Sonia Otero: «El albariño ha impulsado el potencial vitícola de Galicia»

MERCADOS

MONICA IRAGO

Esta cambadesa heredó el amor por el vino de sus padres, entre los pioneros que dieron los primeros pasos para la creación del Consello Regulador da Denominación de Orixe Rías Baixas. Ahora está al frente de la bodega y la destilería Viña Blanca del Salnés, donde elabora vinos de autora

31 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Sonia Otero Padín (Cambados, 49 años), licenciada en Ciencias Biológicas y máster en Enología y Viticultura, está al frente de la bodega y destilería Viña Blanca del Salnés, una empresa familiar fundada a finales de los años 70. «Mis padres fueron pioneros, innovadores, los que empezaron, con otros dos bodegueros, a elaborar albariño para vender. Hasta ese momento se elaboraba para casa, pero apenas se embotellada, salvo para la Festa do Albariño. Las primeras etiquetas se hicieron precisamente para la fiesta, cada año una distinta, conmemorativa de la edición», explica. Fueron los pasos previos a la creación del Consello Regulador da Denominación de Orixe Rías Baixas, que revolucionó el sector. Desde niña se implicó en un mundo que hoy es su vida, como bodeguera, enóloga y catadora, además de ser vocal del Consello Regulador de Indicacións Xeográficas dos Augardentes e Licores Tradicionais de Galicia.

-¿Qué producción tiene la bodega Viña Blanca del Salnés?

-Estoy dentro de las bodegas que elaboran en torno a treinta mil litros. Tengo plantación propia y solamente elaboro lo que producen nuestros viñedos, no suelo comprar uva. Así tienes todo el seguimiento de la viña, conoces el ciclo completo a la perfección. Prefiero quedarme ahí, hacer algo especial, con mi propio viñedo, una viña de autora.

-¿Cuál es su mercado?

-Alguna exportación esporádica, porque por volumen no puedo hacerlo de forma habitual, y la mayor parte de las ventas en Galicia, algo en el resto de España.

-¿Qué distingue al albariño?

-Es una variedad de uva autóctona de Galicia (de las muchas que hay), la de mayor producción. El albariño es uno de los grandes vinos blancos, es una variedad aromática que puede dar complejidad en boca. Es una uva pequeña, con una elevada proporción entre piel y pulpa (la parte aromática está en la piel). Es aromática y, al mismo tiempo, muy compleja, depende del suelo, la disposición del terreno, el sistema de cultivo, la añada, la poda, el tratamiento... Puedes utilizar levadura autóctona o comercial, pero aun así, la complejidad que crea es muy grande, de ahí que sea uno de los blancos más venerados y una variedad con muchísimo potencial.

-¿A qué se refiere?

-Ahora mismo se están produciendo distintos tipos de vino con la variedad de uva albariño, como los espumosos, de uvas tardías, de crianza sobre lías, en barrica, solamente en acero inoxidable... Depende de cómo lo trabajes, tiene cuerpo, aroma y complejidad. Nosotros ya lo sabíamos, pero ahora la gente empieza a aprender que el albariño no hay por qué consumirlo en el año, puede ser un vino de añada impresionante, un vino de diez años en botella. Va evolucionando. Al principio es un vino joven, con afrutados más frescos, más cítricos... pero después esa fruta evoluciona, madura... y te da un vino muy complejo, muy equilibrado, con mucho cuerpo, puede dar cosas excepcionales. Es lo que la gente está empezando a descubrir. El consumidor tenía la idea de que solo era un vino joven, del año, y no es únicamente eso.

-¿Con qué zonas compiten?

-Australia, Argentina, Sudáfrica... pero nosotros, a pesar de ser una región pequeña, hemos conseguido tener una variedad en auge partiendo casi de cero, ha sido un hito, un logro. El albariño es la variedad [de blanco] de mayor producción, pero también ha abierto la puerta a la recuperación de muchísimas variedades que estaban olvidadas, de blanco y también de tinto, y así, a todo el potencial vitícola de Galicia. Galicia y el norte de Portugal es la zona, a nivel mundial, con más variedades autóctonas. El albariño ya lo han plantado hasta en Australia, pero nuestra ventaja es que contamos con el clima de donde es autóctono, en un área templada, que ayuda a aportar la frescura aromática al vino.

-¿Cómo ha ido la vendimia?

-Bien, ha habido buena cosecha, aunque ha sido un año complejo.

-¿Qué impacto ha tenido la pandemia en el sector?

-Hubo incertidumbre, al principio, pero después el mercado respondió bastante bien, la gente empezó a consumir más en su casa, al estar cerrada la hostelería. Agradecemos al consumidor que haya seguido fiel al producto.

«En Galicia hubo siempre bastante paridad en el mundo del vino, más que fuera»

 

A. F. C.

Tras días de mucho trabajo, por la vendimia, Sonia Otero Padín, a la que sus amigos llaman «mujer-orquesta», ha podido bajar algo el ritmo. De pequeña acompañaba a su padre a ferias y echaba una mano en el puesto de la Festa do Albariño, y especializarse en enología fue un paso natural. «En Galicia siempre ha habido bastante paridad en el mundo del vino. En la D. O. Rías Baixas siempre ha habido muchas mujeres dedicadas al sector. Cuando empecé como catadora ya éramos muchas. Sin embargo, hace treinta años, te ibas a otras zonas españolas de producción vitícola y era extraordinario ver mujeres al frente. En Galicia tenemos otra cultura, de base matriarcal. La mujer siempre ha tenido mucha importancia en el rural», reflexiona.

-¿Es frecuente ver mujeres al frente de las bodegas?

-En Galicia siempre ha sido normal ver mujeres en el tractor, y con el tiempo también las vemos en otros ámbitos del sector. El mundo ha evolucionado, cada vez son más en la universidad y en todos los campos. Galicia fue casi una avanzadilla en el terreno de la igualdad.

-Gestiona la bodega y la destilería Viña Blanca del Salnés...

-Sí, la destilería la montaron mis padres sobre el año 1996, vieron que los destilados tenían futuro en Galicia. Había mucha tradición y ellos optaron por fundar una destilería legal y entraron en el consejo regulador. Producimos orujo, licores de café e hierbas, y otros licores, elaboraciones especiales, que no pueden estar bajo el amparo de la Indicación Xeográfica Protexida de Orujo de Galicia, de naranja, frambuesa...

-¿Por qué se hizo catadora?

-Me apasiona, está dentro de mi trabajo y mi formación. Soy catadora oficial, del panel de cata de Rías Baixas, del de Orujo de Galicia y del de quesos de Galicia. No es un oficio, lo compaginas con tu trabajo. Lleva tiempo y entrenamiento. También hago catas formativas con Orujo de Galicia, dirigidas al público.

-Es una responsabilidad...

-Sí, grande. En el panel de cata de Rías Baixas o el de Orujo de Galicia tienes que certificar un producto para salir al mercado, decir si cumple o no los parámetros del consejo regulador, si se puede comercializar o no.