El vaso medio lleno también lo ve Olalla Cuiña, la directora de ventas de la lalinense Inasus, quien aún mantiene intacta su confianza en la economía española e incluso apela al dinamismo del sector en el que despliegan su actividad. Cuiña sí distingue, no obstante, demasiados frentes abiertos como para avanzar un pronóstico de la evolución económica en los próximos dos años: «Guerras comerciales, brexit, populismos, precios del petróleo...»
Manuel Blanco
Estabilidad. Certidumbres. Ambos términos constituyen música para los oídos de los empresarios. Y a tenor de lo que dicen los gallegos, no anda especialmente afinada la orquesta por el ruedo ibérico. La inestabilidad política es, con abrumadora mayoría, el gran factor de riesgo que se cierne sobre la economía española a día de hoy. Casi un 60 % de las firmas encuestadas apuntaron directamente a esta variable cuando se les preguntó sobre aquello que más les preocupa para garantizar la buena marcha de sus finanzas. El dato es especialmente llamativo por cuanto el segundo factor en importancia citado por las compañías, el brexit y la guerra comercial, aglutina al 15 % de las mismas. Después aparecerían, con menor protagonismo, otros elementos como la crisis demográfica, la caída del consumo, la falta de mano de obra, el acceso al crédito o a la materia prima.
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