Abrir un restaurante de un millón de euros en plena pandemia

BEGOÑA ÍÑIGUEZ

MERCADOS

cedida

La chef lusa Marlene Vieira ha invertido en plena crisis en su nuevo negocio en Lisboa,

04 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Marlene Vieira (Maia, 1980) es una de las chefs con más renombre en Portugal. A sus cuarenta años puede presumir de buen hacer en la cocina, de una sólida carrera entre fogones fraguada en Nueva York -en algunos de los restaurantes y hoteles más prestigiosos lusos-, de empresaria de éxito y también de mucha valentía, tras inaugurar su proyecto más ansiado y costoso, Zunzum gastrobar, también en la capital lusa. Abrió el pasado 30 de julio, en plena pandemia. El nuevo negocio de Marlene se encuentra situado en Lisboa, junto al Tajo, en la impresionante terminal de cruceros, muy cerca de la Estación de tren de Santa Apolonia. Cuenta también con una tienda delicatessen de productos hechos en Portugal, una amplia terraza exterior, un bar de cócteles y un ala independiente donde está previsto que comience a funcionar en breve otro restaurante de comida innovadora de autor, y pensada para disfrutar de experiencias únicas con el sello de Marlene Vieira.

El proyecto, en su totalidad, ha supuesto una inversión de un millón de euros, que ha salido directamente del bolsillo de la cocinera lusa y de todos sus ahorros fruto de 25 años de trabajo. En el diseño y la decoración del restaurante han participado conocidos arquitectos y diseñadores portugueses. Las cuberterías y vajillas también son lusas, con el sello de Vista Alegre y Costa Nova. «Teníamos todo preparado para abrir Zunzum a finales de marzo, pero la pandemia trastocó de repente los planes de toda la humanidad y también mi sueño desde hace años», confiesa la chef lusa a La Voz. «Fueron meses muy duros en los que me refugié en el campo con mi marido, el también cocinero João Sá, y nuestra hija de cinco años, aunque nunca dejé de trabajar elaborando comida para llevar en mi restaurante del Mercado da Ribeira de Lisboa», explica. «Al ver que la pandemia iba a seguir entre nosotros mucho tiempo, decidí lanzarme a la piscina e inaugurar mi gastrobar el 30 de julio, aunque muchos pensaron que estaba cometiendo una locura», admite con una sonrisa. Dos meses después, Marlene Vieira está satisfecha con la decisión. Las reservas no paran de aumentar para las noches y han comenzado a servir comidas. «El covid-19 nos ha obligado a reformular todo, pero no nos puede hacer perder la ilusión», dice convencida mientras abre las puertas de su templo más preciado, la impresionante cocina, que se divide a su vez en otras tres, independientes y relacionadas entre sí: la del gastrobar, la de la sala de autor y la de las primeras elaboraciones del restaurante del Mercado da Ribeira.

 Las tres dotadas de los utensilios y la maquinaria más moderna. «Ha sido una inversión enorme que ya había desembolsado cuando el coronavirus llegó a Portugal en marzo, por eso decidí abrir el negocio y apostar por el público portugués, que tanto nos quiere y está respondiendo muy bien, aunque ya comenzamos a tener algunos españoles, franceses e italianos», confiesa. La buena relación calidad precio es otro de los puntos fuertes de Zunzum gastrobar, un nombre que Vieira escogió porque significa movimiento, dinamismo.  «Estamos en una terminal de cruceros, junto a una estación de tren, en un lugar de paso y de movimiento», avanza, «lo que no significa que haya que comer mal, sino todo lo contrario, aquí elaboramos comida 100 % portuguesa de calidad, bien emplatada, desenfadada y con una buena relación calidad precio», concluye una de las cocineras lusas de más renombre.