El germen del empleo con más demanda de España

L. García REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

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Tokio School ayuda al alumno a convertirse en programador Java, un empleo en el que no hay parados, de manera flexible y con instructores certificados

03 nov 2019 . Actualizado a las 05:06 h.

Es poco habitual encontrar un interlocutor que pronuncie la siguiente frase: «En este mercado hay más demanda que gente, y no solo ocurre en Galicia; todo el país está igual». El Dorado laboral que pone del revés todas las estadísticas es, como explica el ingeniero informático Santiago Faci, el de programador Java. Un trabajo con el 100 % de empleabilidad que realizan aquellos que logran convertirse en expertos de uno de los lenguajes de programación más populares del mundo. ¿Lo mejor? Para llegar a esta meta no hay que poner rumbo a Silicon Valley. De hecho, basta con tener acceso a Internet y, eso sí, una escuela que garantice unos conocimientos sólidos en la materia. La teoría llevada a la práctica tiene un nombre: Tokio School.

Esta escuela, cuyos cursos son 100 % online, cuenta con la acreditación de la Universidad Nebrija y se distancia de esos cursos gratuitos y opacos que campan por la red en factores del todo decisivos. En primer lugar, porque Tokio orienta su formación hacia la Certificación Oficial -menciona Faci, profesor en este centro, el caso de Oracle, ya que el programa fue diseñado siguiendo las pautas oficiales de OCP-, y en segundo, porque los datos objetivos siempre cantan. Es decir, como comenta Leticia García, directora de proyectos de Tokio School, «muchos de nuestros alumnos se quedan trabajando en la empresa donde hacen las prácticas». Compañías, ojo, que pagan a sus programadores Java salarios que oscilan entre los 27.000 y los 40.000 euros.

Java, que se utiliza en Android y llega hasta a grandes empresas como Linkedin o Amazon, es un lenguaje en algunos empleos casi más importante que el verbal. Y aunque complicado, no se trata de ninguna misión imposible. Es por eso que en este centro de formación con capital 100 % gallego quieren adaptar el aprendizaje a las necesidades de los distintos perfiles interesados en batir récords en el mercado de las nuevas tecnologías. «Cuando nacimos, en el 2017, ya nos planteamos que la idea era poner el foco en la especialización. Eso quiere decir que la metodología debe ser flexible, para respetar que cada uno vaya asimilando el aprendizaje a su ritmo», explica García. Y tanto que es así. Uno de los fuertes de Tokio School es que la formación es 100 % adaptada al alumno. Es más, aunque parezca increíble, la experta mantiene que hay quien puede estudiar 15 minutos al día y le resulte más que suficiente. También, claro, está el que debe dedicar un buen puñado de horas. «Cuando se matriculan en el curso les enviamos todo el material y les damos de alta ennuestra plataforma e-learning. A partir de ahí ellos son libres de administrarse el tiempo como quieran».

educación a la carta

Llega a tal extremo este punto que en Tokio existen varios grupos a lo largo del año y puedes empezar a estudiar sin que el arranque del curso escolar marque la tónica. «Todas las semanas ofrecemos clases en directo, para quien las pueda ver, que colgamos a continuación y así estén al servicio de todos los alumnos». La educación a la carta era esto.

Es perfectamente entendible este esfuerzo si se explica el tipo de perfiles que buscan en este centro una especialización tan concreta. «Se trata de personas que van más o menos de los 24 a los 35 años, que acaban de terminar la carrera, o están empezando en el mundo laboral, y ven que para mejorar en sus empresas o para crecer en su sector necesitan algo más». Pero, claro, no disponen del tiempo necesario para dedicarse a jornada completa a una formación. Precisamente para ayudar a los alumnos a cumplir objetivos, además del trabajo de los profesores, los alumnos cuentan con una asesora pedagógica que hace un seguimiento personalizado del plan de estudios.

Son todas estas pinceladas las que hacen de la escuela Tokio School un centro de referencia (que, por cierto, además de formar a programadores Java, también cuentan con cursos centrados en consultoría SAP, márketing digital o diseño de videojuegos). Sobre todo, comenta la responsable de proyectos, porque «se trata de una formación completa, no de un cursillo de 60 horas. Con Tokio School el alumno va a aprender con material oficial y profesores certificados. Acabará el curso como un profesional y estará listo para entrar en el mercado laboral», concluye.

Las empresas pagan a los programadores Java sueldos que van de los 27.000 a los 40.000 euros