Las actividades que concentran más empleo irregular están ligadas en su mayoría al sector servicios: hostelería, asistencia en el hogar, limpieza o atención a la dependencia son las más comunes, pero esta situación se reproduce en otras ramas; por ejemplo, en el sector primario y la industria, con las talas en el monte y la actividad de los aserraderos, o incluso en trabajos ligados a la construcción, como es el caso de electricistas o fontaneros.
Alberto Vaquero, profesor de la Universidade de Vigo y miembro del Foro Económico de Galicia (FEG), apunta que, en el caso gallego, Ourense y Lugo son las provincias más vulnerables, por el número de familias que complementan sus exiguas rentas regulares a través de la economía informal. Y advierte del mayor deterioro económico que ha supuesto la pandemia para miles de hogares. « Muchas familias completaban sus escasos ingresos de la economía regular con diferentes vías informales, y llevan meses sin poder hacerlo», apunta este investigador, quien pronostica, además, que se avecina un escenario a corto plazo muy poco esperanzador.