Diversifica tu vida financiera

IVONNE POUSA

MERCADOS

cedida

27 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Es curiosa la cantidad de expresiones y dichos tradicionales que siguen siendo directrices perfectamente aplicables hoy. Y lo comento porque he vuelto a escuchar aquello de «no poner todos los huevos en la misma cesta» y no he podido evitar relacionarlo con el consejo que doy siempre a mis clientes: reparte tu ahorro entre toda la economía mundial.

Siguiendo la lógica que nos plantea el famoso dicho, es mejor invertir en dos empresas que solo en una y aún mejor invertir en veinte que en dos. Y todavía mejor invertir en dos mil empresas que en veinte.

Por un lado, unimos nuestras inversiones a la evolución de toda la economía mundial y, por otro, reducimos la volatilidad.

Si invertimos solo en acciones de una empresa y esta va mal o desaparece, nuestro ahorro sufrirá mucho. En cambio, si diversificamos entre veinte, doscientas o dos mil empresas y una de ellas no obtiene buenos resultados, minimizaremos el impacto.

Las ventajas de invertir de forma diversificada son muchas. Diversificar puede equipararse a proteger el dinero, a reducir el riesgo de nuestras inversiones, a atemperar la volatilidad. Además, también permite engancharse a la economía mundial, de forma que, incluso cuando haya zonas que experimentan caídas o frenazos, podamos seguir obteniendo resultados en aquellas partes del planeta en las que las cosas van bien. Algo que es especialmente relevante en momentos como el actual.

En España se tiende a invertir todo el ahorro en lo que conocemos o nos suena: es decir, en el mercado nacional (Ibex 35) o, peor aún, en unas pocas y concretas empresas españolas. Esta tendencia a concentrarse en lo más cercano no es exclusiva de los españoles, sino algo universal. Esta propensión poco aconsejable puede afectar muy negativamente a nuestro ahorro y hacer que perdamos el tren de la evolución de la economía mundial.

Otro consejo que mejorará nuestra planificación financiera es evitar concentrar un exceso de ahorro en depósitos o cuentas corrientes: muy probablemente la mayor parte de nuestro ahorro la usaremos a largo plazo; por eso, si la dejamos en productos de corto plazo, sufrirá a lo largo de los años la erosión de la inflación y perderemos oportunidades de revalorización que ofrecen otros productos más adecuados para el largo plazo.

Queda claro, por tanto, que no es posible realizar una buena planificación financiera sin una adecuada diversificación. Por eso, nosotros hablamos de las 5D, cinco diversificaciones para afrontar de la mejor manera posible la gestión de nuestros ahorros.

1. Diversificación temporal. La primera forma de diversificar nuestros ahorros responde a la idea de cuándo voy a necesitar el dinero. Esto nos permitirá asignar nuestro ahorro a diferentes productos, cada uno de ellos adecuado al plazo del objetivo para el que está destinado. Así, lo distribuiremos entre liquidez, corto, medio o largo plazo.

2. Diversificación entre títulos. Si invertimos los ahorros en una única empresa, ligamos nuestro futuro al porvenir de esa compañía. Si lo hacemos con diez empresas, el porcentaje de ellas a las que les irá bien probablemente sea mucho mayor que el de las que puedan fracasar. Pero si elevamos ese número a veinte, doscientas o dos mil empresas, las posibilidades de conseguir un resultado satisfactorio son mayores y el riesgo queda muy muy muy diluido. Y aún mejor cuando diversificamos entre diferentes tipos de títulos (acciones, bonos, obligaciones…).

3. Diversificación geográfica y sectorial. Como hemos visto, es inevitable tender a invertir en aquello que conocemos, esto es, en nuestros países, en un mercado conocido o en un sector con el que nos sintamos cómodos. Sin embargo, como hemos explicado, hoy día tenemos la oportunidad de invertir en todo el mundo, en cualquier mercado y en todos los sectores que podamos imaginar. Entonces, ¿por qué limitarnos?

4. Diversificación por potencial de crecimiento. Este tipo de diversificación nos permite aprovechar el crecimiento a largo plazo de determinados países, sectores y empresas emergentes.

5. Diversificación por tipología de instrumentos. O, lo que es lo mismo, no limitarnos a un único vehículo si podemos combinar distintos productos para aprovechar las ventajas de cada uno de ellos.

Claro, cuando pensamos en la inversión en todo el mundo, lo ideal sería poder visitar cada una de las empresas para conocer su funcionamiento, sus finanzas, su equipo gestor, etc. Pero esto es difícil y por eso podemos delegar en profesionales, como los gestores de fondos de inversión, que están constantemente revisando la situación de las empresas, visitándolas y analizándolas para conocerlas en profundidad.

A veces se identifica la inversión con una actividad llena de adrenalina, una sucesión de órdenes de compra y venta a todo o nada. Nada más lejos de la realidad. Eso es otra cosa. La gestión y la inversión del ahorro debe ser más bien aburrida, sin sobresaltos. No se trata de estar constantemente entrando y saliendo, comprando y vendiendo, no. Al contrario, una vez definida la planificación adecuada a las características y los objetivos de cada persona, la mayor parte del tiempo nos limitaremos a no hacer nada más que seguir con el plan previsto. Un plan que de forma regular revisaremos e iremos adaptando a medida que cambian nuestras circunstancias y nuestros objetivos, pero no a golpe de noticia del telediario.

Sé que, a pesar de todo, es difícil recordar la sabiduría popular y evitar poner todos los huevos en la misma cesta. Por eso mismo, es recomendable apoyarse en un profesional, un asesor financiero de confianza, que se ocupe de ser la voz de nuestra conciencia y de recordarnos que solo con una buena diversificación se puede establecer una planificación estratégica adecuada que nos permita conseguir nuestros objetivos.

IVONNE POUSA ES RESPONSABLE DE BANCO MEDIOLANUM EN LA ZONA NORTE DE ESPAÑA