Los carritos de helados forman parte obligada del paisaje en las playas, parques y áreas turística en esta época del año. Quienes tiren de este singular medio para el transporte de este tipo de productos refrigerados ya no tendrán que preocuparse de baterías o transformadores eléctricos para mantener la temperatura baja que requieren estos artículos. El sol será curiosamente su mejor aliado.
La multinacional Unilevel, propietaria de más de 400 marcas en categorías tan dispares como la alimentación, bebidas, hogar, cuidado personal y animales, prueba los primeros prototipos de la nueva generación de carritos de helados alimentados con energía solar.
Todavía no han llegado a Galicia, pero lo harán. Este verano los carritos sostenibles están en parques y playas de comunidades como Madrid, Cataluña y Asturias. Y su peculiaridad es que utilizan energía solar para mantener los productos en su punto óptimos de temperatura, según informaba esta semana Ana Palencia, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever España a Europa Press.
Se trata de unidades híbridas que durante el día funcionan con energía solar y cuentan con una autonomía de diez horas. Por la noche se recarga la batería de las neveras desde la red eléctrica para mantener el frío, lo que permite que, en comparación con las neveras convencionales -que deben estar conectadas a la electricidad las 24 horas- los nuevos equipos consuman una décima parte de energía.
El proyecto, aseguran desde Unilevel, constituye además una oportunidades de empleo para jóvenes y colectivos en riesgo de exclusión social o en situación de vulnerabilidad porque, dentro de la propuesta Soy Frigo, elige a este grupo de población para gestionar un punto de venta. La iniciativa tiene como objetivo crear 100.000 empleos en todo el mundo hasta el 2020, para mejorar la tasa de empleo juvenil. Con ello, los jóvenes tendrán la posibilidad de mejorar su empleabilidad y profesional.