Conducir no volverá a ser lo que era

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN / LA VOZ

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Retrovisores electrónicos o sistemas que detectan desniveles y devuelven el coche al asfalto, entre los nuevos avances del automóvil. La industria del motor incorpora la inteligencia artificial

22 mar 2020 . Actualizado a las 05:05 h.

El mundo del automóvil está experimentando en los últimos años un salto tecnológico equiparable -si no superior- al que se vivió en los sectores de la telefonía móvil y la informática personal en la primera década de este siglo. Cada día se anuncian revolucionarias innovaciones que cambian el concepto tradicional de lo que es la conducción y nos acercan poco a poco al coche autónomo. Un ejemplo lo tenemos en los retrovisores electrónicos, o más bien cabría decir en los vehículos que ya prescinden de los retrovisores exteriores de espejo. Uno de los primeros en incorporar esta solución fue el primer eléctrico de Audi, el e-tron, presentado el año pasado, y ahora se suman también el pequeño Honda e -un utilitario movido exclusivamente por baterías de iones de litio- y la berlina híbrida de casi 5 metros Lexus ES300 h.

En todos ellos cámaras externas compactas de alta resolución, conectadas a unos monitores dentro del vehículo, ofrecen una vista mejorada de la zona posterior e inmediatamente lateral, sean cuales sean las condiciones climáticas. Este sistema reduce o elimina por completo los ángulos muertos y además se adapta automáticamente para ofrecer una visión ampliada cuando el coche gira o circula marcha atrás.

Los dos monitores, en el caso del Lexus, son de cinco pulgadas de diagonal y están situados en la base de los pilares delanteros, mientras que en el caso del Audi se integran en las puertas. El conductor no tiene que cambiar sustancialmente el movimiento natural para comprobar los retrovisores, aunque requiere de un período de adaptación..

Las cámaras, alojadas en unas finas carcasas aerodinámicas -que al ser más pequeñas que unos retrovisores reducen el ruido del viento-, cuentan con calefactores integrados para evitar que se forme hielo o vaho, y están colocadas de manera que no puedan quedar tapadas por gotas de agua o copos de nieve. Disponen además de un sensor de luminosidad que reduce automáticamente el deslumbramiento de los faros de los vehículos que circulan detrás por la noche.

En el ES300, cuando el conductor activa los intermitentes o selecciona la marcha atrás, los retrovisores digitales de visión lateral presentan automáticamente una visión ampliada de la zona junto al vehículo y detrás del mismo, ayudando a maniobrar de forma más segura. El retrovisor digital añade automáticamente líneas de guía de referencia a las imágenes.

En carretera, para estimar la distancia segura respecto a los vehículos próximos, el conductor dispone de unas líneas de referencia que indican 5, 10 y 15 metros por delante, si circula a una velocidad de hasta 70 km/h. A velocidades superiores, las distancias aumentan.

Conducir en zonas rurales puede ser difícil cuando los lindes de las carreteras se vuelven irregulares y dan paso a terrenos abiertos, zanjas embarradas y desniveles escarpados. De noche, especialmente en zonas sin iluminación, puede ser un desafío. La mayoría de las muertes en carretera en Europa tienen lugar en las carreteras rurales y, a diferencia de las zonas urbanas, la mayoría de víctimas son los propios ocupantes de los vehículos.

Ahora Ford ha implantado una nueva tecnología que detecta los lindes de carretera, escanea el camino y puede maniobrar suavemente el vehículo de vuelta a la carretera cuando sea necesario.

Diseñado para su uso en vías rurales a velocidades de 70-110 km/h, el sistema Road edge detection utiliza una cámara situada debajo del espejo retrovisor para vigilar 50 metros delante del vehículo y 7 metros a los lados. Cuando una carretera pavimentada se convierte en un borde blando o un arcén duro de grava o hierba, proporciona un suave apoyo a la dirección según sea necesario para evitar que el vehículo se salga de la calzada.

 El Road edge detection cuenta con un algoritmo avanzado que determina cuándo hay cambios estructurales evidentes de la carretera a la zona al lado de la carretera. También puede proporcionar apoyo a la dirección en carreteras con señalización horizontal cuando las marcas del carril están oscurecidas u ocultas por la nieve, las hojas o la lluvia.

Cambio predictivo

Hyundai y Kia, por su parte, han anunciado el desarrollo del primer sistema conectado de cambio con control predictivo. Permite al vehículo pasar automáticamente a la marcha óptima tras identificar las condiciones de la carretera y del tráfico. Utiliza un software inteligente que recoge e interpreta en tiempo real las aportaciones de varias tecnologías -navegación en 3D, cámaras y radares, control de crucero inteligente-. Entre los datos que toma en cuenta se encuentran la elevación, el gradiente, la curvatura y varios condicionamientos en la carretera, así como la situación actualizada del tráfico. Por ejemplo, cuando se espera una desaceleración relativamente larga y el radar no detecta irregularidades de velocidad con el automóvil que va delante, desembraga el motor temporalmente para mejorar la eficiencia del consumo de combustible.

 Una tapicería realizada con botellas de plástico PET recicladas -Audi la ofrece ya como opción en el nuevo A3- o neumáticos como el Goodyear reCharge, con un compuesto de banda de rodadura biodegradable y que se puede reponer con cápsulas individuales, son otros ejemplos de los últimos avances en la industria del automóvil.