El turismo chino no es «low cost»

Sara Cabrero
Sara Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

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EUROPA PRESS

Los visitantes del país oriental gastan 2.500 euros de media en sus viajes a Europa, siendo
los que más dinero invierten. Tres de cada diez compradores de lujo en España son asiáticos

30 jun 2019 . Actualizado a las 05:06 h.

Son el objeto de deseo del sector turístico. Restaurantes, hoteles y boutiques de todo el mundo se los rifan y buscan todos los métodos que los acerquen a ellos. Los visitantes chinos se han convertido en los últimos años en el target más codiciado por los negocios de Occidente. Porque lejos de lo que muchos piensan, el turismo chino no tiene nada de low cost. Detrás de los trotamundos asiáticos hay jugosas carteras dispuestas a estirarse de manera sorprendente al otro lado del mundo. 

Una de las principales características de las que pueden presumir los turistas chinos es su mayor poder adquisitivo, un dinero que gustan de invertir en ropa, complementos y tecnología. Y no escatiman en gastos. Según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), los visitantes que aterrizaron en España desde el país oriental durante el 2018 gastaron una media de 2.563 euros, una cifra muy superior a los 651 de franceses o los 971 de los británicos. «El turista chino es, sin duda, el que más gasta. No solo en nuestro país, sino en el todo el mundo», resume Rafael Cascales, presidente de la Asociación de Turismo España China (ATEC).

Y el potencial es enorme. Durante el año pasado, un total de 149,7 millones de chinos viajaron al extranjero. Una cifra realmente sorprendente si se compara con la que dejó el año 2000, cuando tan solo 10 millones salieron del país oriental para visitar el mundo. El país asiático se ha ganado a pulso en los últimos años convertirse en el principal emisor de turistas del mundo. Y lo que van dejando allí por donde pasan es una auténtica joya. Porque en el 2017 gastaron 260.000 millones de dólares en los países que visitaron, el doble que los norteamericanos y cuatro veces más que los británicos.

Pero, ¿qué buscan los chinos cuando se deciden a subirse al avión para cruzar el mundo? «Experiencias auténticas del destino a donde van», resume Cascales. Los trotamundos asiáticos ya no solo buscan comprar lujo o marcas de calidad, que también lo siguen haciendo, sino que cada vez más optan por lugares que les ofrezcan «experiencias culinarias, visitas a zonas rurales, naturaleza y cultura». «Pero sobre todo lo que más les llama la atención de España es nuestro estilo de vida, un concepto algo abstracto que no deja de ser algo que desde dentro no vemos pero que a los ojos de un chino es realmente especial. Hablamos, por ejemplo, de vivir mucho en la calle, disfrutar de los amigos y de la familia, los bares, la forma tan social que tenemos de afrontar las comidas... A finales del 2018 hicimos una encuesta desde la asociación entre ciudadanos chinos que habían visitado nuestro país y salió que lo que más definía a España para ellos era la pasión», explica el presidente de ATEC.

Cada vez buscan más experiencias, pero el lujo sigue siendo otro de los atractivos que más llama la atención de estos peculiares visitantes. «Se da la circunstancia de que curiosamente los occidentales vamos a China a comprar copias y ellos vienen a Occidente a comprar originales», explica Cascales.

De hecho, el mercado del lujo en España depende -y mucho- de las carteras del otro lado del mundo. Los turistas son los que realizan entre el 80 y el 85 % de las compras de moda, joyería y belleza de alta gama. Y dentro de este grupo, los clientes con nacionalidad china copan el 35 % del total. O lo que es lo mismo, tres de cada diez compradores de productos de lujo vienen del territorio más poblado del planeta.

Las cifras animan a apostar por ellos. Y, sin embargo, todavía queda mucho por hacer.

«Nos incorporamos tarde»

Aseguran los expertos que es realmente complicado poner cifra exacta al número de chinos que cada año visitan nuestro país: «Cuando entran en el espacio Schengen nadie es capaz de saber cuántos van a España, cuántos a Italia y cuántos a Francia, por ejemplo». Las cifras oficiales las ofrece el INE, que en base a encuestas calcula que el año pasado recalaron en nuestras fronteras unos 650.000. Los números que maneja ATEC se acercan más a los 800.000. En cualquier caso, son estadísticas bastante alejadas de las que manejan los gobiernos italianos o franceses (entre un millón y medio y tres millones de turistas). Es más, según un informe elaborado por The Sopping & Quality Tourism Institute, solo un 7 % de los que visitan Europa pasan por España. La mayoría optan por el Reino Unido, Italia o Francia. «En España nos hemos incorporado tarde a este fenómeno», asegura Cascales.

Queda mucho por hacer. Según este experto, hay que invertir mucho en promocionarnos en origen para que en China conozcan todo lo que podemos ofrecerles. La segunda piedra del camino pasa por eliminar trabas en lo que se refiere a visados, a frecuencias aéreas y en mejorar algo la adaptación del turista oriental cuando llega aquí, por ejemplo, con más posibilidades de pago o de comunicación.