Galis, el guardián de la seguridad de la materia prima para piensos

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

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CESAR QUIAN

Seguridad Alimentaria del Noroeste analiza el 96 % de los ingredientes que llegan a la comunidad. Un total de 56 fábricas están ya adscritas a su servicio

14 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay duda de que garantizar la seguridad en toda la cadena de alimentación, incluida la producción de pienso, es una cuestión de salud pública. Con el recuerdo lejano de la crisis de las vacas locas en la memoria, eso cobra gran importancia en Galicia, donde se producen unos 3.000.000 de toneladas de piensos compuestos al año para alimentar a toda la cabaña ganadera de la comunidad. Y a garantizar que no se cuele ningún agente patógeno en la cadena es a lo que se dedica Seguridad Alimentaria del Noroeste, una entidad creada en el 2005 por iniciativa de la Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos (Agafac). Lo que ha hecho es desarrollar el programa Galicia Alimentos Seguros (Galis), una herramienta de control sectorial de la calidad y seguridad alimentaria de las materias primas que se usan para fabricar piensos compuestos en Galicia, donde el sector cuenta con más de cien fábricas (algunas de escaso tamaño) y da trabajo a unas 1.500 personas de forma directa.

«Un total de 56 fabricantes, que representan el 96 % de la producción total de Galicia, entre ellos los que mueven mayor volumen de producto, usan en Galicia el modelo Galis, lo que implica que analizamos todos los ingredientes de las materias primas para la alimentación animal que llegan por barco y los que se hacen en la península (cereales, grasas, sueros, vitaminas...). El 100 % de los almacenistas y el 85 % de los proveedores también se implican en el sistema para garantizar la calidad y la seguridad de la cadena alimentaria de Galicia», apunta el gerente de la sociedad y, al mismo tiempo, director de Agafac, Bruno Beade.

De esta forma, cada año analizan más de mil muestras que, tras hacer un primer control en puerto, son enviadas a diferentes laboratorios. Ahí analizan tanto parámetros nutricionales como la humedad, la proteína, la grasa, la fibra, las cenizas o el almidón que puedan tener esos productos como la presencia de microorganismos como salmonela, escherichia coli, fermentos o mofos. Además, comprueban que no haya algún otro tipo de contaminante que pueda perjudicar la salud humana o animal.

Las muestras que se recogen proceden tanto del cereal que entra en Galicia como de otras materias primas. Todo lo que llega se analiza, independientemente de que lo haga desde terceros países o desde el interior de la Península. De hecho, los test rápidos pueden realizarse en el laboratorio que la empresa tiene en el puerto de A Coruña.

Una vez obtenidos los resultados, cada fabricante o almacenista puede consultarlos en la web www.gmpgalis.net con la idea de que los fabricantes tengan acceso en tiempo real a los datos.

Como buen guardia de seguridad, es capaz de dar la voz de alarma en el caso de detectar una anomalía. En ese caso, pone en marcha el sistema de alerta rápida (SAR). Con ello, avisa a los miembros de la cadena (fabricantes, proveedores de materias primas, almacenistas, transportistas) para que se pongan en guardia. Actuar cuanto antes poniendo en marcha las medidas oportunas para que el producto no entre en la cadena alimentaria es fundamental. Más allá de eso, Galis ofrece una variada cartera de servicios a las empresas. Desde el asesoramiento especializado a la alternativa de poder usar el logotipo de Galis cuando estos entran dentro del programa. Además, desarrollan proyectos de I+D+i, ofrecen informes, cursos, o pruebas de homogeneidad y contaminación cruzada. Pero no se detienen ahí, hay mucho más.