto, hemos anunciado la formación de 29 millones de personas en todo el mundo. En España lanzamos el programa re/Start con la Universidad de Granada, muy enfocado a desempleados jóvenes y menos jóvenes. Luego están nuestros programas estándar de formación con centros educativos y universidades. También estamos trabajando con la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) para ver cómo podemos colaborar a que todo el currículum necesario se meta en los programas de enseñanza. Hablamos de cómo despertar esa vocación técnica a edades tempranas con el programa Get IT. Desde el 2017 hemos formado ya a 100.000 personas en España. No es dar un curso, es darles una puerta de acceso al mercado laboral a través de la tecnología.

De 55 países de la región EMEA (Europa Oriente Medio y África), España es el sexto en cuanto a la creación de empleos tecnológicos.

Eso es tremendamente positivo. El hecho de que esos centros de datos estén en Aragón y en la España vaciada [se ubicarán en Huesca y en Villanueva de Gállego y El Burgo de Ebro (Zaragoza)] es una oportunidad. Al final, cuando democratizas recursos haces que se creen dimensiones de igualdad. Esa es la razón por la que hoy las fintech están compitiendo con bancos. Y también se crean dimensiones de igualdad entre las zonas rurales y las urbanas. Con una conexión alguien puede crear una empresa, ya no hace falta un presupuesto importante. El factor diferencial antes era el capital, ahora se ha movido al talento. También tenemos otra oportunidad y es que la pandemia nos ha mostrado la deslocalización del puesto de trabajo. España y Galicia son sitios muy atractivos para venir a vivir y trabajar en remoto. Eso lo tenemos que aprovechar.

Galicia aspira a acoger la Agencia Estatal de Inteligencia Artificial. ¿Tenemos posibilidades?

No veo por qué Galicia no puede tener todos los requisitos para ello. Estamos al principio de la adopción de la IA y viendo cómo aporta valor a algunas aplicaciones e industrias. En AWS hay decenas de miles de servidores que ya se enfocan exclusivamente a IA, por ejemplo en la Fórmula 1. Para Galicia supondría tener acceso a esa tecnología de primera mano y crear ese ecosistema local, de concienciar de la importancia del aprendizaje automático, todos los algoritmos que se necesitan, y ver cómo se añade valor al sector y se crean nuevas industrias. Sería una muy buena noticia.

Usted también vaticina que el 5G y la web 3.0 van a crear nuevas cadenas de valor.

Hay aplicaciones en 5G que no nos imaginamos. Amazon nació cuando el e-commerce era un sueño, empezó a comercializar libros y de ahí surgió AWS. Pues, de la misma manera, en 5G hay posibilidades inmensas a nivel de educación, de salud... Y la web 3.0 lo mismo, es una oportunidad de organizar diferentes eslabones de la cadena de valor que hoy están más secuenciados. Miramos hacia atrás y vemos los cambios que ha habido, internet, el smartphone… pero el futuro va a ser más rompedor.