Su Hua: no solo de TikTok viven los vlogger

MERCADOS

ABRALDES

31 ene 2021 . Actualizado a las 23:12 h.

Está a punto de convertirse en uno de los millennials más ricos de China. Se ganará el sitio en ese particular Olimpo gracias a una de las salidas a Bolsa más esperadas de los últimos tiempos. La mayor de una empresa tecnológica desde la OPV de Uber, allá por mayo del 2019. Y eso que cuando era niño el único dispositivo electrónico a su alcance era una linterna. En la remota aldea en la que vivía con sus padres no había electricidad. Y hasta esa pequeña linterna era un lujo, del que, en cualquier caso, tampoco se podía abusar. Que las pilas resultaban caras para la precaria economía familiar, y encontrar un sitio donde comprarlas tampoco era cosa de coser y cantar.

Pues bien, no me pregunten cómo, pero aquel niño, al que una no puede evitar imaginar haciendo sombras chinas en el modesto hogar de la familia, dirige hoy los destinos de una de las aplicaciones de más éxito de su país. Y eso, ya saben, es mucho decir. Arrasa entre los adolescentes. Y no, no es TikTok. Pero se le parece. Y mucho. El invento (del Maligno, que añadirán algunos, sobre todo padres, hartos de tanto vídeo corto con soniquete y bailes infumables e imposibles de seguir) se llama Kuaishou - Kwai fuera de China-y el hombre que nos ocupa, Su Hua (Hunan, 1982) uno de sus fundadores, el niño de la linterna. Y no, no es un apodo taurino, ni tampoco el de un cantaor.

Su creación se vestirá de largo en la Bolsa de Hong Kong a finales de esta semana que entra. Y los responsables de la compañía, respaldada por el gigante tecnológico chino Tencent (posee el 21,6 % del capital de la firma), esperan recaudar hasta 5.420 millones de dólares con la operación. En el folleto de la OPV detallan que en los nueve primeros meses del 2020 generaron unos ingresos de 40.600 millones de yuanes (unos 5.160 millones de euros) y que perdieron 7.200 (algo más de 900 millones de euros). Y ante los analistas han explicado que las causas de tanto número rojo hay que buscarlas, fundamentalmente, en la ingente inversión en márketing que han hecho, con el ojo siempre puesto en su principal misión: hacerle sombra a Douyin, que así se llama TikTok en China. Cuenta ahora la aplicación con casi 264 millones de usuarios, de los que actúan todos los días. Lejos, mucho aún, de los 600 millones de su rival. Kuaishou significa manos rápidas en castellano. No le vendría mal que sus pies también lo fueran. Porque mucho va a tener que correr si quiere alcanzar su meta.

Pero, volvamos al niño de la linterna, que, buen estudiante él, se las ingenió para entrar en la exigente Universidad de Tsinghua, toda una hazaña que requiere de un currículo con las mejores calificaciones en la agotadora gaokao china. Esa suerte de selectividad en la que millones de jóvenes en todo el país se juegan su destino. El examen con el que el exigente sistema de educación chino decide quién consigue plaza para ir a la universidad. Para muchos de ellos, la única manera de ascender en la escala social. También para Su, que procedente de la remota región montañosa de la provincia de Hunan (al sur del país), donde habita la minoría étnica Tujia, se licenció nada menos que en Programación. Su primer trabajo le llegó en el 2006, como ingeniero de Google.

Dos años después, decidió dejarlo y volar solo. Para cuando se le ocurrió lo de Kuaishou, que creó junto a Cheng Yixiao en el 2011, Su había probado suerte con más de 33 nuevas empresas. Pero, esta vez sí, dio con la tecla. Primero como una herramienta para crear y compartir imágenes animadas (gifs), y luego dando el salto al inexpugnable universo de los vídeos cortos para compartir. Ese que tantos quebraderos de cabeza da a los progenitores de medio mundo.

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