El sector de las ferias recupera el pulso perdido durante la pandemia: los grandes certámenes de la comunidad vuelven a abrir sus puertas aún condicionados por las restricciones, que ratifica su apuesta por la presencialidad

M. Sío Dopeso
Redactora

El Mobile World Congress (MWC), que se celebró el pasado mes de junio en Fira de Barcelona fue la primera gran prueba de fuego después de meses de restricciones para un sector anulado durante meses por la pandemia y sus restricciones en prácticamente todo el mundo, que solo en España y durante el 2020, se ha visto obligado a cancelar o posponer más de 190 ferias y 270 congresos, según un balance conjunto de la Asociación de Ferias Españolas (AFE) y la Asociación de Palacios de Congresos de España (APCE).

Ha sido un duro golpe para la industria ferial que genera 13.000 millones de euros de negocio al año en España, y un aporte de 6.500 millones de euros al PIB, además de 123.000 empleos directos e indirectos. Y su parón forzoso ha tenido un grave perjuicio de efecto dominó en otros servicios relacionados, como alojamiento, restauración, viajes, transportes, montaje de expositores, audiovisuales, auxiliares de eventos, intérpretes, iluminación, sonido y ocio, entre otros.

 Ganas de feria

En la cresta de la quinta ola de la pandemia, el Mobile World Congress demostró que, a pesar de las restricciones, el mundo de los negocios tiene ganas de feria. Por supuesto, no fue lo mismo (acudieron un tercio de los 100.000 visitantes de la última edición) , pero su sola celebración tras un año tan difícil fue un mensaje de reactivación y esperanza al que se han ido sumando convocatorias en este segundo semestre del 2021 (el calendario ferial aprobado por la Secretaría de Estado de Comercio cifra en 107 ferias internacionales programadas para su celebración en el transcurso de este año).

Y en este escenario de vuelta al contacto humano en el mundo de los negocios, Galicia también empieza a recuperar el pulso perdido. Los primeros en dar el paso fueron los salones sectoriales del automóvil, con una discreta asistencia. Pero la primera gran convocatoria de la nueva normalidad fue la feria Mindtech (Metal Industry and Technologies International Trade Frair) que organiza la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) y que el pasado mes de julio consiguió reunir a 15.500 visitantes y albergar 215 expositores.

«A pesar de todo, hemos seguido apostando por la presencialidad de Mindtech, y las cifras demuestran que no nos hemos equivocado. Hemos organizado una feria cumpliendo con todas las medidas de seguridad en estrecha colaboración con las autoridades sanitarias y hemos visto que el sector necesitaba efectivamente un escaparate como este para impulsar su recuperación tras el impacto del covid-19. Mindtech ha sido un encuentro de alto valor añadido en el que las empresas han podido cerrar importantes contratos, y proyectos de interés que marcarán sin duda la evolución y esperaba recuperación en los próximos meses», explica su director, Justo Sierra.

Pero el mejor medidor del impacto de la pandemia es Conxemar, la feria del sector del congelado que se celebra anualmente en Vigo, y que en el 2019, su última edición, recibió 37.000 visitantes. Es el mayor certamen de los que se celebran en Galicia, y esta semana que termina pasó con éxito la prueba de fuego, no sin encajar el golpe de la pandemia, ya que ha sentido la ausencia de un centenar de expositores extranjeros. Pero la elevada presencia de empresas y la afluencia de profesionales en las tres jornadas ha permitido constatar que la recuperación del sector de ferias y congresos está en marcha. «Estamos más que satisfechos de como ha transcurrido este certamen, por el volumen de negocio movido y por la gran cantidad de contactos propiciados», dice la organización.

El reencuentro con los negocios cuerpo a cuerpo

M.MORALEJO

Congresos, work shops o meeting points. El mundo de los negocios retoma con fuerza , sin decir adiós del todo a los webinar

«La pandemia lo paró todo, incluso la posibilidad de cerrar contratos», cuenta un empresario gallego de la construcción naval que el pasado mes de septiembre realizó su primer viaje internacional para firmar un pedido, después de meses de reuniones telemáticas. «Hay operaciones, en especial con determinados países, en los que la presencialidad es fundamental, y aunque avances los acuerdos por videoconferencias, la firma de los contratos se han visto muy dilatadas», aclara.

El factor humano es clave para cerrar un acuerdo, y eso hace que con el levantamiento de las restricciones las empresas vuelvan a apostar por el reencuentro de los negocios cuerpo a cuerpo. La consultora americana McKinsey revela en un estudio que la brusca caída de la actividad derivada de la pandemia provocó un descenso de los viajes corporativos del 52 % durante el año 2020.

El sector de los encuentros de negocios movía antes de la crisis sanitaria en España 24.000 millones de euros y en todo el mundo en torno a 2,4 billones. En el ámbito corporativo el estudio distingue cuatro tipos de viajeros: los que volvieron a moverse en cuanto se levantaron las restricciones (un 15 % del gasto total) y los que están esperando a ver cómo evoluciona la pandemia (un 5 % del gasto), que son compañías y organismos públicos en sectores poco competitivos.

En un tercer escalón sitúa a aquellos que «tienen miedo a quedarse atrás», empresas de sectores muy competitivos donde «ser el primero puede generar ventajas», en el que engloban al 60 % del gasto, y en el cuarto, «los que nunca volverán», que representan el 20 % del gasto y son empresas que ya eran nativas digitales y otras que han aprovechado la coyuntura para hacer recortes.

«La economía y las empresas «nos estamos desperezando», dicen desde Iberia, que constatan una paulatina vuelta a la normalidad en el mercado de viajes corporativos domésticos y hacia Europa, no así en los de largo recorrido, «que no acaban de tirar» por la propia dinámica de las empresas y por las restricciones todavía en muchos países. «La oportunidad que ha ofrecido esta crisis no está en reducir los viajes de trabajo, sino en conseguir nuevos clientes y generar nuevos modelos de negocio», explican desde la aerolínea.

El sector insiste en que las reuniones presenciales generan más retornos para las empresas que los eventos a través de las plataformas digitales. Arsenio Prieto, gerente del IFEVI (Instituto Ferial de Vigo) recuerda el 82 % de los encuentros presenciales son más productivos que los que se celebran on line, o así era hasta este momento de gran incertidumbre en el que está en revisión el modelo de trabajo del futuro. «Hasta que eso no se aclare vamos a tener problemas para reactivar los viajes de negocios, como antes de la pandemia pero, pese a todo, en el 2022 habrá un repunte «muy importante» de la actividad porque hay mucha demanda embalsada y no habrá recuperación plena de la economía si no se reactivan los encuentros de negocios».

¿Cómo va a evolucionar el sector en Galicia? «Volvemos a tener ilusión, pero vamos a necesitar otro año para remontar la crisis. Aun así, cerraremos el 2021 con dos congresos importantes y cuatro medianos», afirma Juana Abellaneda, directora del Palexco de A Coruña, ciudad en la que la pasada primavera se constituyó Hace poco más de una semana se constituía oficialmente A Coruña Convention Bureau. Su presidente, José Blanco, ve un escenario poscovid muy competitivo. «Va a ser una época de mucha competencia entre destinos, con nuevos jugadores que habitualmente no entraban en los congresos nacionales, porque tenían su foco de interés puesto más en eventos internacionales. Me refiero a Barcelona, Madrid o Palma de Mallorca. Se han dado cuenta de que ahora el nicho de negocio puede estar ahí y cuentan con estructuras de organización muy rodadas, así que va a haber mucha competencia, lo que nos obliga a ser muy ágiles en nuestra respuesta para tener una oferta muy compacta.

El otoño ha arrancado fuerte en el Palacio de Congresos de Santiago de Compostela, con un total de 18 congresos, ferias y eventos significados hasta diciembre. «Tenemos todo ocupado de aquí a diciembre» y solo podrían «meter con calzador alguna cosita, pero mirándolo mucho, porque la mayoría de los espacios están ocupados», dice su directora, Belén Montero, ahora mismo centrada en resolver las demandas de aquellos congresos que quieren aprovechar la mayor apertura de aforos para ampliar también su nivel de convocatoria.

«Los eventos más pequeños lo van a tener más difícil»

M. MORALEJO

Javier Arnau es director de Navalia, la feria internacional del naval que se celebra en Vigo cada dos años y que, tras la cancelación forzosa de la edición que debería haberse celebrado en el 2020, se dispone a abrir sus puertas en mayo del 2022 con el 80 % de la superficie ya reservada. «Queremos pensar que el próximo año las ferias serán casi iguales a lo que estábamos acostumbrados, por eso estamos muy ilusionados con que 2022 sea un gran evento» vaticina Arnau.

La clave del éxito de esta feria sectorial que va por su octava edición es la fidelidad. «El 60 % de los expositores que ya habían pagado su reserva para participar en Navalia 2020 dejaron el importe como señal para participar en el 2022», explica el director de la feria. «Nos está siendo muy grato comprobar como las empresas nacionales e internacionales siguen apostando por el formato presencial de la feria», añade Arnau, que además es consejero delegado de la empresa de organización de eventos Muéstralo.

Como experto en el sector, está convencido de la plena recuperación de la presencialidad necesaria para la celebración de las ferias y congresos de eferencia. «Además de economista soy sociólogo y puedo asegurar, por experiencia de lo que estamos viendo, que la gente está deseando juntarse. En estos meses de restricciones hemos hecho webinars y ferias virtuales, pero a pesar de los exigentes protocolos de seguridad impuestos para controlar pandemia, y de las restricciones a la movilidad, tan pronto se ha podido viajar la gente ha vuelto a apostar por la presencialidad», afirma.

El director de Navalia apuesta por el sector ferial, pero reconoce que algunas cosas que han cambiado con la pandemia ya no volverán a ser como antes. «Veo cambios en la forma de reunirse. Por ejemplo, antes la gente iba cinco veces o las que hicieran falta a Madrid para reuniones. Ahora las empresas discriminan más a qué tipo de eventos van a acudir, y se limita más. Si antes acudías a 10 eventos al año, ahora vas a la mitad, por motivos económicos y porque el formato híbrido que permite la tecnología lo favorece», asegura. En este proceso de selección natural, algunas ferias saldrán reforzadas y otras acabarán por desaparecer, en opinión del experto. «Los eventos más pequeños lo van a atener más difícil, porque los profesionales van a discriminar más su asistencia, pero tampoco las grandes ferias, con muchos pabellones lo tienen fácil a partir de ahora. Yo apostaría más por el tamaño medio, porque da tiempo a verla, a hacer agenda y contactos fuera de la feria», explica.

«Los encuentros presenciales son una gran palanca económica»

 

 

La Asociación de Ferias Españolas (AFE), que representa un 90% de la actividad ferial del país, ha realizado una encuesta entre sus socios para analizar tanto los efectos de la crisis sanitaria como sus perspectivas de recuperación. Su presidente, Xabier Basañez, explica que las conclusiones señalan que «la pandemia ha confirmado el valor de los encuentros presenciales como palanca económica de primer orden, lo que permite prever una recuperación significativa de la industria ferial a lo largo de los próximos meses».

«Las ferias son grandes aliadas de las empresas y el hecho de que puedan celebrarse de nuevo ayudará a la recuperación de múltiples sectores y de la economía en su conjunto», añade. De acuerdo con la auditoría que AFE suele llevar a cabo en los primeros meses del año, los recintos pertenecientes a esta agrupación albergaron en el 2020 un total de 100 ferias, en las que participaron 1.391.000 visitantes y 11.700 expositores directos repartidos en una superficie neta de 885.000 metros cuadrados. El 54% de estos certámenes, fueron de carácter profesional.

Según Basañez, el hecho de que el 2021 haya evolucionado de forma positiva, unido a la rápida adaptación a los nuevos modelos de encuentro, permitió a los organizadores combatir los efectos de la crisis del covid, a pesar de las fuertes restricciones sociosanitarias y de movilidad que caracterizaron el pasado ejercicio. «Los organizadores feriales hemos reaccionado con grandes dosis de flexibilidad y compromiso en un año difícil, lo que nos ha permitido mitigar el impacto de esta crisis y nos da solidez para afrontar los próximos retos», asegura. «Con todo, nuestra previsión sitúa los ingresos de 2021 globalmente entre un 55 % y un 60 % de los que se registraron en 2019. Confiamos en que la actividad vaya recuperándose gradualmente, pero todo dependerá de la mejora que se produzca en materia de movilidad y de la velocidad del proceso de vacunación especialmente en otros países», puntualiza el presidente de AFE.