El renacer del sur de Italia

Valentina Saini

MERCADOS

CESARE ABBATE

La población joven y el auge del emprendimiento de base tecnológica están cambiando la cara de ciudades como Nápoles o Catania, que han simbolizado el atraso en relación al norte

08 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante décadas, el sur de Italia fue considerado la zona más atrasada del país. Pero las cosas están cambiando, aunque despacio. Es una evolución impulsada por muchos jóvenes preparados y emprendedores; por las nuevas tecnologías, que permiten a las pequeñas empresas y startup de Bari o Mesina trabajar con clientes de todo el mundo; y por los políticos, magistrados y empresarios locales, que siguen luchando contra la corrupción y las mafias.

Nápoles, por ejemplo, está floreciendo a pesar de las muchas dificultades. En el 2016, Apple abrió allí una academia de desarrollo, donde los jóvenes con talento pueden convertirse en programadores de iOS. Leonardo, el gigante italiano de la aeronáutica y de la defensa, ha abierto un campus en Nápoles, y lo mismo han hecho Cisco y otras grandes empresas de alta tecnología en los últimos años, atraídas por las universidades y los centros de investigación de la ciudad, muy fuertes en áreas como ingeniería aeroespacial, la medicina o la informática.

Patria de directores de talla internacional como Paolo Sorrentino y Mario Martone, Nápoles empieza a ser considerada también un pequeño Hollywood del Mediterráneo. Aquí se ruedan series de éxito como Un posto al sole y Gomorra, que narra con crudeza la carrera criminal de dos brutales miembros de la Camorra. Además de dar a conocer la ciudad al resto del mundo, para bien y para mal, estas series emplean a técnicos, figurantes y trabajadores, y ofrecen oportunidades laborales a los jóvenes creativos locales. A nivel cultural, Nápoles es una metrópolis vibrante. De hecho, Elena Ferrante, la autora italiana más leída del mundo, es napolitana.

«Hay que desterrar los falsos mitos, como que el sur de Italia solo debe especializarse en turismo. El sur también tiene competencias tecnológicas, y cuenta con empresas muy avanzadas, por ejemplo en la zona de Catania, que es líder en tecnología de paneles solares», explica Andrea Roventini, profesor de Economía en la Escuela de Estudios Avanzados Sant'Anna de Pisa.

Justo en Catania, la capital de Sicilia, se encuentra la startup Trippete, recientemente adquirida por un importante grupo de software italiano. «Trippete nació a finales de 2017 con un pequeño equipo de cinco personas, y ahora cuenta con una treintena de empleados: hemos tenido un crecimiento muy rápido», explica Federica Maritato, 29 años, directora de cuentas de la compañía. Según ella, el sur de Italia está experimentando un proceso de renacimiento, «también gracias a la cooperación entre varias empresas».

Otro ejemplo interesante se encuentra en Apulia, el «tacón» de Italia. Aquí, en esta tierra famosa por su aceite y sus playas, surge uno de los distritos aeroespaciales más fuertes de Europa del sur, con más de ochenta empresas del sector trabajando juntas, y exportaciones que superan los 400 millones de euros. El distrito emplea a ingenieros y técnicos, atrayendo a jóvenes especializados que en el pasado habían salido de Apulia para trabajar en el norte de Italia o en el extranjero. Los ingenieros de la región también tienen espacio en la política: el ingeniero civil Antonio Decaro, por ejemplo, es alcalde de Bari desde 2014, y según indican los sondeos, su gestión es muy valorada.