La prudencia manda, pero la previsión es que el impacto del evento se perciba en el 2022 o incluso en el 2023. La inversión del Gobierno gallego en este 2021 es de 20 millones más que en el año santo 2010, una cita que hizo crecer el PIB de Galicia más que el del conjunto del país

Gladys Vázquez
Periodista de La Voz de Galicia. Convencida de que siempre hay más que contar

La economía gallega contiene la respiración al mirar atrás y ver cómo se han esfumado ya casi cuatro meses del tan esperado Xacobeo 2021.La previsión poco antes de la pandemia solo hablaba de éxitos. El número de peregrinos que habían llegado a Galicia en el 2019 marcaba un nuevo récord y superaban con creces a los del anterior año santo, el del 2010: 55.000 más. En las previsiones de la Xunta para el 2021 estaba que se alcanzasen los 464.000 caminantes y los diez millones de turistas. También que se generasen 11.500 empleos y que el impacto en el PIB fuese del 0,9 % . La base para hacer esta previsión era sólida. En el Xacobeo 2010 el Producto Interior Bruto de Galicia experimentaba un crecimiento del 0,5 % respecto al año anterior (en el 2009, en pleno arranque de la crisis, había caído un 3,8 %). Una cifra que superaba al crecimiento del conjunto del país, que se situaba en el 0,2 %.

En estos últimos 13 meses en los que la pandemia lo ha cambiado todo, la Administración gallega es la primera en pedir prudencia. Desde Turismo confirman que este evento global se reformula día a día y que las condiciones sanitarias y de movilidad «determinarán o desenvolvemento da programación».

El presupuesto previsto para este año es de 85,6 millones (20 más que en el 2010) de los que 37,6 corresponden al Plan de Reformulación Xacobeo. Con todo, desde el Gobierno autonómico las miradas están puestas en que el gran impacto de este evento, tanto en términos de empleo como de PIB, se refleje en el 2022 e incluso en el 2023. En términos de márketing, Galicia está sufriendo los efectos de la parálisis de su gran año, pero ve cómo se abre una nueva ventana: la del Xacobeo más largo de la historia.

«Haberlo extendido a dos años es un acierto. Después de once años, se tenían muchas esperanzas puestas en el 2021. No solo es el año santo en sí. Tanto el año anterior como el posterior siempre son excelentes. Debemos tener en cuenta no el evento en sí, sino la repercusión que tiene Galicia en el mundo, y con ello lo que se ve reforzada su presencia turística en años venideros». Es la visión de Celso Martínez, profesor de IESIDE y uno de los cerebros de Pqliar Consulting. Desde esta consultora turística y hotelera reformulan o crean modelos de negocio para un sector ahora mismo en jaque. «Tenemos infinidad de consultas relacionadas con nuevos negocios turísticos, más que con proyectos ya existentes. El 90 % se orientan a pequeños proyectos ubicados en zonas turísticas de baja densidad», explica. Y es que si algo ha sido el Xacobeo son grandes eventos, ocupaciones hoteleras masivas o miles de personas por las diferentes rutas. Tanto que fueron muchos lo que se plantearon aquello del peligro de morir de éxito. ¿Se puede adaptar este modelo a la actual realidad?.

«Están triunfando los nuevos modelos de negocio porque son productos singulares, con poca capacidad, con lo cual la posibilidad de coincidir con otros clientes es poca, situados en entornos naturales o en destinos no masificados. Se permite disfrutar de tres factores clave: destino, ubicación y producto», apunta Celso Martínez. Y es que hay mucho en juego. La pandemia llama a un nuevo turismo, pero el Xacobeo no solo son hoteles, albergues o restaurantes. Sus efectos son los de una red. «Hay que insistir en la transversalidad del turismo. En el caso del peregrino, el impacto directo está claramente en las actividades de alojamiento y restauración o alimentación. Para poder ofrecer estos bienes a escala local, es necesario el desarrollo de otras actividades y negocios, es un impacto indirecto, que afianzan la economía y la sociedad de las localidades del Camino», asegura Melchor Fernández, profesor de Economía de la Universidade de Santiago.

«El Camino de Santiago genera su propio turismo, pero el Xacobeo es la mecha adicional y un incentivo para el turismo tradicional»

EN TORNO AL CAMINO

Xacobeo es turismo, consumo y visitantes a lo largo de miles de kilómetros a través de las localidades más alejadas de los grandes núcleos. Nueve caminos atraviesan Galicia. La reina, la ruta que parte de Saint Pied de Port y que no ha dejado de pulverizar récords: el Camino Francés. Una de las grandes dudas es cómo va a aguantar toda esa actividad económica si no se reactiva el flujo normal de peregrinos. Sabela Ruiz Gippini lo vive cada día. Ella capitanea el equipo de una de las grandes agencias de viajes centradas en la experiencia del Camino, Galiwonders. Su equipo, no solo gestiona todo lo necesario para el viaje de los turistas internacionales, también ejercen de intermediarias con los negocios locales. «Estamos viendo de todo: desde hoteles que han cerrado sus puertas, otros que han cerrado temporalmente a otros que se adaptan a las restricciones según van llegando. En general, percibimos que los diferentes tipos de negocio han aprovechado el tiempo de parón para ponerse al día en diferentes áreas del negocio, especialmente en la digitalización, la creación de contenido o las redes sociales. Áreas que no eran prioritarias al estar metidos en la problemática del día a día y que ahora se potencian. Aunque ahora no se vean los resultados, es un trabajo que traerá beneficios», explica.

Esta empresa no ha perdido su visión global del Xacobeo, pero pone ahora especial incidencia en el cliente más cercano y en esa experiencia especial. «Cada vez se valora más la diferencia. Y, por ejemplo, el Camino es algo que Galicia puede aportar como seña de identidad. La evolución del turismo está clara: antes valía lo mismo para todo el mundo, ahora tienes que diferenciarte, y mucho», asegura Patricio Sánchez, subdirector del Foro Económico de Galicia, que percibe que, ante las dificultades, la ocasión es única. «Estamos ante el momento de que, desde dentro del sector, se haga una reflexión interna de las modificaciones y cambios estructurales que puede que, si no se hacen ahora, no se hagan nunca. He aquí un claro reto del Xacobeo: necesita visibilizar esa transversalidad tanto en contenidos como en ubicaciones. Con seguridad, hay más actuaciones que se pueden hacer y, especialmente no tan concentradas territorialmente», apunta Sánchez.

La marca que ha creado el Xacobeo es otro aspecto innegable y de gran valor. Para Celso Martínez «el Camino genera su propio turismo, pero el Xacobeo es la mecha adicional y un incentivo para el turismo convencional». Galicia tiene que atraer con su propia esencia: «La comunidad tiene peso, es un destino demandado y reconocido. Somos naturaleza, paisaje, gastronomía e incluso clima. Estos atributos nos premian y nos reconocen. Es un sector fuerte, que evidentemente tiene que competir con otros destinos, pero que sabe adaptarse a las nuevas tendencias del mercado. Sí es cierto que hay poblaciones enteras que viven del Camino y una cita como el Xacobeo es crucial para su supervivencia», explica. De ahí, la importancia de que el tejido empresarial sobreviva. Un crisol de actividades turísticas que suponen más del 10 % de la riqueza de Galicia. «Por parte de las asociaciones y colectivos, percibimos el trabajo incansable por sacarnos de esta situación. Por parte de las administraciones se han dado situaciones contradictorias y no siempre nos hemos sentido comprendidos. Las ayudas se hicieron esperar », apunta Sabela Ruiz, de Galiwonders.

Fernández considera que el Camino ha favorecido la internacionalización de las empresas más pequeñas
Fernández considera que el Camino ha favorecido la internacionalización de las empresas más pequeñas PACO RODRÍGUEZ

melchor fernández

«Este fenómeno va mucho más allá del gasto que hace el peregrino»

Profesor de la Universidade de Santiago e investigador del Grupo de Análise e Modelación Económica, Melchor Fernández fue uno de los autores del Estudo do impacto socioeconómico do Camiño de Santiago, uno de los documentos de referencia de los últimos años sobre la relevancia económica de la ruta jacobea.

­—¿Qué significan los peregrinos para Galicia?

—Su impacto directo es modesto, en torno al 3 y el 4 % del total del gasto turístico. Su relevancia es mucho mayor si tenemos en cuenta sus externalidades positivas. Estamos ante un amplificador de la realidad social y cultural de Galicia que ninguna campaña de márketing podría nunca igualar. Su impacto redistributivo ha sido sin duda la mejor política de equilibrio territorial. Su éxito, y sobre todo su eficiencia en comparación con otras alternativas de desarrollo rural que han supuesto cifras millonarias de inversiones hoy en abandono, ha provocado un inusitado interés por el desarrollo de itinerarios alternativos. El carácter internacional del Camino ha favorecido la propia internacionalización de la economía gallega. Para muchas pequeñas y medianas empresas los peregrinos han sido su primer contacto con la demanda internacional lo que les ha permitido modificar sus estrategias. Pero, en cualquier caso, no debemos olvidar que el fenómeno Xacobeo va mucho más allá de las actividades económicas relacionadas con los bienes y servicios que se ofrecen a los peregrinos y hoy, como ya fue en el pasado, es una vía de expresión religiosa, social y cultural de toda la sociedad gallega y de todos los pueblos y nacionalidades por donde discurre el Camino.

­—Siempre se dice eso de que Galicia no es tan dependiente del turismo como otras comunidades.

—Las actividades vinculadas al turismo tienen un peso muy relevante en la economía gallega, pero efectivamente ligeramente inferior al observado para el conjunto de España. Recordemos que a Galicia llegan aproximadamente el 2% de los turistas internacionales que recibe España, y aunque recibimos un porcentaje superior del turismo interno, en torno al 7%, el peso de Galicia en el total de la actividad turística es inferior a su peso económico o poblacional. Por lo tanto, la dependencia es ligeramente inferior, pero con una marcada estacionalidad que el desarrollo del Camino lentamente está ayudando a corregir.

­—¿Siempre pensamos que el peregrino no gasta?

—La visualización del peregrino con su mochila y sus prendas deportivas facilita esa identificación. De media, su gasto diario, es similar o incluso supera ligeramente al turista tradicional de origen español o gallego. Lo más relevante es que su consumo se centra en bienes y servicios locales, lo que genera un mayor efecto multiplicativo sobre la actividad, y además ese gasto se distribuye, favoreciendo así el equilibrio territorial. El turista tradicional concentra su gasto en zonas muy específicas y en bienes y servicios más diversos que, dadas las limitaciones de la actividad que está realizando el peregrino y la duración de la misma, no tienen cabida.

­—¿Qué le parece este modelo de Xacobeo en dos años? ¿Es acertado sostener el evento en el tiempo debido a la pandemia del covid?

—Yo defiendo un Xacobeo continuo desde el punto de vista económico y social. Un modelo que evite aglomeraciones en fechas y años concretos, que invite a conocer Galicia alternando los diferentes itinerarios existentes desde un recorrido interior, respetuoso, cultural, medioambiental y socialmente. De todos modos, respeto y defiendo la espiritualidad del Camino y que sus valores esenciales deben estar siempre en un plano superior. No obstante, no debemos olvidar que esta ruta es de todos y para todos, y que debe ser un ejemplo de inclusión como siempre ha sido.

—¿Debemos darle más importancia al efecto transversal del Xacobeo y del Camino en general?

—Por supuesto. El fenómeno Xacobeo va mucho más allá de las actividades económicas relacionadas con los bienes y servicios que se ofrecen a los peregrinos. La transversalidad del turismo es cada vez mayor y favorece el desarrollo de actividades como la logística, las comunicaciones o los cuidados y servicios de salud cada vez más alejadas de la visión tradicional de la actividad turística. No olvidemos que el Camino es un facilitador importantísimo del intercambio cultural e incluso de sostenibilidad medioambiental y la defensa de la biodiversidad.

—¿Dependemos económicamente del tiempo que pasan los peregrinos en la ruta?

—Su impacto distributivo temporal y territorialmente es muy importante y es una de las claves de su relevancia en la economía gallega. Seguramente, su apuesta por los productos de proximidad y su actitud respetuosa por la cultura y el patrimonio de todas las localidades por las que discurren los diferentes recorridos son las claves de su relevancia socioeconómica y de su papel, hoy ya imprescindible, para la sostenibilidad de muchas concellos rurales. Hablamos no solo de Galicia, sino también de otras comunidades y territorios.

El equipo de Galiwonders anima a los extranjeros a descubrir su propio Camino, un cliente de especial importancia por el volumen de visitas que suma año tras año
El equipo de Galiwonders anima a los extranjeros a descubrir su propio Camino, un cliente de especial importancia por el volumen de visitas que suma año tras año

El reto de sobrevivir como agencia cuando no hay viajes

En Galiwonders son todo entusiasmo, pero reconocen que el último año ha estado cargado de retos. Esta agencia, especializada en peregrinos internacionales, nació para vender Galicia y Camino de Santiago. «Nuestras previsiones antes de la pandemia eran muy optimistas. Nos preocupaba que la demanda superase a la oferta y no poder dar servicio a todos los peregrinos por falta de alojamiento», dice Sabela Ruiz Gippini, impulsora de este proyecto tras su experiencia de cuatro años trabajando en Irlanda en un turoperador especializado en la ruta jacobea y en la Oficina Española de Turismo en Dublín.

Tras el primer impacto emocional que supuso la irrupción del covid, están capeando el temporal. «Hemos decidido replantear nuestra estrategia. Estábamos centradas en el mercado internacional, siendo Estados Unidos el principal país de procedencia de nuestros clientes. Nos dimos cuenta de que, dabas las circunstancias, la supervivencia de la empresa pasaba por apostar por mercados de proximidad, principalmente el nacional». Esto, sumando a su modelo de negocio, que ofrecía a los visitantes una estancia con cierta exclusividad y hecha a medida, les da una importante ventaja competitiva. «Nuestros viajes se adaptan a las necesidades actuales. Ofrecemos alojamiento en habitación privada con baño. Ya lo notamos el año pasado al recibir solicitudes de viajeros que, en circunstancias normales harían el Camino en albergues, pero ahora quieren tener su propio espacio para no exponerse», explica.

A pesar del apagón de viajes, que dura más de un año, el equipo de esta agencia confirma que «el interés está ahí». Hay quien sigue mirando a Galicia como destino soñado para su tiempo de ocio: «El problema es que, en muchos casos, los viajeros no pueden desplazarse por las restricciones. Tenemos solicitudes para el 2022 e incluso el 2023, lo que nos hace pensar que los turistas internacionales no se han olvidado de nosotros». Y es que se trata de un cliente que a Galicia y al Camino le da grandes alegrías. De los 347.578 peregrinos que llegaron a la comunidad en el 2019, el 55% eran extranjeros. Solo aquellos que procedían de Italia, Alemania o Estados Unidos sumaron más de 75.500 visitantes. Eso cuando el año santo estaba aún lejos. «Lo bueno que tiene el Camino es que es una experiencia al aire libre, en pleno contacto con la naturaleza. Por muy popular que sea la ruta, como es el caso del Camino Francés, no hablamos de espacios masificados. Además, existen muchos caminos poco transitados, incluso desconocidos, que son opciones perfectas para aquellos que quieren viajes en soledad, como el Camino Primitivo, la Vía de la Plata o el Camino de Invierno», sentencia.