La hora de la verdad del turismo

Luis Martín Izquierdo

MERCADOS

MABEL RODRÍGUEZ

La prioridad ahora en Galicia es recuperar el mayor número de visitantes, en un contexto en el que influirán en favor de la comunidad factores como la poca masificación, la proximidad o el precio. Pero pase lo que pase en el 2021, conviene abordar deficiencias estructurales, como la dependencia internacional del mercado portugués, la estacionalidad o los problemas de conexión

20 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Vivimos un momento de expectación ante la reactivación de la actividad, coincidente con el inicio de la temporada veraniega. Es el momento de analizar y reflexionar sobre el posicionamiento de Galicia en el mercado turístico y sobre las fortalezas y debilidades de su modelo de gestión como destino.

Ha transcurrido casi un año y medio desde el inicio de la pandemia que ha provocado un desplome sin precedentes en la industria turística, salvo el breve espejismo del pasado verano. Ya comienza a observarse cierta actividad en los destinos gallegos, se ha celebrado FITUR y las reservas para el verano aumentan cada día. La Organización Mundial del Turismo (OMT) prevé en el mejor de los escenarios que el sector, a nivel internacional, se haya reactivado de manera significativa a finales de 2021. La recuperación del volumen de turistas y gasto previos a la pandemia llevará varios años, y probablemente variará notablemente de unos destinos a otros.

Galicia, con más de 5 millones de visitantes en el 2019, consolidó el crecimiento turístico que había venido experimentado en la última década. El sector suponía más del 10 % de la economía regional y un 11 % del empleo. En el 2020, el número de viajeros llegados a Galicia rondó los 2 millones, una caída sin precedentes, pero algo menos pronunciada que la media nacional. Este hecho se explica por el gran peso del mercado regional y nacional en el destino, así como por la cercanía del principal mercado extranjero, el portugués. Esta distribución de los mercados de procedencia de los turistas jugará a favor de Galicia este 2020, ya que a partir de este verano se producirá, salvo contratiempos, una recuperación casi completa de la demanda nacional e internacional, que rondará el 50 %. Es decir, con casi toda probabilidad, el turismo gallego se recuperará más rápido que en otras regiones españolas. La propuesta de valor diferenciadora de Galicia, la celebración del Xacobeo 2021 o la fidelidad de muchos turistas que visitan la región cada año, serán factores determinantes en este proceso a corto plazo.

Galicia es una marca en sí misma, con enclaves y recursos que son un icono para el turismo cultural, el Camino de Santiago, una gastronomía única, playas vírgenes o espacios naturales singulares. Sin duda, la comunidad gallega es un destino con identidad propia, auténtico, crucial para diferenciarse de otros lugares y fidelizar al turista. No es un destino masificado, y el turismo rural ha sido una baza importante en tiempos de pandemia.

Los incentivos

La prioridad ahora es recuperar el mayor número de turistas cuanto antes y por esta razón muchos países y regiones están ofreciendo seguros médicos, test gratuitos o descuentos a través de bonos turísticos para captar visitantes; la decisión del turista se basará, sobre todo, en factores como la proximidad a su residencia o el precio en algunos casos. Está ese lugar al que muchos desean volver a pasar sus vacaciones ahora que existe libertad de movimiento. Galicia se encuentra ahora ante la prueba de fuego de demostrar que continúa siendo un destino atractivo y que es capaz de ejercer un mayor poder de atracción sobre el mercado que sus competidores. Pase lo que pase en el 2021, es necesario mirar más allá y continuar trabajando para abordar deficiencias estructurales del turismo gallego, como el posicionamiento en mercados internacionales diferentes al portugués, la conectividad o una distribución temporal y territorial de los flujos turísticos más equilibrada. Contrarrestar estas debilidades no es sencillo y debe ser un trabajo de fondo para situar al turismo como prioridad regional. La actual pandemia ha cambiado radicalmente las reglas del juego en el turismo. La preocupación por la masificación y saturación de los destinos desapareció de repente, y a la sostenibilidad medioambiental de la actividad turística y a las innovaciones tecnológicas se han unido prioridades como la seguridad sanitaria, la flexibilización de las condiciones de las reservas o dar respuesta a nuevas necesidades y preferencias del mercado. Ahora se viaja más en pareja y en familia, menos en grandes grupos, se opta más por el transporte por carretera, por alojamientos extrahoteleros, por destinos de proximidad, destinos rurales y de naturaleza, y el turismo de reuniones y congresos adopta modelos híbridos.

Este nuevo escenario hace imprescindible reorientar las políticas turísticas, no solo de forma inmediata para acelerar la recuperación, sino también con una visión más a largo plazo que incida en la evolución del modelo turístico de Galicia. Para avanzar hacia un nuevo modelo más resiliente se deben considerar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), buscar la sostenibilidad medioambiental, económica y social de la actividad turística, así como mejorar la competitividad de las empresas y territorios que conforman el destino. Para ello, los fondos europeos Next Generation UE deben ser vistos como el punto de partida, una excelente oportunidad para replantear y evolucionar el modelo de gestión del destino Galicia.

Luis Martín Izquierdo es director de planificación de destinos de turísticos de EY