Alemania arrastra a la industria a una lenta agonía
La profunda crisis manufacturera ya se está contagiando al sector químico y a los servicios. El índice de producción es el peor de la década
Redacción / La Voz
La industria europea no levanta cabeza. En los últimos quince meses todos los indicadores de crecimiento han sido negativos. No ha habido un solo mes en el 2019 que no cerrara en rojo. Es más, el año se despidió con el peor registro (-4,2 %) desde el año 2009. Y lo que más preocupa a autoridades, patronales y empleados es que las promesas de un 2020 de recuperación de la producción no se atisban por ningún lado. Alemania es el foco de todas las miradas, la hemorragia que sufre su industria es descomunal. La anemia de su sector manufacturero amenaza con arrastrar a otros sectores como el químico e incluso a los servicios. Lo advirtió a finales del 2019 el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe de Perspectivas regionales económicas europeas, en el que subrayaba que esta debilidad se podría «extender» al resto de la economía. Pero también Italia atesora unas cifras decepcionantes para lo que se espera de la tercera potencia del euro. ¿Cuáles son las causas de este desfallecimiento?