El catálogo se traslada al mundo digital

MERCADOS

Europa Press

Casi la mitad de los usuarios que visitan alguna tienda digital lo hace con el único objetivo de consultar los precios de los productos y sin intención de realizar ninguna adquisición

28 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El comercio electrónico se erigió como uno de los grandes vencedores en las últimas semanas. Mientras el coronavirus obligaba a las tiendas más tradicionales a bajar la persiana, aquellos que contaban con presencie en el vasto mundo digital veían mermar sus cuentas a un ritmo mucho más bajo del que experimentaron aquellos que no habían dado el salto. Pero lo cierto es que, a pesar del coronavirus, la experiencia de compra tradicional sigue manteniendo un amplio círculo de adeptos.

El salto dado por las tiendas digitales es importante, pero todavía tienen deberes por hacer. Lo demuestran estudios como el presentado la semana pasada por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc) y Google Marketing Insights. Según este informe -titulado ¿Cómo competir en e-commerce?-, cuatro de cada diez consumidores que optan por darse una «vuelta» por las tiendas on-line lo hace solo con el objetivo de comparar precios. Su intención de llenar el carrito y cerrar la transacción es baja o incluso nula. Comparar etiquetas y encontrar dónde se encuentra el mejor precio es una tarea que, hasta el despegue de Internet, requería de tiempo y un gran esfuerzo. Pero las cosas han cambiado. A golpe de clic -o incluso echando mano de herramientas pensadas precisamente para la ardua tarea- los ciudadanos pueden topar en pocos minutos dónde se encuentra el precio más competitivo. Pero la realidad es que muchos acaban llevando a cabo la compra final en los comercios más tradicionales: los físicos..

Navegar por las páginas web de las tiendas también se ha convertido en una actividad casi de ocio. Porque un 22 % de los españoles admiten pasearse por las tiendas digitales solamente para ver la oferta de productos.

Pero no todos usan la web como un mero catálogo. Según los expertos de Aecoc y Google, un 37 % de los usuarios reconoce haber visitado las tiendas on-line con la firme intención de llenar su carrito de la compra.

Y todo esto sufre importantes variaciones si se analiza cuál es el objeto a comprar. Porque el porcentaje de consumidores que visita las webs del comercio electrónico sin intención de comprar es especialmente alto en las categorías referentes a productos electrónicos y moda. Al otro lado de la balanza se sitúan las tiendas que ofrecen productos para mascotas y salud. En estos portales, entre el 44 y el 46 % de los internautas entraron con la firme intención de estirar el bolsillo y llegar hasta el final con su compra.

También hay importantes diferencias en esto de la compra digital entre los peces más grandes y los más pequeños. Porque el estudio de Aecoc muestra que 9 de cada 10 usuarios visitan alguna de las tiendas digitales de los grandes del retail en los últimos tres meses. Pero la cifra baja mucho cuando se analizan los comercios on-line categorizados como medianos. En este caso, tan solo el 42 % se lanzó a hacer una visita a una de estas webs.

«En la ratio de conversión -es decir, aquellas visitas a la web que se acabaron convirtiendo en compras- juega un papel muy importante la experiencia previa del consumidor y, en este caso, las grandes marcas tienen una reputación y un nivel de visitas anteriores por parte de los usuarios mucho más alta, lo que les da una ventaja con respecto a sus consumidores más pequeños», explica el responsable de Market Insights de Google España, Pablo Pérez.

Pero en esto del comercio electrónico todavía queda mucho que decir. La pandemia revolucionó algunas de las rutinas de compra de los españoles en apenas unas pocas semanas. Y algunos cambios dejarán poso. El período de confinamiento ha dejado tras de sí a un consumidor mucho más volcado con el comercio digital.

El impulso del covid-19

De hecho, según los datos del informe, el 60 % de los usuarios realizó alguna compra digital en los últimos siete días. Y dos de cada diez españoles admiten que han incrementado su inversión on-line tras la época de confinamiento. Y hay más. Porque el 13 % admiten haber dado un paso adelante y lanzarse a comprar en digital a raíz de la crisis sanitaria. Algunos han salido incluso más vencedores tras el coronavirus. El confinamiento ha provocado que algunas categorías que antes resultaban minoritarias en el mundo digital ahora se hayan convertido en las protagonistas. La alimentación es un buen ejemplo. Esta categoría, que antes del terremoto provocado por la pandemia casi no conseguía captar clientes en los negocios on-line, ha subido de manera importante. Así, un 36 % de los consumidores ha comprado viandas en las tiendas digitales. Caso parecido es el de la higiene y el cuidado personal: el 34 % admite haber invertido en estos productos a través de la web.

Una herramienta para encontrar el producto más barato desde el móvil

Comparar precios nos puede permitir dar un importante respiro al bolsillo. Pero encontrar las mejores ofertas no siempre es tarea fácil. Requiere de tiempo y de algo de conocimiento del mercado. Sin embargo, en el vasto mundo de las aplicaciones encontramos algunas soluciones para ahorrar dinero de manera rápida y sencilla. RadarPrice es un ejemplo de ello. Esta aplicación -que solo cuenta con versión para móviles Android- permite al usuario saber dónde encontrar al precio más competitivo un determinado producto. La comparación se puede realizar introduciendo el nombre de aquello que queramos adquirir o, incluso, escaneando su código de barras.

A partir de ahí, la herramienta realiza un rápido escaneo de las diferentes ofertas que se encuentran en el mercado y ofrece una lista con los mejores precios ordenados de menor a mayor, acompañados por el lugar en el que se puede encontrar dicho artículo. Entre esta lista ofrece tanto opciones físicas como de comercios electrónicos.

RadarPrice también permite a los propios usuarios colaborar. Así, cualquiera puede añadir un nuevo precio en el caso de que se encuentre en una tienda un determinado producto a un coste mucho más bajo que los ya registrados.