La polémica persigue a Ramos y Neville en sus proyectos inmobiliarios, mientras Beckham vendió el equipo que había fundado. La empresa de Flamini, los hoteles de Cristiano Ronaldo y los vinos de Iniesta se consolidan
26 jul 2019 . Actualizado a las 16:41 h.¿Y ahora, qué? La pregunta llega inexorable a todos los futbolistas de élite a la hora de abandonar sus carreras. Un reciente artículo de la revista Sports Illustrated estimaba que el 80 % de las estrellas del deporte acaban arruinadas. Así, a muchos les afecta el vértigo del salto a la jungla empresarial y acaban devorados, pero hay casos que no solo sobreviven, sino hasta se convierten en modelos de referencia.
Uno de estos éxitos más significativos, pues lo protagoniza un jugador que nunca despertó pasiones masivas, es el de Mathieu Flamini. Fue jugador, entre otros, del Arsenal y del Milan, antes de concluir la última temporada en el Getafe, pero apenas dispuso de gran protagonismo en ninguno de estos equipos. Los titulares se los lleva justo ahora, cuando su carrera declina. Gracias a su olfato para invertir en la empresa de un amigo, se ha convertido en el futbolista más rico del mundo. Esta sociedad produce ácido levulínico, una molécula que en el futuro puede convertirse en recambio del petróleo, por lo que revolucionaría el sector energético a nivel mundial. Se estima que la compañía, en la que trabajan 80 personas, tiene un valor de 30.000 millones de euros.
Polémica en Mánchester
Su caso no es único, pero casi. A Gary Neville casi le va mejor en los despachos que en los estadios. El que fue histórico capitán del Manchester United campeón de Europa forma parte de los consejos directivos de una treintena de empresas que emplean alrededor de medio millar de personas. En su cartera de negocios figuran restaurantes y hoteles, pero también inversiones inmobiliarias, además de ser el dueño de un club de fútbol, el Salford City, curiosamente el único que reconoce que le genera pérdidas. En el 2015, construyó junto a su excompañero Ryan Giggs un hotel de lujo justo frente a Old Trafford, el Hotel Football, y juntos también abrieron el Café Football, que ya tiene dos sedes en Mánchester. Entre los negocios de Neville también figura el proyecto Saint Michael, una operación urbanística en el centro de Mánchester valorada en unos 200 millones de libras (222,70 millones de euros) que está encontrando oposición en aquella ciudad, pues se considera que pone en peligro algunos lugares históricos.
Por su diversidad de inquietudes e inversiones, Neville podría ser el Piqué inglés. El defensa del Barça compagina su profesión con una inquietud personal por los negocios y las inversiones. Su empresa más conocida es Kosmos, con la que organizará la nueva Copa Davis de tenis. El pasado verano produjo el documental con el que Griezmann anunció que seguiría en el Atlético y adquirió el Andorra, club que acaba de ascender a Tercera División. Ahora negocia también tomar el control del Gimnàstic de Manresa. Pero su última gran operación fue inmobiliaria. A través de Kerad Hólding, la empresa que fundó junto a su padre y su hermano y en la que también se integran una desarrolladora de videojuegos y una compañía de eSports, se ha hecho con un edificio de viviendas en el cotizado Eixample de Barcelona, por unos 15 millones de euros.
A raíz de su reciente boda, todo el país ha hablado de Sergio Ramos... y sigue haciéndolo acerca de su imperio empresarial. Hasta ahora han levantado mucha polvareda sus asuntos inmobiliarios. A la polémica por el aparcamiento subterráneo que intentó levantar sin éxito en el centro de Marbella le ha seguido la inversión de más de 60 millones de euros en la urbanización Los Berrocales, situada en el sur de Madrid y donde pretende levantar unos 22.000 pisos. El proyecto fue paralizado por la exalcaldesa Carmena, pero el nuevo consistorio se ha apresurado a darle luz verde. Además, el capitán del Madrid y de la selección está decidido a fundar su propia colección de arte, para la que está comprando obras por todo el mundo (la última, un cuadro del autodidacta neoyorquino Phil Frost por el que se estima que pagó unos 40.000 euros), y presume de los resultados de su yeguada de caballos andaluces. Uno de sus ejemplares se proclamó campeón del mundo de morfología en el Salón Internacional del Caballo del pasado año en Sevilla.
La zapatería de Messi
También encuentran luces y sombras los proyectos más allá del fútbol de Messi y Beckham. El argentino, que en su día pactó con Hacienda el pago de multas por valor de más de 12 millones de euros, debe afrontar ahora los negocios ruinosos de su mujer, Antonella Roncuzzo. Esta y la mujer del también azulgrana Luis Suárez, Sofía Balbi, abrieron en pleno centro de Barcelona una zapatería que han tenido que cerrar con unas pérdidas de 150.000 euros. Por su parte, Beckham, que según la revista Forbes amasa unos ingresos anuales de 42 millones de dólares (37,29 millones de euros), a los que se pueden sumar las ganancias que genera su esposa Victoria, acaba de vender su participación en el club de fútbol que había fundado en Estados Unidos, el Inter Miami FC. El exfutbolista, todo un pionero a la hora de que la figura de un jugador traspase los terrenos de juego, vendió su paquete de acciones a los socios locales con quienes había emprendido esta aventura.
De los hoteles de Cristiano a las zapatillas de Iniesta
Pese a declararse culpable de fraude fiscal el pasado año y pactar con Hacienda una multa de 19 millones de euros, los negocios de Cristiano van viento en popa. Su imperio abarca desde ropa a gimnasios, al tiempo que es accionista en media docena de grupos inmobiliarios. Pero la joya de la corona es la cadena de hoteles de la que es socio al 50 % junto a Pestana y en la que han invertido de forma conjunta 75 millones de euros. A Iniesta también le sonríen los negocios. Mientras sigue jugando al fútbol en Japón, ha incrementado la venta de los vinos de su bodega en Asia y hasta ha lanzado su propia marca de zapatillas, Mikakus.