Reconocimiento facial y robots camareros para disfrutar del té chino. China moderniza su milenaria tradición de ingerir esta bebida con el desarrollo de las aplicaciones de inteligencia artificial, un sector en el que pretende ser puntero.
El gigante tecnológico Baidu se ha asociado con Laoshe Teahouse, una famosa casa de té tradicional, para crear la primera «IA Teahouse». Juntos han revolucionado el emblemático establecimiento de Pekín por el que han pasado más de 70 jefes de Estado y millones de turistas. Ahora los clientes pueden ser atendidos por robots o experimentar con pantallas de reconocimiento facial y de voz capaces de escribir poemas personalizados teniendo en cuenta sus rasgos. Se puede aprender las diferentes clases de tés y localizar su lugar de origen.