La economía del país donde empezó la pandemia puede ser la primera en salir de la crisis: la demanda de carnes, lácteos y conservas crece en China, a la que Galicia ve como una gran oportunidad para sus exportaciones
14 jun 2020 . Actualizado a las 18:58 h.Siempre pensamos en China como la fábrica del mundo, pero pocas veces concebimos esa inmensa factoría como un mercado lleno de millones de consumidores. Alimentos y bebidas, moda, salud, cosmética y bienestar están entre los sectores con más proyección de las exportaciones más allá de la Unión Europea según un estudio del ICEX, de la Secretaría de Estado de Comercio. El país donde empezó la pandemia será el primero en superar la crisis. Tendrá un saldo positivo en el 2020, según estima el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Sigue siendo para nosotros un mercado a futuro. Es el primer país en el que trabajamos en Asia. Japón tenía una economía madura y la India está por explorar. En China hemos realizado en los últimos cuatro años un intenso esfuerzo en ferias sectoriales para dar a conocer a nuestras pymes», indica Juan Cividanes, director del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) .
alimentos: la luz en el 2020
Después de un 2019 en el que las exportaciones se estancaron, lácteos y productos cárnicos se recuperaron en el arranque del 2020. En pleno confinamiento en Asia, las compras de derivados de la leche se dispararon en enero en China. En marzo, con España en estado de alarma, estas cayeron aquí, pero la pesca remontó. En la confección y la automoción se produjo el desplome.
«No primeiro trimestre as nosas exportacións caeron máis que no conxunto do país (un menos 4,5% fronte ao menos 3% nacional). O Banco de España estima que no 2020 caerán entre un 17 % e un 22 %», avisa Albino Prada, autor del Barómetro Exportador de Galicia (Baexga) y profesor de la Universidade de Vigo (UVigo).
Con una economía en recesión en la UE (que concentra el 77 % de las exportaciones gallegas), la tesis de seguir la estela de los mercados emergentes cobra vigor. Sobre todo, en el sector alimentos, que representa el 13 % de lo que Galicia vende fuera. El 30 % fueron las manufacturas en el 2019, el 16 % automóviles y el 15 % bienes de equipo.
«Las ciudades de segundo nivel de China, de 7 a 10 millones de habitantes, necesitan abastecer su demanda creciente», dice Cividanes. «Las dos zonas más importantes de exportación seguirán siendo Asia y África. El mayor importador de leche en el mundo es China, que aglutina más del 50 % de la demanda. Se calcula que tendrá un déficit de 37 billones de litros en el 2050. En los países en crecimiento se estima un aumento del 25 % de los lácteos en diez años», destaca Pablo Gómez, de Cooperativas Lácteas Unidas (CLUN), de la que forman parte Feiraco y Clesa.
dos de cada cien euros
Otro sector importante en la comunidad como el vitivinícola confía en una remontada después del verano. «El cierre de puertos y aduanas ha parado el mundo del vino, pese a que hubo un aumento de las ventas online en China, que tratamos de cubrir con stock», avanza Cristina Seoane, directora general de Ingemose, una firma con oficinas en A Coruña que se dedica a la exportación de aceites, vinos y licores.
«Embotellamos los excedentes de producción con marcas propias chinas, como exige el país, pero destacando el origen español, lo que aumenta su valor», explica Seoane. «China pide volúmenes elevados, precios bajos y alta calidad», añade.
Pero, trazar esta ruta de la seda inversa con Asia es un reto no exento de obstáculos. «Las que estaban exportando van a seguir creciendo, la demanda de carne de cerdo es creciente, pero va a ser más difícil que una pyme inicie sus exportaciones ahora, sin las ferias. Por eso redirigimos los convenios con las cámaras de comercio y las subvenciones directas a las acciones comerciales virtuales», anuncia Cividanes. «Es imprescindible en China tener licencia de exportación y hoy en día no es nada sencillo», admite Cristina Seoane, que apunta otro hándicap: «Australia, con su acuerdo de aranceles cero nos hace mucho daño. También Chile. El sur de Europa tiene que reivindicarse».
«Los grandes productores lácteos, Francia, Alemania, Holanda o Irlanda llevan años asentados comercialmente en Asia, tienen estructuras cooperativas con más peso y una balanza excedentaria, presionan en precios, España no puede. Sin ganar dimensión y producir productos con mayor valor añadido no tendremos músculo para competir internacionalmente», admite Pablo Gómez, de CLUN.
«Só dous de cada cen euros exportados aquí van cara os BRIC (China incluída). Poderiamos ter una cuota maior neses grandes mercados en produtos de alta calidade e con seguridade alimentaria para os sectores de maior poder adquisitivo», considera Albino Prada.
El profesor apuesta, con todo, por la estrategia interna: «No novo escenario proteccionista, Galicia ten percorrido potencial para vender no resto de España, un mercado máis doado para as pymes e onde é deficitaria», asegura.
«O futuro non é envasar ?briks?, o queixo viaxa máis lonxe»
Manuel Marey, catedrático da USC, dirixe proxectos de enxeñaría na Aula de Produtos Lácteos
M. M. Otero
O catedrático Manuel Marey dirixe proxectos de enxeñería desde o campus da USC en Lugo e na Aula de Produtos Lácteos e Tecnoloxías Alimentarias traballa cun proxecto de formación de alumnos de Mongolia. «Os mongois queren aprender de nós, de Europa», di. O país, destaca Marey, é moi distinto a China, pero hai elementos comúns: son dun continente que está a incrementar a demanda de lácteos.
-A industria láctea galega debe mirar a Oriente?
-Oriente, China, é o gran consumidor que está incrementado a demanda de lácteos. Hai 30 anos apiques formaban parte da súa dieta. Co aumento do poder adquisitivo, isto cambiou. Per cápita consumen menos ca nós, pero son milleiros de persoas. Teñen xa granxas de 100.000 vacas, pero non serán suficientes, por iso debemos posicionarnos. Nova Zelandia ou Australia xa o fixeron.
-Que pode aportar Galicia?
-España é deficitaria en produción láctea. O fin das cotas ten que facer ver á industria galega que non pode pensar que o futuro é envasar briks de leite. Iso é o que fixeron grandes cadeas de EE.UU. e crebaron. Sempre vai haber un país que o produza máis barato. Ademais, o consumo de leite líquido, polo menos, ata antes do covid-19, está baixando, pero estanse a consumir máis derivados: queixos, iogures, postres, xeados. Aínda non conseguimos transfromar, algo dá valor engadido no mercado interior e lle permite ao produto, a un queixo, viaxar máis lonxe. Ser máis global. Como Italia se especializou nos queixos, Galicia ten que buscar o seu camiño. Hai exemplos de éxito, como Quescrem, unha startup da USC que vende moito a China.