Entienden que en muchas ocasiones, las empresas se ven obligadas a ampliar los plazos de cobro, lo que acaba perjudicando a las inversiones, al crecimiento e, incluso, a los propios pagos a proveedores. Por ello, «una de las principales claves para salvaguardar la supervivencia empresarial es abordar este último aspecto», explica Victoria Betancor.
Optimizar la gestión de cobro y recuperar las deudas son dos de los pilares en los que las empresas, sobre todo en los actuales escenarios de volatilidad y la incertidumbre, habrán de tener muy, en especial las pequeñas y medianas, para mantener sus cuentas saneadas en el contexto de la crisis actual.