Las castañas gallegas llegan a las mesas de medio mundo

MERCADOS

Carlos Castro

La compañía de Monterroso, líder mundial en el sector, procesa cada año entre 7.000 y 8.000 toneladas de fruto. Exportan el 98% de la producción a países como Francia, Suiza, Estados Unidos o Japón

17 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es una potencia mundial en la producción de castañas, aunque no lo es tanto en consumo. Es fuera de nuestras fronteras donde este fruto tiene más aceptación, una demanda que sigue creciendo, por lo que desde el sector llevan tiempo reclamando que la comunidad apueste por la producción de castañas. De esto saben mucho en Alibós, empresa de procesado y comercialización de castañas que, desde Monterroso, es líder mundial en el sector. «Somos a maior empresa de Europa de pelado industrial e conxelado de castaña», explica Jesús Quintá, gerente de una firma que, además, se encuentra en el top five mundial.

En plena campaña de la castaña, que se concentra aproximadamente entre los meses de octubre y enero, por la cinta transportadora del corazón de Alibós pasan cada día 70.000 kilos de castañas, que serán clasificadas por variedades (en Galicia hay más de ochenta), despojadas de sus dos pieles y congeladas o convertidas en puré. Bajo diferentes formatos y envases llegarán a las mesas de medio mundo. Y es que Alibós exporta el 98% de su producción, que al año alcanza un total de entre 7.000 y 8.000 toneladas de castañas. El fruto que sale de la factoría lucense se degusta en todos los continentes (salvo en el africano), y llega a 17 países, aunque los principales consumidores son Francia, Suiza Inglaterra, Bélgica, Italia, Japón y Estados Unidos.

Alibós es una empresa industrial de venta al por mayor. Una parte de su producción, congelada, tiene como destino supermercados, en bolsas de un kilo o de medio, y de dos kilos y medio en el caso de la restauración. La otra parte, destinada a empresas o grandes superficies, se comercializa en distintos formatos: marrón glacé, almíbar, para fabricar helados, castañas cocidas (que tienen mucha demanda en Francia), purés (muy solicitados en Suiza, Japón y Francia) o incluso para rellenos de pavo (que demandan desde Estados Unidos).

Aún con la campaña en sus inicios, Quintá augura un buen año: «Parece que vén ben este ano, choveu moi ben en setembro, viñeron meses bos en xuño e xullo e as árbores están cargadas de froito. Iso en canto á cantidade; no que se refire á calidade, aínda non sabemos. Pero despois de catro campañas desastrosas, estamos esperanzados», afirma. También ha contribuido a las buenas previsiones el mayor control de la avispilla: «A árbore está máis forte e combátea mellor, pero hai que esperar a novembro para confirmar todo».

La castaña no deja desperdicios en Alibós, pues aprovechan todas sus partes. Las pieles del fruto se utilizan como biomasa para calentar las instalaciones, pero también para fabricar compost con el que abonar las fincas. En cuanto a los restos comestibles de castañas que no se aprovechan para su comercialización, se convierten en piensos y otros preparados para la alimentación animal, sobre todo, de cerdos criados en explotaciones de Galicia a base de castañas. A este último fin destinan cada año más de dos mil toneladas de castañas.

El trabajo en Alibós se concentra, principalmente, entre octubre y enero, meses en los que la plantilla llega a los 130 empleados. El resto del año, se reduce a una treintena de trabajadores, que se dedican a labores de mantenimiento, preparación de pedidos, embolsados, cuidado de soutos... Siempre dedicados en exclusiva a las castañas, ya que hace tiempo que dejaron la comercialización de setas y frambuesas. Y la empresa no deja de crecer. A pesar de que la crisis del covid les ha hecho bajar las ventas en algunos países, la diversificación de sus mercados les permitió cerrar el 2020 con un crecimiento del 17 %. La facturación fue de 17 millones de euros y en este ejercicio esperan incrementarla hasta 19 ó 20 millones. Próximamente instalarán placas solares y una nueva caldera de biomasa, y el año pasado invirtieron más de un millón en automatización de la empresa.

Carlos Castro

«Galicia debe producir moito máis, cada ano impórtanse 10.000 toneladas»

 Jesús Quintá decatouse hai tempo do potencial que tiña Galicia no sector das castañas. El dirixía a empresa de Monterroso cando estaba en mans de Ebro Puleva, sendo Arotz, que nacera como empresa familiar a finais dos sesenta, dedicada ás setas: «No 2006 adquirinlla a Ebro Puleva e agora é 100 % galega, centrada só na castaña».

-Ten Galicia capacidade para producir máis castañas?

-Por suposto, é unha zona de moito futuro porque hai terreo e é bo. Galicia debería producir moita máis castaña, xa que cada ano se importan 10.000 toneladas. Se se produciran aquí, habería máis beneficios para o campo galego. Levamos tempo pelexando por que se fomente este sector.

-De onde proceden as castañas que procesan en Monterroso?

-A maioría son da zona da Ulloa e do resto de Galicia, pero debido á demanda tamén collemos do Bierzo, Extremadura, Zamora e Portugal e, nalgunha ocasión, tivemos que recorrer a Chile e Italia. Ademais, este será o primeiro ano que recollamos castañas dos soutos que plantamos hai dez anos. Temos máis de 200 hectáreas de castiñeiros propios para abastecer unha parte da factoría, todos en ecolóxico e dentro da IXP (Indicación Xeográfica Protexida) Castaña de Galicia. Tamén contamos con propietarios particulares asociados a Alibós, que suman unhas 300 hectáreas, todas de variedades de alta calidade, enxertados, podados e, a maior parte, en ecolóxico.

-A canto pagan as castañas?

-Depende da calidade e variedade, así que oscila entre un e dous euros o quilo. Normalmente, compramos a almacenistas, non directamente ao produtor.