El todavía Gobierno, en cambio, ha criticado la suspensión de la licitación y ha alertado que Chile podría ceder a China su puesto como segundo productor de litio a nivel mundial —el país ya fue superado por Australia en el 2016— debido al estancamiento del sector.
«Cada vez que queremos aumentar la producción de litio, terminamos en una pelea», lamentó el biministro de Energía y Minas, Juan Carlos Jobet.
«Esta licitación invita a empresas como socias del Estado para invertir y explotar el mineral. El Estado va a captar más del 50 % del recurso sin invertir, 1.000 millones de dólares al año durante la producción», expresó también.
La Justicia, en cualquier caso, no ha decretado la anulación, y expertos en derecho ven difícil que el proceso prospere hasta el punto de poner en jaque la licitación.