Esta santiaguesa abrió hace un año en A Coruña Sísmica, una «boutique» creativa, donde ofrece ideas a medida. Defiende la inversión de marca y la importancia de que las pequeñas empresas se renueven y se diferencien, sin perder la esencia, para competir y potenciar el consumo local
06 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Thais Suárez Rey (Santiago, 33 años) se define como directora de arte. Diplomada en Diseño y Nuevas Tecnologías por la Escuela Superior Marcelo Macías, en A Coruña, donde vive, y en Dirección de Arte por la Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería Elisava (Barcelona), abrió hace un año Sísmica, un estudio que ofrece servicios de dirección de arte, diseño gráfico y organización de eventos. En 2019 fue seleccionada artista emergente en la Cidade da Cultura, y durante tres años lideró el proyecto Ladies, Wine & Design, una iniciativa surgida en Estados Unidos para fomentar el trabajo colaborativo entre mujeres creativas. Eso es lo ofrece, «creatividad a medida».
—Trabajó en varias empresas...
—Empecé haciendo prácticas en La Voz de Galicia, en la sección de publicidad, de ahí fui evolucionando hacia el diseño gráfico puro... hasta que llegué a Caramelo, donde amplié el campo hacia el márketing, la gestión de redes sociales, la cesión de prendas a famosos para eventos, sesiones de fotos, etcétera. Caramelo fue como una universidad para mí, igual que Uniter, en Carral, una imprenta que trabaja directamente para Inditex, donde me encargué del desarrollo de creatividad y la innovación, la búsqueda de tendencias para proponer nuevas líneas de papelería.
—Usted se define como directora de arte, ¿qué implica?
—Abarca muy bien el punto en el que estoy. Desarrollar ideas me emociona y a veces olvido que hay barreras en la vida real. Igual que me hago mis muebles desarrollo cartelería. A nivel creativo me gusta tocar un poco en cada cosa, tengo una capacidad de pensamiento que me permite innovar, y luego cuento con los profesionales que saben para llevarlo a cabo y hacerlo realidad.
—¿Qué es Sísmica?
—Es una boutique creativa, son ideas a medida, acción multiforma. Si me pides diseño de mobiliario te lo puedo hacer, campañas de mercadotecnia... También empecé a ofrecer mentoring [método de aprendizaje a través de la experiencia] y me llamaron para dar clases de diseño en un par de escuelas de A Coruña.
—¿Quiénes son sus clientes?
—Administraciones, tiendas... Puede ser cualquiera que quiera darle un enfoque diferente a su empresa, a cómo está tratando la comunicación. En noviembre hice un stand para la Diputación de A Coruña, para Fairway, la feria del Camino de Santiago, y el concepto llamó mucho la atención. Consistía en dar a conocer la provincia a través de la artesanía, conté con artesanos para diseñar las piezas e intenté crear un espacio abierto y acogedor.
—¿Son servicios accesibles para una pequeña empresa?
—Hay manera de adaptarse al presupuesto y la Xunta saca subvenciones para pymes [pequeñas y medianas empresas] que les permiten contratar servicios de renovación de marca, web...
—Cuesta competir quedándose al margen de estas fórmulas.
—Siguiendo fórmulas antiguas, lo que nos encontramos es, por ejemplo, que todas las barberías tienen el mismo estilo [con el tubo de luz y los letreros vintage], no hay una inversión de marca. Es una fórmula que funciona, pero quizás uno tiene que conocerse a sí mismo y a su público para poder ofrecer lo que hace que la gente vuelva a su negocio.
—¿La clave es diferenciarse?
—A veces es simplemente un cambio de tono, tratar a alguien de tú y no de usted, llamar a un cliente para saber cómo está, hacer unos paquetes regalo de algo específico porque hoy es el aniversario de la primera vez que vino a la tienda... Es buscar las señas de identidad que hacen que la gente consuma local. Hay sitios que llevan toda la vida y han apostado por renovarse. Se puede fomentar el negocio local a través de la renovación de ideas.
—¿Algún ejemplo?
—La farmacia Villar, en A Coruña, un proyecto con el que yo no tengo nada que ver. Estaba en un local antiguo en la calle Real y se cambió al edificio de al lado, han renovado la estética manteniendo la esencia que tenían, eso llama a un público nuevo.
«Cada vez somos más las mujeres creativas y nos estamos haciendo más visibles»
A. F. C.
A Thais Suárez Rey, su experiencia en Ladies, Wine & Design le sirvió para contactar con mujeres de mucho talento, como Idoia Cuesta, Premio al mejor proyecto de artesanía de Galicia en 2021, o las dos socias de Anaquiños de papel, «creatividad y diseño en papel», con las que ha colaborado. «Ladies... es una iniciativa de Estados Unidos que puedes desarrollar en cualquier ciudad, una reunión al mes dirigida a mujeres creativas, para fomentar el trabajo colaborativo en un ambiente relajado... por eso lo del vino», comenta.
—¿Hay igualdad en el campo de la creatividad?
—Cada vez somos más mujeres y nos estamos haciendo más visibles, pero hay estudios que dicen que la mayoría de las personas que empiezan carreras creativas son mujeres, y los puestos de mando están ocupados por hombres. Al final, las cabezas visibles son hombres. Supongo que, ahora mismo, está cambiando la balanza. Creo que el trabajo diario y los resultados son la respuesta, es lo que hace que te llamen, el boca a boca... y hay muchas mujeres referentes.
—¿Hasta qué punto la pandemia alteró sus planes?
—Me agitó la vida para todos lados. Justo el 1 de marzo de 2020 me marché de A Coruña para trabajar en Luxemburgo, llevando la dirección de arte de una marca de complementos nutricionales. Al final me di cuenta de que tenía tantas ganas de hacer las cosas a mi manera y de apostar por casa. Irse es una solución y una necesidad, muchas veces, y volver es de valientes.
—Y usted es de las valientes...
— Decidí apostar por mí. Creo que aquí hay un público con el que se puede trabajar, por el que se puede apostar, contando con la gente de aquí. Va a hacer un año que volví y abrí Sísmica. La experiencia me vino muy bien, había gente de todas partes y eso te abre la mente y hace que veas las cosas de un modo diferente. Hay gente que se va y le va estupendamente [...], pero aquí hay mucha calidad, ideas, talento, y tenemos manera de exportarlo, de llegar a la isla más pequeña del mundo. Es muy fácil ofrecer trabajo desde aquí a una empresa de Alemania o de África del Sur, generas proyectos, creas lazos y otra comunicación. Todo lo que sea crecer es positivo.