Nissan, la crisis de un gigante

María Puerto TOKIO / LA VOZ

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La sucesión de escándalos relacionados con sus máximos ejecutivos y la caída de ventas han sumido al sexto mayor fabricante del mundo de coches en una situación delicada

29 sep 2019 . Actualizado a las 05:14 h.

La caída de las ventas, la necesidad de inversión y los escándalos de malversación de fondos que se han llevado por delante a su cúpula directiva han dejado a Nissan sumido en una grave crisis. El sexto fabricante de automóviles del mundo registra los peores resultados de la última década. Y la dimisión, el pasado 16 de septiembre, del presidente ejecutivo, Hiroto Saikawa, ha sido el último torpedo a la línea de flotación de la compañía.

Saikawa, de 65 años, fue acusado de cobrar compensaciones indebidas junto a otros miembros de la dirección. Una investigación interna de la empresa desveló el cobro incorrecto de un bonus vinculado a acciones por valor de unos 400.000 euros en el 2013. En una rueda de prensa en la que confirmó su retirada, se disculpó públicamente y prometió devolver el dinero. Pero llueve sobre mojado, ya que el ya dimitido ejecutivo fue el elegido para sustituir al todopoderoso Carlos Ghosn. El ahora expresidente de Nissan fue detenido en noviembre pasado en Tokio acusado de una presunta malversación de fondos y está pendiente de juicio.

La sucesión de crisis en la cúpula llega en un momento de incertidumbre para el negocio. En julio, el mismo Saikawa presentaba los peores resultados registrados por la compañía desde la crisis de 2009. Entre abril y junio, el beneficio neto cayó cerca de un 95 % en comparación con el mismo período del 2018 y la facturación se redujo un 12,7 %.

Los datos iban acompañados de un duro plan de reestructuración para reflotar la empresa. Se anunció la supresión de 12.500 puestos de trabajo, que representa alrededor del 10 % de la plantilla en todo el mundo. El objetivo de la dirección es reducir la producción global un 10 % para el año 2022. En un comunicado, la empresa se justificó aduciendo que «la rentabilidad se vio afectada negativamente por la disminución de los ingresos y por factores externos como los costes de las materias primas, las fluctuaciones de los tipos de cambio y las inversiones para cumplir con las normas regulatorias».

En el origen de la crisis pesa el momento de cambio radical que vive la industria del automóvil, con el endurecimiento de las normativas medioambientales. La necesidad de desarrollar nuevos productos con fuentes de energía alternativa o la apuesta por el vehículo autónomo obliga a fuertes inversiones. Pero Nissan es pionero en venta de coches eléctricos con su modelo Leaf, que desde el 2010 se ha convertido en un referente del sector.

Aun así, las ventas del grupo nipón han caído y ahora China se mantiene como su primer mercado. La empresa ha reconocido errores del pasado como la política, impulsada bajo la dirección de Ghosn, de buscar cuota de mercado a costa de la rentabilidad. La apuesta por vender coches con grandes descuentos a empresas de alquiler de vehículos ha podido perjudicar la imagen de marca, además de a la cuenta de resultados.

La detención de Carlos Ghosn también ha dañado la imagen del segundo mayor fabricante de automóviles de Japón. El ejecutivo llegó a Nissan en 1999 con el objetivo de reflotar la empresa, que estaba sumida en una grave crisis. Lo consiguió. En Japón estaba considerado un directivo ejemplar hasta que estalló el escándalo. Se enfrenta a la acusación de crear un entramado legal para cobrar opacamente hasta 84 millones de dólares en los últimos ocho años. Además de malversar fondos de la compañía para tapar pérdidas. Él se declara inocente y víctima de una conspiración empresarial.

El próximo CEO de Nissan, que debe ser elegido en octubre, se enfrenta a importantes retos para reflotar la empresa. Los problemas estructurales de su alianza con Renault es uno de los más importantes. El grupo francés posee un 43 % de las acciones de Nissan y quiere más integración, mientras que la compañía nipona solo tiene el 15 % de Renault, sin derecho a voto, y aspira a mantener su independencia.