La concentración sectorial de las exportaciones gallegas

Isabel Novo Corti Catedrática de Análisis Económico (UDC) / Miembro del Foro Económico de Galicia.

MERCADOS

PSA PEUGEOT CITROËN

10 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El dinamismo del sector exterior es un indicador de la buena salud de una economía. Los devastadores efectos del covid-19 sobre la sociedad, la economía en general y sobre las exportaciones en particular, han afectado tanto a la producción como a las exportaciones a nivel global. A pesar de que Galicia sufrió al igual que el resto de España dichos efectos, el comportamiento de las exportaciones gallegas en relación con las españolas ha sido francamente bueno, lo que permitió a Galicia tomar la delantera sobre España a la hora de alcanzar el nivel exportador prepandemia.

Sin embargo, una mirada más detallada a la composición de las exportaciones gallegas muestra signos de alerta, ya que son tres los principales sectores sobre los que recae la mayor parte de las ventas al extranjero. El sector del automóvil y el textil, junto con el de alimentación, han supuesto más del 50 % y del 60 % del total de las exportaciones gallegas en 2019 y 2020, respectivamente. Estas proporciones se mantienen estables en el análisis mensual y la concentración ha aumentado con la pandemia por su efecto sobre los pequeños exportadores.

Esta preocupación se incrementa si se comprueba además que, de los tres sectores, los dos más importantes - la automoción y el textil, que suponen aproximadamente la mitad de las exportaciones- se caracterizan por un alto grado de concentración en ciertos conglomerados empresariales concretos, es decir, Citröen e Inditex. El sector alimentario, es, por el contrario, más diversificado, tanto en bienes como en empresas.

De esta manera, la aparente fortaleza de las exportaciones gallegas respecto a las españolas puede convertirse en un gigante con pies de barro si no se trata de fomentar la diversificación sectorial. La tarea no resulta fácil, pero sí muy necesaria.

El privilegio de tener en nuestro sector productivo empresas exitosas como las citadas es precisamente lo que marca tanto el volumen como la evolución positiva de las exportaciones. Aunque ambos sectores han seguido trayectorias diferentes, con dispares efectos de la pandemia sobre los mismos, el peso conjunto se mantiene y la espectacular dinámica de crecimiento de las exportaciones en automoción ha compensado con creces los impactos en el textil.

En este contexto, no resulta complicado imaginar qué podría ocurrir si alguno de estos dos grandes grupos empresariales decidiese modificar su estrategia, tomando decisiones que localizasen su producción en lugares fuera del territorio gallego. Sin duda, el sector exterior de Galicia reflejaría el efecto de dichas decisiones. Las expectativas empresariales, en su legítima búsqueda del beneficio, cuyas acciones responden a la prosperidad de la propia empresa, probablemente no considerarán un objetivo prioritario el seguir actuando como motor de las exportaciones gallegas y, por tanto, la dependencia de las mismas escapa a cualquier agente económico o social que vele por el sector exterior gallego. De momento, sus actividades son el alma y el motor de las exportaciones gallegas. Es el momento de alegrarse por ello y de preparar el futuro para nuevas alegrías, mediante el fomento de actividades empresariales exportadoras, a través de las correspondientes políticas públicas que las impulsen y favorezcan. No se trata de ser pesimistas, sobre todo cuando los datos van a favor, sino de ser previsores.

Isabel Novo Corti Catedrática de Análisis Económico (UDC)/ Miembro del Foro Económico de Galicia.