El espartano estoico

Mercedes Mora REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Akiyoshi Koji, presidente y consejero delegado de Asahi Group, se mantiene en sus trece de revolucionar y conquistar el mercado cervecero mundial

22 dic 2019 . Actualizado a las 05:08 h.

Empezó en la empresa como un simple agente de ventas. Hace de eso ya más de 40 años. Y ahora lleva ya casi dos al timón del mayor fabricante de cerveza de Japón, Asahi Group Holdings. Por el camino, muchas ambiciones saciadas. Pero él sigue teniendo sed. No se conforma. Quiere conquistar el mercado mundial. Y lograr que se beba su cerveza en cualquier rincón del planeta. Por eso ha dedicado estos últimos años a comprar cerveceras. Aquí y allá. Tanto como para haberse gastado 20.000 millones de dólares (unos 18.000 millones de euros) en el empeño. Hasta el momento... porque quiere más.

Hablamos de Akiyoshi Koji, presidente y consejero delegado del grupo nipón. «El mundo es nuestro mercado», proclama allá por donde va. Y eso que no son pocos los analistas que ponen en tela de juicio su estrategia. Y no solo porque consideren que ha pagado de más por algunas de esas adquisiciones. Incluida la mayor de ellas: la compra por 11.000 millones de dólares de la australiana Carlton & United Breweries, con sede en Melbourne. También porque no creen acertada su decidida apuesta por la cerveza en un momento en el que sus rivales tratan de diversificarse.

Pero Koji es terco. Y lo tiene claro. Mucho. Se mira en el espejo de Heineken. Quiere ser como ellos. Claro que la holandesa inició su singladura en el universo cervecero mundial hace ya mucho. Cuando lo que se llevaba eran las cervezas importadas y exóticas. Ahora los jóvenes prefieren las locales. Artesanales, a ser posible. O bebidas bajas en calorías. De ahí el escepticismo de los analistas ante la maniobras del nipón. Es más, las predicciones apuntan a que el consumo de cerveza apenas crecerá un 1,4 % anual en el próximo lustro. Lo dice un informe de Euromonitor recogido por The Japan Times. Claro, que peor pintan las cosas en el país del sol naciente. Allí lo que vaticinan son caídas de más del 1,5 % en ese mismo período. De ahí que Koji busque aire fuera de las fronteras patrias.

 Aunque él sostiene que Asahi también puede crecer dentro de casa. ¿Cómo? Mejorando la rentabilidad, en lugar de agarrarse a un poco probable incremento del consumo en un país en el que, además, una buena parte de la población peina canas... y bebe menos.

Quienes lo conocen bien dicen del presidente de la mayor cervecera nipona que es un estoico. Y con estoicismo, y algo de indiferencia, todo hay que decirlo, aguanta él las críticas de los analistas. Entre otras cosas porque, de momento, sus planes resultan del agrado de los inversores.

Y además de estoico, es espartano. Pero no uno de esos millonarios neoausteros que pueblan Silicon Valley. Entregados a la meditación. Lo del nipón tiene más que ver con lo de Marco Aurelio y sus pensamientos para sí mismo. Con esa contención de las pasiones y las quejas que tanto arraigó entre los poderosos de la antigua Roma. Un desapego por el lujo que, en el caso del japonés, llega incluso al estómago. Su comida favorita: el shogayaki. Un simple salteado de cerdo y jengibre que uno puede encontrar en las cafeterías niponas por menos de diez dólares. Dice la leyenda que lo toma siempre antes de las reuniones importantes. Y a la vista de todo lo que ha negociado en estos últimos tiempos, la ingesta no ha debido ser poca.

 Y como buen estoico, no tendrá reparos en echarse a un lado, en el caso de que las cosas no vayan como él espera y sus planes acaben en fracaso. Lo ha dicho ya en varias ocasiones. Y lo hará. Porque para Koji, la palabra es la ley, como buen japonés que es.