El abultado parque móvil urge soluciones para ahorrar espacio. Las nuevas propuestas de aparcamiento inteligente ofrecen todo tipo de comodidades al usuario. La tecnología suple las limitaciones humanas
16 abr 2019 . Actualizado a las 15:52 h.Cuántas veces te habrá pasado eso de ‘No recuerdo dónde dejé aparcado mi coche’. Tarea, la de localizar el vehículo, más ardua todavía cuando se trata de un espacio con casi cuatro mil plazas de estacionamiento divididas en varias plantas. Aunque es verdad que colorear las zonas y ponerles letra o número ayuda -sobre todo si se apunta o si se le hace una fotografía- para el más despistado cualquier pista es poca.
El centro comercial Marineda City de A Coruña acaba de implantar un sistema apto para olvidadizos: una app de geolocalización que te guía por pasillos y plazas hasta darte de bruces con tu coche. El servicio ya funciona en siete de los centros del grupo Merlin, a los que se unirán dieciséis más. «Lo vimos como una necesidad. Había una demanda y es una forma de facilitar la experiencia de visita al usuario. Le damos un valor añadido. A nivel nacional, somos la primera compañía con centros comerciales que pone en marcha esta tecnología en aparcamientos», explica Roberto Vázquez, gerente adjunto de Marineda City.
Uno puede pensar que pueden surgir complicaciones de cobertura en un espacio subterráneo. Y efectivamente, las hay. Pero ya han pensado en una solución para atajar este problema: «El hecho de que el cliente se pueda quedar sin 3G o 4G en su móvil se ha suplido implantando una nueva red wifi -que ya está disponible en la zona de tiendas- en el aparcamiento, de modo que el usuario se puede conectar de forma gratuita si se queda sin datos». Solo así podrá activar la aplicación, desarrollada a medida por un proveedor español de app móviles. En la tecnología participa también una start-up gallega, que se ha encargado de integrar una solución de geolocalización mediante una Api Rest. «Es una de las diez empresas líderes a nivel mundial en geolocalización indoor», presume Vázquez.
Un google Maps bajo tierra
El sistema permite triangular posiciones y no necesita un hardware añadido, porque bebe de las redes wifi o bluetooth del centro comercial. «Su eficacia es muy alta. Te deja, como mucho, a tres metros de distancia de tu coche». En la pantalla de su teléfono móvil, el usuario podrá visualizar el centro a través de planos, con códigos de colores, escaleras, ascensores, salidas, y todo tipo de indicativos. «Es como un Google Maps, pero en un centro comercial de seis plantas. La aplicación te lleva de una tienda a otra y te calcula rutas. Por ejemplo, si eres una persona con movilidad reducida, te traza un camino que evita obstáculos», detalla el gerente adjunto del centro. Conscientes de que hay que estar preparados para el próximo salto tecnológico en cuanto a conectividad se refiere -«la llegada del 5G lo cambiará todo»-, van dando pasos para estar bien posicionados cuando coches sin conductor y párkings autónomos sean una realidad más allá de pruebas piloto. «De nada vale tener un vehículo superdotado si después no cuentas con la infraestructura que le dé soporte», dice Vázquez. De hecho, ya existen experiencias en este sentido. En Alemania, se ha probado el Automated Valet Parking, donde el conductor simplemente deja su coche en la entrada del aparcamiento y, mediante una app, le ordena al vehículo que encuentre una plaza libre y aparque... él solito. Coche y párking se comunican entre sí, de forma que los sensores instalados en el pavimento indican dónde hay huecos libres y cómo llegar hasta ellos. Y a la vuelta, el mismo proceso, pero a la inversa. El conductor da la orden al coche de que se desplace hasta su ubicación y lo recoja. «Con el 5G eso será posible. Ahora mismo no, porque hay una latencia. Una diferencia de segundos entre el momento en que se emite la información y el instante en que esta es recepcionada, por lo que el vehículo podría chocar contra un poste», advierte.
Mientras esto, que parece ciencia ficción, sigue siendo terreno de laboratorio, las ruedas avanzan en otras direcciones: «Estamos trabajando cómo integrar de forma automatizada, en tiempo real, información mediante una notificación push -el usuario recibiría un mensaje instantáneo en su dispositivo-, de modo que en días de mucha afluencia como pueden ser los sábados, podamos indicar a los conductores cuál es la entrada o la salida más recomendable en función del tráfico».
De momento, y a la hora de aparcar bajo tierra, habrá que conformarse con los sensores de ocupación que nos indican, mediante luces verdes o rojas, qué plazas están disponibles y cuáles, ocupadas.
Aparcamientos verticales robotizados: cómo ahorrar espacio, tiempo y dinero
El ayuntamiento de Azuqueca de Henares, en Guadalajara, ha sido el primero del país en apostar por un parking vertical, una estructura de fácil ensamblaje capaz de acoger quince coches donde antes cabían dos. Ahorra costes de construcción, ocupa menos espacio a lo ancho que un aparcamiento convencional, y reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera (si tenemos en cuenta el tiempo que pasamos buscando sitio para aparcar). Sevilla está estudiando la posibilidad de encargar su particular smart parking (parking inteligente), dotado de cuatrocientas plazas, unas encima de otras.
En países como Japón -donde las grandes ciudades crecen a lo alto- hace tiempo que usan este tipo de infraestructuras, ya sean bajo tierra o en superficie. En China han ido más allá, y para rizar el rizo, acaban de presentar un modelo de parking en diagonal. Solo hay que colocar el coche sobre unas plataformas y un sofisticado sistema de sensores hace el resto. Hasta un 60 % más de capacidad y unas cuantas dosis de paciencia sin agotar.
En la localidad alemana de Dresde han creado un parking que genera su propia electricidad a través de paneles fotovoltaicos que abastecen de energía solar sus instalaciones y seis puntos de carga eléctrica.