Rural y sin agobios, la reinvención de la oferta gallega

Mila Méndez Otero
Mila Méndez REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Javier Álvarez emprendió este verano un negocio de turismo de naturaleza en pleno bosque en Touro
Javier Álvarez emprendió este verano un negocio de turismo de naturaleza en pleno bosque en Touro Sandra Alonso

Las propuestas «slow» y ecoturísticas ganan peso como una alternativa para salvar el año santo. La dispersión del interior de Galicia es una aliada cargada de posibilidades

25 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No había destino en Galicia que no esperase con entusiasmo el 2021 y al que no le fuese a beneficiar el año santo. Después de más de un decenio de espera tras el último xacobeo, una pandemia ha echado por tierra los planes que tanto la Administración como las empresas turísticas tenían bien atados desde hace tiempo. Ante esta realidad, toca agudizar el ingenio y en la nueva normalidad la dispersión del rural gallego puede ser un valiosa aliada.

«Galicia é un territorio moi diverso no que se poden practicar case todos os tipos de turismo. O urbano é o que máis sofre coa pandemia, pero a comunidade ten máis de mil quilómetros de costa, unha fortaleza para o turismo de sol e praia e para o náutico ou o sendeirismo costeiro. Estamos no momento dos espazos abertos, e aquí temos moitos naturais con gran potencialidade, sobre todo no interior. O rural galego é un entorno con febles densidades de poboación e con moitas posibilidades. A Ribeira Sacra é un exemplo, pero tamén o Xeoparque do Courel, recoñecido pola Unesco», apunta Miguel Pazos Otón, profesor de Xeografía Humana en la USC y miembro do consejo científico del Centro de Estudos e Investigacións Turísticas (Cetur).

En Turismo Slow Norte de Galicia, una plataforma que reúne a profesionales y alojamientos desde Ferrolterra hasta A Mariña lucense, esperan un efecto rebote. «Los años santos nos influyen en la medida en la que suele venir más gente. Por aquí pasan el Camino Inglés y el Norte. En los xacobeos hay una mayor ocupación en general, también dentro de lo que es el slow, el turismo más sosegado que defendemos. El Camino siempre ayudó a darnos a conocer, aunque solo vinieran un día, ya que muchos regresaban más adelante», asiente María Traveso, portavoz del colectivo.

En el 2021, ellos pueden salir ganando. «La ventaja de los alojamientos de turismo slow o rurales es que son de pequeño tamaño y tienes la opción de escoger la vivienda completa o alquilar un apartamento. El turismo sostenible, el ecoturismo, se va a ver beneficiado. Este tipo de viajes no masificados en instalaciones que de media tienen cinco o seis habitaciones y con actividades de ocio en la naturaleza fueron la tendencia este verano y creo que lo serán este 2021», dice Traveso, que última el lanzamiento de una campaña de experiencias en los locales asociados a partir de mediados de noviembre.

Lugares para escapar

A media hora de Santiago, en Touro, Javier Álvarez abrió por primera vez las puertas de su negocio el 20 de julio de este pasado verano. No era el mejor de los tiempos, pero sí su momento. Sus Cabanas do Ulla están en medio de un bosque paralelo al río que separa las provincias de A Coruña y Pontevedra. «A xente vén aquí a perderse. Ofrecemos establecementos peculiares e intimistas metidos entre árbores. O covid non nos afectou na ocupación, si nas medidas de hixiene e desinfección. Este outono, un 20 % dos clientes son de fóra, veñen cun coñecemento diluído do rural galego, cando non cun descoñecemento absoluto. Os galegos tamén o están a descubrir. Se hai unha palabra que caracteriza os comentarios é desconexión», destaca Álvarez.

«O Camiño e as alternativas a el, como esta, estancias devagar, poden axudarnos a darnos a ter máis sona e dar froitos a medio prazo, máis que na experiencia de sendeirismo propia para acadar as compostelas», continúa Álvarez.

«Galicia é percibida como un destino singular e único, e non só polo Camiño, senón pola gastronomía, lingua e cultura propias e a súa hospitalidade. Hai que potenciar a idea de que é un territorio seguro e traballar en formación, nas novas tecnoloxías. A pandemia está virtualizando as relacións e hai que apostar por una maior e mellor presenza na rede», incide Miguel Pazos. Con distancia social, diferente y alternativo, pero el 2021 será, así lo desean, el año del año santo.

«A palabra desconexión é unha constante que se repite, a xente vén aquí a perderse»

Martina Miser

mar rodríguez meseguer, directora de la agencia tee travel

«Le estamos dando 20.000 vueltas para que se pueda ver algo de luz en el 2021»

El último año santo se celebró en el 2010 y las expectativas para el 2021 eran más que prometedoras hasta la irrupción de la pandemia. El sector de las agencias de viajes ha sido uno de los más golpeados por la crisis del covid. En el caso de Tee Travel, con sede en Vilagarcía y oficinas en Sarria y Santiago, el golpe les ha afectado por partida doble. Están especializados en propuestas alrededor del Camino.

—¿Un año para olvidar?

—El 2020 ha sido muy difícil. Trabajamos mucho con el mercado internacional y estaba todo reservado. Tuvimos que mover reservas y cancelarlas. Las que movimos también se acabaron cancelando por las cuarentenas o los aviones que dejaron de volar. Hemos estado todo el año así para no acabar haciendo nada ni vender nada.

—¿Se da por perdido el 2021?

—Todavía no debemos dar nada por perdido. Tenemos unos meses para poder actuar y todavía podemos permitirnos, en cierto modo, una prueba error. Estamos intentando darle 20.000 vueltas para, por lo menos, ver algo de luz este 2021. Pero tenemos que ser conscientes de que el tiempo pasa muy rápido y de que todo lo que podamos hacer es poco.

—¿Y qué se puede hacer?

—Estamos hablando con las diferentes entidades, con la Xunta y con numerosas confederaciones del sector turístico aportando ideas. Analizamos la posibilidad de hacer diferentes test PCR. Y, aunque lo hagamos muy bien, irradiar que Galicia es un destino seguro, no vamos a llegar a las cifras a las que se iban llegar si no hubiera una pandemia. Es muy simbólico pasar por el Camino de Santiago hoy y ver los hoteles y albergues cerrados. Da mucha pena, pero el Camino mantiene su atractivo, la gente está deseando tener la seguridad para venir. El que ha cancelado las reservas nos ha dicho, «lo haré más adelante». A diferencia de cuando vino el covid, ahora, que estamos además en temporada baja, hay tiempo de prepararnos. Se están haciendo diferentes valoraciones con varios seguros para que, si algo pasa, se encuentren totalmente estipulados todos los pasos a seguir y con la máxima coordinación.