De insectos a abonos, economía circular en un laboratorio lucense

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Investigación con insectos desarrollada por la empresa lucense AMSLab
Investigación con insectos desarrollada por la empresa lucense AMSLab

AMSLab participa en un proyecto nacional que busca soluciones para el sector agrícola a través de los insectos como fuente animal renovable

27 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los insectos son una fuente sostenible de alimentación, aportan beneficios nutritivos y precisan bajos consumos de agua y recursos naturales para su cría. Por eso son la base de un proyecto que se está desarrollando a nivel nacional, en el que participa la empresa lucense AMSLab, y que busca nuevas soluciones para el sector agrícola a través de la valorización de estos pequeños seres vivos, utilizados para aprovechar residuos de la industria alimentaria. Su nombre es Bioentonomy y en él trabaja también Grupo Iñesta, empresa con sede en Alicante dedicada a la fabricación de abonos y fertilizantes orgánicos para el cuidado de los cultivos. Cuentan además con la colaboración del Centro Tecnológico Tecnova (situado en Almería), con la Universidad de Santiago, Xenotechs Laboratorios y AMSbiopharma.

El objetivo consiste en conseguir productos destinados al sector agrícola a través del uso de compuestos obtenidos de insectos que se alimentan de los residuos de la industria agroalimentaria: se rompe así con el modelo convencional de producción y se avanza hacia una agricultura más sostenible, minimizando el impacto ambiental. Así, se obtendrán productos aptos para agricultura ecológica a partir de un proceso de economía circular.

El proyecto se inició el septiembre del año pasado y tendrá una duración de unos 36 meses: «Se han llevado a cabo los primeros cultivos de insectos y se está efectuando su caracterización y análisis de partida, en nuestro caso específicamente de la parte proteica», explican, aunque reconocen que aún es difícil poner una fecha al producto final que saldrá de esta investigación.

Cada vez son más habituales consorcios entre empresas y organismos nacionales e internacionales y en esta empresa que arrancó en el 2008 con solo tres trabajadores -y que actualmente cuenta con más de 70- lo saben: «Se genera un flujo de cooperación en el que el conocimiento y habilidades individuales se combinan para resultar en una mayor sinergia, más efectiva», subrayan.

A lo largo de los años, AMSLab ha ido incorporando nuevas sociedades al grupo con el fin de diversificar sus servicios y llegar a nuevos sectores. Así, del laboratorio de ensayos inicial que daba soporte a la farmacéutica y biotecnológica, ampliaron con el desarrollo de soluciones para el control de calidad en la industria de la moda, en el que hoy son referentes a nivel europeo. Después, en el 2014 adquirieron Xenotechs Laboratorios, especializado en el análisis de ADN y se posicionaron en el sector agroalimentario con su marca AMSfood; y un año después lanzaban un servicio específico para el sector veterinario. En el 2018 pusieron en marcha AMSbiopharma, con el que dan un paso más para descubrir nuevos fármacos y en el 2019 incorporaron CIFGA como productor de materiales de referencia y kits para análisis.

En el proyecto Bioentonomy participa el área de proteómica de AMSbiopharma, y Xenotechs con el apoyo de CIFGA, fomentando la innovación abierta dentro del grupo de empresas. A él están destinados 642.774 euros, de los que 365.686 corresponden al presupuesto de la firma lucense. Se enmarca dentro de la convocatoria de Proyectos de I+D, subvencionado por el CDTI, apoyado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y cofinanciado con Fondos Estructurales de la Unión Europea (Feder).