Para Luis Oliveros, economista venezolano, cualquier crecimiento que pueda generar la economía del país tropezará con un sistema eléctrico que «tiene que elegir entre encender las empresas básicas, del hierro y del aluminio, y dejar sin luz a Maracay, capital del estado Aragua, con unos 500.000 habitantes», una tesis en la que coincide otro economista, Benjamín Tripier. Según el Colegio de Ingenieros de Venezuela, el país necesita una inversión de 30.000 millones de dólares, que en sus depauperadas circunstancias actuales resultan inasumibles. Algunos economistas, como Oliveros, abogan por el levantamiento de las sanciones de EE.UU. para poder obtener financiamiento multilateral. Y la economía venezolana, luego de ocho años de colapso, necesitaría crecer a tasas de dos dígitos para alcanzar sus niveles de 2013 dentro de 15 años. «Venezuela se arreglará el día que haya democracia y libertad; no hay manera de salir de la crisis actual con Maduro en el poder», afirma la dirigente opositora Delsa Solórzano.