La peste porcina colapsa la industria china del cerdo

María Puerto PEKÍN / LA VOZ

MERCADOS

Jason Lee

La epidemia que asola al gigante asiático ha obligado a sacrificar más de 200 millones de animales y abierto jugosas oportunidades de negocio para las empresas españolas

03 nov 2019 . Actualizado a las 05:14 h.

La epidemia de peste porcina africana ha devastado el potente sector porcino del gigante asiático y repercute directamente en su economía. Más de 200 millones de cerdos han sido sacrificados y el aumento del precio de la carne, que prácticamente se ha doblado, repercute en una subida de la inflación. La crisis obliga a incrementar las importaciones dando una oportunidad a los países exportadores de porcino, como España. China era hasta hace poco el principal productor y consumidor de carne de cerdo del mundo, con unas cifras de vértigo que sumaban 56 millones de toneladas de carne al año. Pero el brote de peste ha hundido a la industria y obliga a recurrir a las importaciones.

Oficialmente, Pekín reconoce que se ha visto obligado a sacrificar un tercio de la población de cerdos y prevé que a finales de año solo quedarán la mitad. Pero otras fuentes creen que las cifras son superiores.

Según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas, en agosto el precio de la carne de cerdo ya había subido un 46,7 % interanual y daban por seguro que seguiría aumentando, superando el 50 % a finales de año. El peso del incremento del cerdo ha impulsado la inflación hasta el 2,8 %, rozando el 3 % que había establecido el Gobierno para todo el año.

El cerdo representa el 40,3 % de la producción de carne en China. Se calcula que la industria aporta 128.000 millones de dólares al PIB del gigante asiático.

El virus de peste africana se detectó en agosto del 2018 en una granja cerca de la frontera con Rusia. Desde entonces, se ha extendido a 31 provincias y ha saltado a otros países como Vietnam o Camboya. La enfermedad es inofensiva para los humanos, pero letal para los cerdos ya que todavía no hay vacuna.

El problema, además de ser económico, también es social. El Gobierno es consciente de que el precio del cerdo puede desencadenar descontento en la población y lo trata como un problema de Estado. Esta carne es una parte esencial de la dieta y un plato que no puede faltar en todas las celebraciones, como la del Año Nuevo.

De hecho, en China, cuando se habla de comer carne, se sobrentiende que es de cerdo, sino se específica la clase. La subida de precios afecta directamente al bolsillo de la población y además, de rebote, dispara el coste de otros alimentos como el pollo o la ternera.

Como medida paliativa, el Gobierno ha sacado al mercado reservas de cerdo congelado para contener los precios y en septiembre liberó 100.000 toneladas. China tiene una reserva nacional de carne de cerdo congelada desde los años 70, que amplió a finales de los noventa para hacer frente a situaciones de crisis. Las noticias sobre la distribución en algunas regiones, como Guangxi, de cupones para comprar cerdo han evocado recuerdos que están presentes en el imaginario colectivo de las épocas de escasez de la china maoísta.

Plan de ayudas

La Administración ha aprobado un paquete de ayudas para reflotar el sector valorada en más de 70.000 millones de dólares. Incluyen subsidios para compensar a los criadores que han perdido los cerdos e incentivos para aumentar la producción a las granjas no afectadas. También una línea de préstamos a bajo interés para ayudar a convertir tierras de cultivo en granjas de cerdos.

La crisis china se convierte en una oportunidad para los exportadores. España es el cuarto productor mundial de cerdo y el primer exportador a China. Y Galicia es la comunidad con más explotaciones de ganado porcino de España, un 33 % del total. Treinta y cinco empresas españolas ya tienen autorización para comercializar cerdo en China y es posible que la cifra se amplíe en el futuro. Según los datos de las aduanas chinas, en los primeros siete meses del 2019 las importaciones de carne y despojos de porcino español aumentaron un 63 % respecto al mismo período del año anterior. Pero no hay que perder de vista que es una oportunidad coyuntural. Se calcula que en unos siete años el sector porcino chino se habrá recuperado.