El cheque digital permite a las pymes mejorar su competitividad con ayudas para proyectos de nuevas tecnologías

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

MERCADOS

CEDIDA

La Xunta ha activado una nueva convocatoria que contará con cuatro millones de presupuesto; las subvenciones cubren el 80 % del coste de las inversiones y el plazo para solicitarlas finaliza el 30 de septiembre

24 sep 2021 . Actualizado a las 12:51 h.

Ramón Díaz estudió en el Centro Superior de Hostelería de Galicia (Cehosga). Tras cinco años de formación, comenzó a trabajar en el sector hotelero, sobre todo en el extranjero, hasta que tomó una decisión: quería volver a su tierra, Monforte de Lemos, y aportar al ayuntamiento que lo vio crecer. Con lo que no contaba Ramón es con que una pandemia se cruzaría en su camino, haciendo temblar cualquier proyecto empresarial, más aún los relacionados con el turismo. Ramón fue uno de los primeros beneficiarios del Cheque Dixital, una iniciativa de la Xunta de Galicia en plena crisis del covid-19. Esta propuesta surgió para ayudar a autónomos y pequeñas y medianas empresas gallegas a desarrollar proyectos en el campo de la digitalización, con los que puedan mejorar su competitividad.

La pandemia del coronavirus dejó muy claro que las nuevas tecnologías son un firme aliado de las empresas, sea cual sea su tamaño. A la vista del éxito de la primera edición, la Administración gallega ha decidido convocar una nueva convocatoria cuyo plazo para presentar solicitudes está abierto hasta el próximo 30 de septiembre. Con ella se financian proyectos que incidan en una mejora de la rentabilidad de la empresa a través de las nuevas tecnologías y con la vista puesta en el covid. Por ejemplo, habilitación de sistemas de control de aforo o de normas de calidad que exige el coronavirus; cartelería electrónica; sistemas de notificación en los móviles; automatización de procesos regulados; aplicación de soluciones de conectividad; incorporación del teletrabajo o medidas relativas a la ciberseguridad, entre otras.

En definitiva, se trata de reactivar el tejido empresarial gallego «a través da transformación tecnolóxica e do impulso aos procesos de dixitalización, apoiando proxectos que promovan a súa adaptación á situación creada pola pandemia sanitaria», explican desde la Xunta.

Todas las empresas deben realizar esta transformación, pero las pequeñas y medianas entidades, sobre todo en el ámbito rural, encuentran más dificultades para hacerlo. Por eso las ayudas van dirigidas a pymes y a autónomos del sector servicios, a entidades del tejido asociativo y empresarial gallego, y a otras del sector de la economía social que sean pymes pero no estén en el ámbito de la pesca, la acuicultura o la producción primaria.

La convocatoria tiene un presupuesto de cuatro millones de euros y las inversiones de cada proyecto deben oscilar entre un mínimo de 1.500 euros y un máximo de 12.000. La subvención habilitada por la Administración gallega llega hasta el 80 % del coste de esta inversión, con las posibilidad de obtener un anticipo de la mitad del presupuesto.

En el caso de Ramón, llegó a Monforte dispuesto a abrir un albergue de peregrinos en el Camino de Invierno, y en pleno desarrollo de su proyecto la pandemia llegó arrasando como una apisonadora. No se amilanó y puso en marcha el Albergue Santiago 15, que además cosecha excelentes críticas en las centrales de reservas más conocidas de Internet. En su caso, la ayuda solicitada, sobre una inversión de más de tres mil euros más IVA, se destinó a tecnologías de control de acceso. «Establecimos un sistema automatizado de apertura de puertas que me permite controlar a las personas que entran y salen, y los horarios de las mismas», explica Díaz. Complementado con cámaras de seguridad, esta infraestructura permite no solo controlar el número de peregrinos que están dentro del albergue para que no se superen los aforos estipulados, sino también detectar y registrar los contactos, en caso de que surja un caso de coronavirus entre los usuarios.

La Xunta sigue dando pasos en una de las direcciones imprescindibles para mejorar la competitividad de las empresas del país, la digitalización. A este Cheque Dixital se suman otras iniciativas impulsadas por el Gobierno gallego como son las ayudas y talleres a la digitalización del programa Industria 4.0, con una inversión de 7,4 millones, o Galicia Exporta Dixital, con seis millones de euros de presupuesto.

Dentro del Pacto pola Dixitalización que promueve la Administración se movilizaron en el año 2020 casi 36 millones de euros entre el tejido empresarial gallego para lograr que esta transformación digital se convierta en una parte importante de la cultura empresarial gallega.

Para Ramón Díaz los comienzos no fueron fáciles. Un albergue de peregrinos en plena pandemia mundial. Pero hace prácticamente un año que lo abrió y la acogida lo está sorprendiendo positivamente, «las impresiones, la verdad, son más positivas de lo que me esperaba, sobre todo teniendo en cuenta el tipo de negocio».

Y es que tuvo que enfrentarse a aforos reducidos durante la mayor parte del tiempo, lo que merma el negocio. De hecho, durante la temporada alta, en verano, el máximo de plazas en habitaciones compartidas se limitó al 30 %. Aún así, está contento, «creía que la gente iba a ser mucho más reacia a estar en habitaciones compartidas y sin embargo ha habido una buena acogida, mucho mejor de lo que me esperaba para el año en el que estamos».

La ayuda del Cheque Dixital fue un impulso más en este proyecto que, como apunta Ramón con humor, «ahora solo puede ir a mejor». Y es que al ser un nuevo negocio ni siquiera pudo optar a muchas de las ayudas de la Xunta en pandemia, están enfocadas a compensar las bajadas de facturación «y yo no tengo facturación con la que compararme, porque es un establecimiento nuevo», recuerda.

Curtido ya en el sector turístico y de alojamientos, pero no en el ámbito de los emprendedores, Ramón tenía claro al volver a España «que quería aportar a la ciudad en la que vivo, que es Monforte, y de ahí surgió la idea del albergue de peregrinos». Como él, pymes y autónomos cuentan con un empujón a través de la mayor digitalización de sus negocios.