La inteligencia artificial llega a los viñedos de Galicia

L. P. B.

MERCADOS

Uno de los viñedos experimentales de VinioT en Ribadumia: el proyecto se encuentra en fase experimental y concluirá en el 2023.
Uno de los viñedos experimentales de VinioT en Ribadumia: el proyecto se encuentra en fase experimental y concluirá en el 2023. cedida

El proyecto VinioT está desarrollando un servicio de monitorización que permita realizar una gestión más eficiente en el sector vitivinícola. La idea se encuentra en fase experimental y su ejecución terminará en el 2023

14 abr 2023 . Actualizado a las 16:32 h.

Cuando hace más de 25.000 años se empezó a producir vino, sus procesos de obtención poco o nada tenían que ver con los llevados hoy en día para transformar la uva en bebida. Y no es necesario remontarse tan atrás para comprobar los avances del sector que en los últimos años está experimentando una especial reconversión.

La automatización presente cada vez en más ámbitos del mundo agrario no podía disociarse de la producción vitivinícola. La implantación de nuevas tecnologías para mejorar la calidad y la eficiencia de los viñedos ya empiezan a dejarse ver en el panorama gallego. Este es el caso del proyecto VinioT, financiado por fondos europeos y llevado a cabo por ocho socios entre los que se encuentra la fundación Feuga. Su responsable de gestión y comunicación en Feuga, Tamara Rodríguez, explica que a través del proyecto «estamos trabajando para desarrollar y validar un servicio tecnológico de monitorización de viñedos mediante tecnologías de inteligencia artificial y sensores IoT. Esto permitirá a las pymes del sector vitivinícola dentro del área SUDOE [incluye a España, Portugal y el área suroeste de Francia] controlar las plantaciones a tiempo real y de forma remota a diferentes niveles de precisión: de la uva, de la planta, de la parcela y del viñedo».

En Galicia, el proyecto cuenta con dos demofarms, o parcelas experimentales, en Ribadumia y Leiro a través de los cuales realizan las diferentes pruebas. «Los técnicos están en la parte experimental, ahí sensorizan para observar el estrés hídrico y para ver determinadas enfermedades que puedan tener las plantas. Después las analizan a través de imágenes multiespectrales, que se realizan a lo largo del día, y observan su desarrollo», comenta Tamara Rodríguez. «Con los sensores hacen la parametrización y procesan los algoritmos para poder relacionar toda esta información con los análisis químicos que también se están haciendo», concluye.

Este sistema permite una recogida de datos a escala precisa que podrá ir desde el propio viñedo hasta los diferentes agentes interesados, como puede ser el caso de una bodega.

Vocación internacional

Aunque gran parte del peso del proyecto recae en Galicia, con Aimen (Asociación de Investigación Metalúrgica del Noroeste), Acagal (Axencia Galega da Calidade Alimentaria) y Feuga a la cabeza, otras cinco entidades tanto nacionales como internacionales trabajan mano a mano en el proyecto.

Sobre estas sinergias, Tamara Rodríguez cree que «están funcionando muy bien porque son socios expertos en la materia como el Instituto Francés del Vino, el Instituto Nacional de la Investigación Agrónoma en Francia o la Asociación para el Desarrollo de la Viticultura del Duero, en Portugal», que pueden aportar mucho a la idea.

En VinioT, una de las claves del proyecto pasa por su sostenibilidad futura. Para ello, han creado un hub que servirá como punto de encuentro para todos los stakeholders relacionados con el sector del vino, en el que se encuentran bodegas, consejos reguladores y proveedores de tecnología. «En este espacio todos los asociados pueden mostrar sus servicios y relacionarse con el resto», apunta Tamara Rodríguez. «Feuga además se ha adherido al DIH Datalife, el Digital Innovation Hub para el sector agroalimentario en Galicia, para garantizar la sostenibilidad del proyecto, porque al final tienen una duración determinada pero queremos que todas estas actividades puedan tener más vida que favorezca al sector y al entorno», concluye la responsable de gestión y comunicación de VinioT en Feuga.

Tamara Rodríguez Silva: «Este sistema supone un ahorro de costes y de tiempo»

Tamara Rodríguez es la responsable de gestión y comunicación de VinioT en Feuga. Desde la fundación gallega se encargan de la parte de comunicación, difusión y transferencia de resultados.

—¿Qué beneficios supone para el sistema productivo?

—Esto va a suponer un ahorro de costes y de tiempo. Se va a poder ver a tiempo real, por ejemplo en el móvil, como está a nivel estrés hídrico para saber si hace falta regar o no y saber si hay que desplazarse hasta ahí. Y además del ahorro de costes y de tiempo con este sistema se gana tranquilidad para los productores. En caso de que haya enfermedades también puede funcionar a modo de prevención. Los sensores y las imágenes pueden detectar algún tipo de síntoma inicial que permita actuar con antelación.

—¿Esto podría dar lugar a la automatización de más procesos?

—Ahora el proyecto está en fase experimental para poder ver todos los parámetros, recopilar toda la información y diseñar el hardware y el software en las demofarms. Sin embargo, luego estas pruebas se realizarán en las bodegas asociadas, así que es cuestión de ver la sostenibilidad del proyecto y utilizar toda esta información para poder automatizar lo máximo posible.

—¿Cómo ha afectado el coronavirus al proceso?

—Por la situación actual nos concedieron una ampliación de seis meses. Originalmente acababa en octubre del 2022 y ahora lo han ampliado hasta marzo del 2023, por todas estas posibles dificultades que nos encontramos sobre todo al no poder salir a hacer las mediciones y demás. Esta prórroga nos permite recuperar el tiempo perdido y sobre todo hacer esta experimentación bien para llegar a la parte de transferencia con tiempo. Porque además de la experimentación, tenemos un apartado de formación dentro del proyecto para difundir estos resultados y formar a la gente que vaya a utilizar estas aplicaciones.

Durante la vida del proyecto se transferirá a las asociadas pero después, para la sostenibilidad del mismo, se verá cómo se puede explotar comercialmente. Ahora estamos en fase de experimentación, en las fases iniciales, analizando todos los resultados. A partir de enero empezaremos con los eventos de difusión, visitas a las bodegas y a las demofarms para poder consolidar la relación con los grupos de interés.