«Me encanta sacar el potencial de valor que tienen las empresas»

MERCADOS

EDUARDO PEREZ

Sus estudios y sus primeros pasos profesionales los dio en Madrid, y cuando por la crisis tuvo que volver a Galicia, supo aprovechar la versatilidad de su profesión para engancharse al sector financiero. Tras cinco años como delegada de una consultoría, se atrevió a crear su propia firma, dirigida sobre todo al ámbito tecnológico. «Era ahora o nunca».

10 nov 2019 . Actualizado a las 05:08 h.

A sus 41 años, la pontevedresa Raquel Maquieira se enfrenta al reto de pilotar su propia empresa. Cree llegado el momento de hacer realidad un sueño que tenía desde niña y al que llega tras una intensa carrera personal y profesional que comenzó en Madrid, hasta donde se desplazó de joven para estudiar Ingeniería industrial.

-¿No se planteó hacer la carrera en Galicia?

-Mis padres me dieron esa oportunidad, y a mí siempre me gustó volar. Hice la carrera y empecé a trabajar allí en el sector de la auditoría, hasta que me pilló la crisis y volví.

-La crisis afectó especialmente a las carreras técnicas. ¿Fue ese su caso?

-No estuve más de dos meses en el paro. Lo bueno de las ingenierías es que son muy polivalentes, y yo aposté por un sector muy diferente al mío, el financiero. Descubrí la consultoría estratégica y después estuve cinco años dirigiendo la delegación en Galicia de una consultoría.

-Hasta que por fin dio el salto y creó su propia empresa.

-Hace nada, un mes y medio. Se llama 91 grados, Innovación y Estrategia empresarial. Por asuntos personales estoy en A Coruña, pero siempre a medio camino de Pontevedra. Mi ámbito de actuación es toda Galicia.

-¿Por qué se decidió a crear su propia firma?

-Llevaba cinco años haciendo un trabajo que me encantaba, que es el de ayudar a crecer a las empresas, y eso me permitió ponerme en contacto con más de un centenar de firmas y acompañarlas en su crecimiento estratégico y comercial. Me apetecía y me vi capacitada para hacerlo, porque tuve ese sueño desde que era niña, ya que vengo de una familia de empresarios.

-¿Qué demandan de usted?

-Sigo haciendo lo mismo que antes pero desde un punto de vista más estratégico, que es lo que me gusta. Me encanta llegar, analizar las empresas y sacar el potencial de valor que tienen, mejorar su imagen y su eficiencia. Antes, me dedicaba más a la internacionalización, pero ahora trabajo, sobre todo, con empresas del sector tecnológico, que es un campo muy innovador desde el punto de vista técnico pero que a veces no desarrolla bien sus potencialidades. Nos llaman para que les ayudemos en su visibilidad. Ese es el papel que juegan las auditorías, porque a veces desde dentro es muy difícil, hace falta verlo desde fuera y descubrir qué es lo que pueden ofrecer y cuáles son sus potenciales clientes. A menudo estas firmas están muy centradas en la parte técnica y tienen productos muy potentes pero no saben cómo trasladarlos a la sociedad.

-¿La empresa gallega asumió la internacionalización?

-Por mi experiencia puedo decir que sí, que está mucho más abierta a explorar nuevos mercados. De hecho, sectores como el de la construcción no habrían sobrevivido a los años de crisis si no se hubiesen abierto al mercado internacional.

-Usted fue delegada en Pontevedra del Colegio de Ingenieros Industriales de Galicia, y ahora sigue en la directiva como vocal. ¿Cuál es su función?

-Defendemos los intereses de los colegiados y ponemos en valor la actividad profesional de los ingenieros industriales.

-¿Vieron la crisis que se avecinaba en la industria gallega?

-Alertamos tanto a nivel político como empresarial, pero hay que poner de acuerdo a muchos y, a menudo, todo se queda en buenas palabras.

«La transición energética e industrial necesita de un Gobierno estable»

Raquel Maquieira advierte de que la inestabilidad política es nefasta para la crisis industrial y energética gallega. «Tenemos un Gobierno en funciones que está lastrando al resto de las administraciones. La transición energética e industrial hay que hacerla de forma justa y ordenada y necesita un Gobierno estable».

-¿Qué pasos hay que dar ya?

-La transición hacia las energías renovables no tiene marcha atrás y desde el punto de vista tecnológico es un hecho. El problema es económico, por los cambios regulatorios. Una excesiva regulación frena la especulación, pero también frena la inversión, y tenemos que conseguir que no ocurra, porque hay que captar inversión y ser atractivo para las empresas privadas.

-¿La industria gallega depende en exceso de estos sectores en crisis?

-No me gustaría que se trasladase solo esa idea, en la industria aeroespacial o en la tecnológica, tanto en biotecnología como en el sector agroalimentario, se están haciendo productos punteros que compiten con firmas de calado internacional. Se habla siempre de las debilidades y se olvidan las fortalezas.

Una ptv casi siempre lejos de la ciudad por sus ansias de volar

Asegura que fue la «honradez, perseverancia y humildad» que aprendió de los suyos lo que le dio fuerzas para seguir el ejemplo de una trayectoria familiar marcada ya antes por la vocación empresarial. Con un hermano mayor y una hermana melliza, y la mayor parte de su familia en Pontevedra, Raquel Maquieira reparte su tiempo entre A Coruña y la ciudad del Lérez. «Siempre he sido PTV pero con ansias de volar; me encanta mi ciudad, pero mi pasión por estar en el mundo, donde pasan las cosas, me separa de tan bella postal». Le interesa el arte, la escultura, la arquitectura y la fotografía. También los viajes y la lectura. «Ahora estoy leyendo Lo inevitable, de Kevin Kelly, y El manantial, de Ayn Rand». No quiere despedirse sin olvidar su compromiso con la visibilidad de la mujer en las STEM, y lamenta que se siga creyendo que una mujer ingeniera es una rareza. «No se ha sabido transmitir a la sociedad la vertiente social de la ingeniería», reflexiona.