El pulpo, una debilidad

La Voz

MERCADOS

17 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«La comida, en Barcelona, está muy rica, pero es que además yo llevaba 17 años en el Reino Unido y eso es duro, la comida no sabe igual», comenta Catarina. Y confiesa una debilidad culinaria de su tierra, el pulpo. «Soy loca del pulpo, cuando llegaba a A Coruña dejaba a las niñas con mi madre y lo primero que hacía era decirle a mi marido ‘vamos a comer pulpo’. Era la salida de emergencia», relata entre risas.

Su otra debilidad es la playa de San Pedro, en Veigue (Sada). «Voy desde que tenía un añito y todos los años tengo que ir, es la mejor del mundo», defiende. En Cambridge añoraba el mar, del que ahora disfruta en Barcelona. «Pero no es el mismo mar, no es mi mar», admite. Otra de sus pasiones es viajar: «Antes de tener a las niñas viajamos mucho por Asia y por Europa y ahora que ya se están haciendo más mayores, lo volveremos a hacer». De momento, los fines de semana los dedica a «hacer turismo» por Barcelona», donde se siente «muy contenta, en lo profesional y en lo personal».