La firma que transforma los residuos en ingresos

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez REDACCIÓN | LA VOZ

MERCADOS

Jessica Méndez Lema es directora general de Rayo Bioenergía España.
Jessica Méndez Lema es directora general de Rayo Bioenergía España.

La empresa mexicana Rayo Bioenergía comienza su andadura en Galicia y ofrece a granjas y explotaciones agrarias una solución para reutilizar restos orgánicos

08 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Una tonelada de residuos de mango puede generar hasta 600 dólares; si es de madera, la cantidad asciende a 680 dólares y si los restos orgánicos son de cáscara de limón, el montante que se puede obtener puede alcanzar los 1.700 dólares. Con este atractivo se vende en su página web la firma Rayo Bioenergía, una empresa mexicana que acaba de iniciar su andadura en España y, más concretamente, en Galicia. «Buscamos una segunda vida para los deshechos generados en actividades agrícolas, ganaderas, de procesado de alimentos o forestales», explica Jessica Méndez Lema, directora general en España, que pone de ejemplo de su trabajo la adaptación de una explotación ganadera para que genere electricidad y biofertilizantes, a partir de sus propios deshechos. «Así obtendrán nuevos ingresos, bien utilizándolos, o bien vendiéndolos en forma de bioenergía o bioproductos».

Precisamente, fue buscando salida a los deshechos de las plantaciones de mango de la región de Zamora Michoacán donde comenzó su primer proyecto Rayo Bioenergía en el año 2017: «los restos de este fruto comenzaban a rebasar las capacidades del relleno sanitario», recuerda Méndez, por lo que crearon una biorrefinería integrada para producir etanol y otros bioproductos. A raíz de esta primera experiencia, empezaron a recibir consultas de otras empresas que se encontraban con el mismo problema.

El salto a la Península Ibérica y, más concretamente a Galicia fue, en parte, gracias al origen del responsable técnico de desarrollo, el ourensano Daniel Morán. Químico por la USC, tiene la convicción de que la Ingeniería química tiene un papel fundamental como agente generador de desarrollo y de cambio social y ambiental. Desde hace varios años, Morán dirige el blog Biorrefinerías, una plataforma para impulsar la bioeconomía circular. Y es, junto al emprendedor Sergio López, uno de los fundadores de Rayo Bioenergía.

Pero también escogieron Galicia por el peso que tiene el sector agrario y ganadero en su economía, así como su posición estratégica para el desarrollo de biorrefinerías: «Galicia cuenta con una amplia variedad de biomasas residuales y con un ecosistema empresarial en el campo de la bioeconomía que está en crecimiento», destacan. Y se fijan en los beneficios que pueden aportar los residuos de la poda de la vid, del kiwi o de otros cultivos tradicionales muy implantados en el campo gallego, como son la patata o el maíz. En Argentina, por ejemplo, lograron procesar 50 toneladas de rastrojo de restos de este cereal para transformarlos en alcohol industrial y alimento para ganado.

Además, apuntan otros sectores claves de la economía gallega, como son el lácteo, el pesquero o el forestal.

Puesta en marcha

La inversión inicial para su puesta en marcha en España se basa en los tres pilares en los que ya organizan su trabajo en México: consultoría, comercialización de tecnologías y desarrollos específicos, cuando un producto lo precise. Así, la primera fase del trabajo en el asesoramiento: «Ofrecemos servicios de diagnóstico para seleccionar la mejor ruta de valorización de un residuo en concreto», explican. En segundo lugar, comercializan la tecnología existente. Y, en tercer lugar, si es necesario, desarrollan y construyen plantas específicas adaptadas a las necesidades concretas de cada cliente. En este punto, trabajan con la ayuda de centros de investigación: «Nuestra idea es captar fondos de aceleradoras, inversores y de convocatorias de proyectos de I+D para iniciar nuestra capitalización», subraya Méndez. Para arrancar, han instalado su sede en Vigo y cuentan con un equipo humano de cuatro personas, aunque tienen el objetivo de generar al menos diez empleos directos, una vez empiecen a desarrollar proyectos, además de otros puestos indirectos.