Similar es el caso de Chile, que exporta metales, pero es totalmente dependiente de las importaciones de petróleo, ahora carísimas. Brasil exportará alimentos más valiosos, pero sus costes de producción también aumentarán considerablemente, porque su agroindustria depende de los fertilizantes rusos en un mercado que se ha vuelto casi prohibitivo. La agencia S&P ha identificado al país que menos sufriría las consecuencias económicas de la escalada bélica. Se trata de Colombia, que exporta petróleo y ha logrado en los últimos lustros ampliar su abanico de importaciones y exportaciones. Según las previsiones, su PIB logrará avanzar un 4,6 % este año, a pesar de que en el país cafetero la inflación superó el 8,5% el pasado marzo y se están generando tensiones.
La posibilidad de que se produzcan estallidos sociales por los altos precios es alta, según los analistas, porque se trata de una región que ha vivido grandes protestas populares en los últimos cuatro años. En Perú, esta semana, ya se han convocado grandes movilizaciones por el encarecimiento de los combustibles y de los alimentos, unas protestas han puesto al Gobierno de Pedro Castillo en jaque.