La venta de viviendas de alta calidad crece a un ritmo vertiginoso. Los compradores vienen de Europa, Asia o Latinoamérica y crece la demanda de estas casas por parte de los «millennials»
07 nov 2021 . Actualizado a las 23:18 h.El ladrillo pisa el acelerador. A diferencia de la anterior crisis económica, de la que este sector salió herido de gravedad; el coronavirus lejos de estancar el crecimiento que venía experimentando la compraventa de viviendas parece haber dado alas. Y sobre todo a algunos sectores muy especiales. Porque son muchos los estudios que atestiguan que la vivienda de lujo vive su particular época dorada. Según un estudio de la consultora Lucas Fox, la recuperación del sector del ladrillo no es solo un hecho constatable, sino que tiene visos de seguir creciendo a un ritmo vertiginoso: «Si bien la primera mitad del año pasado estuvo marcada por la tremenda sacudida que supuso la pandemia del covid en nuestro día a día, la primera mitad del 2021 ha traído consigo noticias más alentadoras. Todos los informes apuntan a que en España se está produciendo una recuperación sostenida tanto de las ventas, como de los precios y de los préstamos hipotecarios. Pero no solo con respecto al año pasado, cuando la actividad se vio prácticamente paralizada por el confinamiento, sino también respecto a los dos años anteriores a la pandemia», explican en su informe, en el que recalcan que la recuperación de la construcción está siendo más vigorosa de lo que nadie podría haber predicho en los meses más lúgubres del primer semestre del 2020.
Eso sí, la crisis sanitaria ha dejado huella. Mucha. Y los gustos de los compradores (tanto de los patrios como de los extranjeros) han sufrido importantes mutaciones. Unos cambios que, por cierto, sientan realmente bien al mercado de vivienda de nuestro país. Porque a consecuencia del coronavirus se ha apreciado una preferencia por vivir en viviendas con espacios exteriores y ubicadas en zonas con baja densidad de población: «España ofrece una multitud de beneficios para los que buscan comprar una vivienda en un entorno adaptado a las nuevas exigencias. Además, el clima es uno de los más benévolos de Europa, cuenta con excelentes infraestructuras y ofrece una calidad de vida muy alta», resumen.
Con todos estos factores remando a favor, el mercado de viviendas de lujo puede convertirse en uno de los de mayor crecimiento durante los próximos meses.
No vienen de tiempos muy complicados tampoco. Porque según los datos del Colegio de Notarios de España, se vendieron un total de 490.113 viviendas en el 2020; es decir, la caída registrada con respecto al año anterior solo fue del 14,6 %. Dicho así, puede parecer un porcentaje importante, pero para darse cuenta de la trascendencia de los datos no hay más que retrotraerse hasta el 2008, cuando la crisis económica llevó a estos registros a hundirse un 34 %: «En otras palabras, el coronavirus ha sido menos negativo para el mercado que el estallido de la burbuja inmobiliaria de hace 15 años», sentencian desde Lucas Fox, que además muestran otra de las diferencias con respecto a la época de vacas flacas anterior: «La pandemia ha venido seguida de una recuperación prácticamente inmediata».
Pero, ¿quién está comprando? Dicen los expertos de Instituto de Valoraciones que en esta recuperación ha tenido un gran papel el comprador particular y el inversor de viviendas de lujo, que buscan inmuebles ubicados en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, pero también en las zonas de costa de nuestro país. Explican que en momentos de crisis e incertidumbre, «es de esperar que aquellos con alto poder adquisitivo aprovechen la oferta y las facilidades de la compra para realizar inversiones».
España se ha convertido en uno de los grandes reclamos para el dinero extranjero. Es, tal y como lo definen los expertos, el place to be (el lugar en el que estar). Los europeos buscan desesperadamente destinos de sol, costa y buen tiempo que, además, les ofrezcan una buena oferta de servicios, gastronomía, cultura y ocio: «Los europeos buscan propiedades de lujo ubicadas en los enclaves de playa. Las ciudades principales y más comerciales como son Madrid y Barcelona llaman la atención de europeos, pero también de otros extranjeros provenientes de Asia o Latinoamérica», explican desde Instituto de Valoraciones.
También anima a estirar el bolsillo las grandes posibilidades de rentabilidad que ofrecen los inmuebles españoles. Invertir en una vivienda sigue siendo una apuesta segura, una cuestión que ha dejado patente la crisis del coronavirus: «El mercado de lujo está al alza y esto supone que ahora sea el momento de invertir antes de que los precios se incrementen, aprovechando las oportunidades inmobiliarias. A esto se le une también el deseo que tienen los inversores por adquirir propiedades para obtener ingresos y crear patrimonio en un momento en el que la inflación presenta una tendencia de crecimiento, y la vivienda ofrece mejores rentabilidades que otros productos financieros.
Los millennials compran
No es cosa solo de inversores ya experimentados. El auge de este mercado viene acompañado de la aparición de ciertos públicos que están mostrando interés por la vivienda de lujo. Es el caso de los jóvenes y millennials emprendedores. Creadores de empresas emergentes y del mundo de la tecnología con un alto poder adquisitivo que buscan viviendas con ciertas comodidades y calidad: «Si bien este grupo está dispuesto a invertir presupuestos altos en su vivienda ideal, suelen buscar mucho para conseguir las mejores opciones a un precio justo de mercado». A ellos también se unen los extranjeros no europeos que buscan inmuebles con valores superiores al medio millón de euros para lograr así la Golden Visa.