Catarina Horro: «Si la gente viene con ilusión el trabajo sale mucho mejor»

MERCADOS

Catarina Horro Pita, coruñesa, directora de operaciones de Anapharm Bioanalytics, en el laboratorio de la empresa, en Barcelona.
Catarina Horro Pita, coruñesa, directora de operaciones de Anapharm Bioanalytics, en el laboratorio de la empresa, en Barcelona. CEDIDA

Licenciada en Ciencias Químicas, se doctoró en Química Orgánica en el Reino Unido, donde trabajó varios años hasta incorporarse, en el 2018, a Anapharm Bioanalytics, una compañía de Barcelona que proporciona asistencia a industrias farmacéuticas.

17 nov 2019 . Actualizado a las 11:18 h.

Esta coruñesa entusiasta de su trabajo analiza muestras procedentes de ensayos clínicos y preclínicos, y dirige un equipo de 40 personas. A Catarina Horro Pita (A Coruña, 41 años) la movió siempre el ansia de «ver mundo». Estudió Ciencias Químicas en A Coruña y a los tres días de acabar la carrera ya estaba en Inglaterra. «Fui a hacer unas prácticas en verano y después me surgió la oportunidad de hacer un doctorado en Química Orgánica (Universidad de Loughborough); el catedrático que supervisó mi tesis me contrató en su empresa y de ahí fui enlazando trabajos, primero en química orgánica y después en química analítica», cuenta. Tras varios años en LGC, el 26 de octubre del 2018 dejó la compañía británica para incorporarse a Anapharm Bioanalytics, en Barcelona, como directora de operaciones del departamento de Molécula Pequeña, al frente de un equipo de unas 40 personas.

-¿En qué consiste su trabajo?

-Dirijo el departamento de Molécula Pequeña en Anapharm Bioanalytics, un equipo de unas 40 personas. Organizo y defino las operaciones, determino la viabilidad de proyectos y doy soporte a la dirección financiera en la preparación de presupuestos. He hecho ponencias en diferentes congresos en Europa (Cambridge, Londres, Praga o Salzburgo).

-¿A qué se dedica Anapharm Bioanalytics?

-Es una empresa de CRO (Contract Research Organization, proporciona asistencia a industrias farmacéuticas), igual que LGC, en la que estaba antes. Anapharm Bioanalytics se dedica al análisis de muestras biológicas procedentes de ensayos clínicos y preclínicos. Mi especialidad es el análisis de muestras biológicas por espectrometría de masas.

 -¿Quiénes son sus clientes?

-La mayor parte son empresas farmacéuticas que, o bien tienen un medicamento nuevo y tienen que analizarlo, o va a expirar la patente de un fármaco muy conocido y en ese caso le hacen la copia, el genérico. Hay que testarlo antes de que salga al mercado y demostrar que tiene la misma efectividad que el medicamento de marca.

-¿Hay mucha competencia en este campo?

-Sí, hay muchos laboratorios. Ocurre como con otros sectores, hay empresas en países más pobres, como la India, que están creciendo muy rápido, con mano de obra mucho más barata que en España. Entonces, nosotros tenemos que asegurarnos de que prime la calidad, que un cliente prefiera venir a Anapharm Bioanalytics porque sabe que los resultados van a ser buenos, fiables, y los va a recibir cuando quiera.

-¿Y en Europa?

-En Suiza y en Inglaterra hay muchas empresas de este sector y de buena calidad.

-¿Qué es lo más interesante de su trabajo actual?

-Lo que más me gusta es, cuando te viene un fármaco nuevo, diseñar la manera de analizarlo; cada molécula es distinta, algunas son estables a pH ácido y otras a pH básico; unas se comportan de una manera en el laboratorio y otras de otra. Por eso saber cómo analizarlo y cómo dar un resultado fiable es muy difícil. Requiere muchas pruebas y, además, estamos en un entorno muy, muy regulado, y tienes que dejarlo todo por escrito.

-Y a mayores dirige un equipo.

-En la anterior empresa no dirigía a tanto personal, aquí sí y estoy descubriendo que me gusta mucho. Es una complicación añadida, saber que tienes personas totalmente distintas y conseguir que lo hagan bien y le pongan ganas. Es otro reto. Si la gente viene con ilusión el trabajo sale mucho mejor. Me parece más complicado porque una molécula, más o menos, puedes predecir cómo se va a comportar, pero con una persona resulta más difícil, pero es muy bonito también.