Las navieras proponen gravar sus emisiones

MERCADOS

Contenedores en barcos en el puerto de Los Angeles, en California
Contenedores en barcos en el puerto de Los Angeles, en California LUCY NICHOLSON

El transporte marítimo es responsable de entre el 2 % y el 3 % del dióxido de carbono el emitido. El mayor gigante del mar, Maersk, multiplicó casi por ocho sus beneficios hasta septiembre

14 nov 2021 . Actualizado a las 21:51 h.

Inditex, Amazon o Ikea son algunas de las empresas que han decidido pasarse al zero: cero emisiones para el 2040. Al menos en lo que respecta al transporte de mercancías por vía marítima. Es uno de los acuerdos que se refrendaron durante la COP26, que cerró esta semana sus puertas en Glasgow. La intención de muchos gigantes multinacionales de acabar con la economía del petróleo está añadiendo presión sobre las grandes navieras, que afrontan un horizonte de descarbonización de sus flotas. Una tarea que no solo exigirá renovar los buques, también necesitará el despliegue de infraestructuras de repostaje y combustibles alternativos, todavía en fase de prueba y error. Las capacidades en las diferentes rutas no son las mismas. Hay puertos que podrán invertir en la renovación, otros no. Por eso la Cámara Naviera Internacional (ICS), que representa al 80 % de la flota de armadores, propuso en el mes de septiembre la introducción de un impuesto internacional a las emisiones de CO2. La organización sostiene que es la forma más eficaz de financiar la transición. Cualquier barco que exceda las 5.000 toneladas brutas y se dedique al transporte internacional estaría sujeto a esta tasa —por tonelada de CO2 emitida—. ¿A dónde iría el dinero? Al Fondo Climático de la Organización Marítima Internacional (IMO) —órgano de las Naciones Unidas—, que se encargaría de desplegar la estrategia de cero emisiones de puerto en puerto, garantizando que pueden suministrar a los buques combustibles como el hidrógeno verde.

El transporte marítimo mueve alrededor del 90 % del comercio mundial. Se le imputa la emisión de entre el 2 y 3 % de todo el dióxido de carbono emitido a la atmósfera, por eso la industria pide a las navieras que se den prisa. Los armadores insisten: por el momento no hay suficiente volumen y disponibilidad de combustibles como para reemplazar la flota a 2030.

 Beneficios récord

No se trata, sin embargo, de una propuesta filantrópica. Coincide con un año histórico para los grandes gigantes del mar, en términos de beneficios. Mientras las empresas pagan hasta seis y ocho veces más por transportar sus mercancías de Asia a Europa, las grandes navieras se bañan en oro. La danesa Maersk, la más grande del mundo, se anotó ganancias de unos 10.200 millones de euros en los nueve primeros meses del año, casi ocho veces más que en el mismo período del 2020. Solo entre julio y septiembre, los meses más prohibitivos para el flete de contenedores, los beneficios crecieron hasta los casi 4.700 millones. Lo mismo ocurre con su rival, Cosco. Su beneficio bruto hasta septiembre creció un 33,1 % interanual, según Mundo Marítimo.

 Pérdida de contenedores

El 2020 y el 2021 están siendo atípicos en lo que se refiere también a la pérdida de contenedores a bordo de buques. Entre el último trimestre del 2020 y principios es del 2021 se evaporaron más de 3.500 contenedores, cuando el promedio por año es de apenas 570, según el World Shipping Council.