Galicia representa el 20 % de la cifra de negocio de Gestagua, que ya se encarga del abastecimiento en Lugo, Foz, Culleredo, Carballo y Baiona
22 nov 2021 . Actualizado a las 10:54 h.El simple gesto de abrir el grifo para llenar un vaso de agua conlleva un proceso complejo en el que intervienen gestores públicos y empresas concesionarias y que en la actualidad cuenta con un desafío importante provocado por el cambio climático: «Nos enfrentamos a una situación de escasez severa, con impactos en los abastecimientos urbanos, la agricultura, la industria y la generación de energía». Quien lo afirma es Rogerio Kohen y sabe bien de lo que habla, porque lleva más de 20 años dedicado a este sector, en puestos directivos de empresas en España y en Latinoamérica. Desde hace dos años es el director general de Gestagua, que forma parte del grupo Saur, una multinacional con 10.400 empleados y presencia en 19 países, que abastece a más de doce millones de personas de 7.000 municipios de Europa, América, Asia y África.
Galicia representa el 20% de la cifra de negocio de esta compañía, que está presente en la comunidad desde los años ochenta y que actualmente opera en Lugo, Foz, Culleredo, Carballo y Baiona; entre las cinco explotaciones, cuenta con 94 trabajadores y, pese a su carácter global, su representante subraya que «nuestra empresa es gallega, todo nuestro personal en Galicia es de allí». Además destaca que tienen la misma forma de trabajar «en municipios de 400 habitantes como en ciudades de más de 350.000». Este último caso es el de Las Palmas de Gran Canaria, donde Gestagua abastece a la población a través de un complejo y costoso proceso de desalación y al frente de la que están dos gallegos: Mercedes Fernández-Couto, como directora general, y Antonio Piñeiro, como director de operaciones: «Muchos técnicos de nuestra empresa vienen o han pasado por Galicia y ellos dos son ejemplo del talento con el que contamos».
Las peculiaridades geográficas de la isla canaria han hecho que el trabajo de está empresa sea pionero en desalación, una técnica que será clave en un futuro cercano en el que la escasez de agua será generalizado: «Es necesario mejorar la gestión del ciclo integral del agua como instrumento de lucha contra el cambio climático y en el futuro será clave revisar la regulación de los ríos», remarca Kohen. En Galicia, en concreto, ve necesario mejorar las capacidades de tratamiento de las estaciones de potabilización, la depuración de agua residual de poblaciones de mediano y pequeño tamaño; y ampliar los sistemas de drenaje urbano. Porque prevé que las precipitaciones vengan cada vez más escasas pero con episodios de mayor intensidad. En sus instalaciones de Carballo, según explica, han logrado reducido las fugas un 40 % en tres años, y en 350.000 metros cúbicos al año el agua que tienen que producir; También destaca que la mejora de equipos en Lugo y Culleredo se ha traducido en ahorro energético y reducción de emisiones de dióxido de carbono.
El compromiso con el Medio Ambiente es uno de los pilares de esta empresa que han colocado bonos vinculados a la sostenibilidad por 950 millones de euros, «lo que evidencia la confianza de nuestros inversores en nuestro modelo», afirma. Y su CEO presume además de cumplir normativas en responsabilidad social y ética que les diferencia de sus competidores.
Uno de sus últimos hitos ha sido la adquisición de Aquapor, líder de servicios en Portugal, que convierte a Gestagua-Saur en el tercer operador de la Península Ibérica. Y, conscientes de que en los próximos años saldrán a concurso muchos contratos en Galicia, confían en que la transparencia y su forma de trabajar, ayuden a seguir creciendo en esta comunidad.