El transporte del futuro está aquí

L. P. B.

MERCADOS

Europa Press

Las alternativas a los vehículos tradicionales avanzan en Galicia. La Xunta gestiona ayudas para favorecer la movilidad sostenible a través de la renovación del parque móvil gallego

06 dic 2020 . Actualizado a las 08:41 h.

Cualquier película de ciencia ficción pinta las urbes del futuro como grandes metrópolis plagadas de enormes rascacielos, totalmente automatizadas y con coches voladores. Sin embargo, lejos de este tipo de utopías, el futuro de la movilidad no pasa por trenes supersónicos que cruzan ciudades a través de túneles suspendidos en el aire, sino por pequeños cambios que cada día van ganando más peso y que ya se puede hablar de ellos en presente.

En la actual transición hacia un nuevo modelo de transporte, la principal premisa pasa por una menor huella medioambiental. Actualmente, el sector del transporte en España representa el 25 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, según Ecoembes. Para avanzar en esta dirección, administraciones públicas como la Xunta han anunciado en los últimos años ayudas a población y empresas en varios sentidos. Una de ellas, a través del plan Moves en colaboración con la Unión Europea y el Estado, destina cinco millones de euros a renovar el parque móvil gallego, ampliar las infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos, favorecer el uso de transporte colectivo privado y expandir el uso de bicicletas eléctricas. Mientras que en el año 2014 los vehículos diésel y gasolina copaban el 98,4 % de las matriculaciones en España según datos de Faconauto, al cierre del 2019 la presencia de turismos con combustibles alternativos ya era del 12 %. Esta subida de más de diez puntos porcentuales en tan solo cinco años da una idea del nuevo modelo de movilidad que viene.

Estas cifras parecen arrojar un futuro prometedor para alternativas a la gasolina o el diésel como los coches eléctricos o híbridos enchufables. Sin embargo, más allá del impulso a la compra, el éxito o fracaso de este tipo de movilidad pasará también por la dinamización de las infraestructuras, clave para su expansión.

Situación europea

Según los últimos datos del Eurostat correspondientes al 2017, España ocupaba el decimonoveno puesto de Europa en cuanto a puntos de recarga por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, el instituto de estadística europeo también refleja el crecimiento en este ámbito. Mientras que en el 2015 solo había 5,71, dos años más tarde el dato era de más del triple, aunque todavía muy lejos de Países Bajos, el primero de la lista. Es por esto clave la implicación del sector público y privado para aumentar la red y hacer más atractiva y accesible la adquisición de vehículos de estas características.

Además del transporte individual, cada vez más políticas se centran en la mejora de los vehículos colectivos, no solo a través de su renovación sino también a través de la implantación de facilidades que permitan a las personas usar ese tipo de alternativas.

En esta línea va una de las ayudas del plan Moves, que busca implantar planes de transporte a los centros de trabajo tanto públicos como privados y así dar lugar a una movilidad más sostenible y eficiente reduciendo el número de vehículos que se dirigen a un mismo punto simultáneamente y concentrando a los trabajadores en un medio colectivo.

Ecológico y saludable

Otra de las grandes bazas del transporte del futuro pasa por descubrir cómo optimizar la movilidad urbana. La creciente peatonalización de los centros de las ciudades va pareja también a un aumento de kilómetros de carril bici. Al igual que en los puntos de recarga de vehículos eléctricos, las infraestructuras resultan clave en la aparición de más usuarios de la bicicleta para moverse por las ciudades.

Este incremento de kilómetros transitables, ayuda también a la aparición cada vez mayor de servicios de alquiler de bicicletas, tanto públicos como privados, que se encuentran en plena proliferación.