El turismo nacional salva la temporada de verano

MERCADOS

M.MORALEJO

La afluencia de visitantes extranjeros en los siete primeros meses del 2021 ha sido casi cinco veces menor que la registrada hace dos años. Los expertos creen que España está preparada para competir en calidad tras la pandemia, aunque reconocen que

19 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

España recibió en los siete primeros meses del 2021 tantos turistas extranjeros (9,8 millones) como en todo el mes de julio del 2019. El dato refleja la magnitud del golpe que ha encajado el sector turístico a causa de la pandemia. Al menos 38,2 millones de visitantes decidieron cambiar de destino en busca de lugares más cercanos u optaron por quedarse en sus casas, dejando un agujero de más de 31.000 millones de euros en el país, según datos de la patronal Exceltur. «Estamos muy lejos de poder asegurar que estamos ya en una recuperación consolidada», admitió recientemente su vicepresidente ejecutivo, José Luis Zoreda. Sin embargo, hay motivos para el optimismo: «El impulso final del turismo nacional ha permitido ver la luz al final de lo que podía haber sido un segundo año catastrófico», asegura Pablo Díaz, profesor de Economía y Empresa en la UOC y experto en turismo. Aunque sostiene que «nos llevará años, quizá un lustro, recuperar las cifras del 2019».

El avance en la vacunación ha permitido mantener a raya la variante Delta, sacando de sus casas a los españoles. El turismo rural se ha consolidado y parte del turismo de sol y playa, que se recupera poco a poco, ha hecho escala también en Galicia. La comunidad batió en julio el récord de visitantes nacionales (545.735), atraídos por la oferta gastronómica y de ocio en las Rías Baixas y la Mariña lucense. La campaña de verano «ha ido de menos a más» gracias al turismo nacional, según Zoreda, quien reconoce que se han superado todas las expectativas.

 Cadenas hoteleras

En el sector no todos se han desperezado al mismo ritmo. Casas rurales y viviendas vacacionales se han recuperado rápido. «Lo que más han tardado son las cadenas hoteleras, que tenían los canales de ventas muy enfocados a los turistas internacionales», explica Díaz. Algunos negocios no han tenido opción. Hoteles familiares de tamaño mediano y agencias de viajes pequeñas han tenido que echar el cierre o pasar a otras manos. Arrastraban problemas por la competencia de las plataformas digitales y la pandemia fue la puntilla. Lo mismo le ha ocurrido a los establecimientos hosteleros dependientes de los turistas extranjeros de paso.

A pesar de los negocios que se quedarán por el camino, Díaz asegura que hay razones para el aliento: «El sector turístico en España es muy competitivo, ofrece buen servicio. No sería muy agorero en ese sentido. Es muy dinámico y se adapta rápido a las situaciones». Eso sí, el experto advierte de que «se debe seguir haciendo esfuerzos para ganar en calidad y no competir en precios» con otros destinos como Turquía, Túnez o Egipto. Por eso cree que sería coherente respaldar la subida del salario mínimo en un sector que «adolece de cierta precariedad». No se muestra tan seguro de que a corto plazo el sector vaya a dar un vuelco: «Se ha hablado mucho del cambio de modelo hacia uno más sostenible. Yo sería precavido. Primero habrá una recuperación y luego se hablará de ello».